Reporteros de cine
El periodista es un ser curioso, inquieto, inconformista, perseverante, le gusta escudri?ar... y, adem¨¢s, su oficio est¨¢ envuelto de un halo rom¨¢ntico, a veces hasta ¨¦pico. Son t¨®picos, todo el mundo lo sabe, pero esos t¨®picos lo convierten en un personaje cinematogr¨¢fico ideal, muy ¨²til. A trav¨¦s de sus ojos, el guionista puede contar las m¨¢s variadas ficciones y hacerlo desde distintos g¨¦neros. La historia del cine incluye un sinf¨ªn de reporteros de celuloide de catadura diversa. La lista es prolija. En la noche del jueves, dos grandes periodistas y no menos grandes cin¨¦filos, Maruja Torres y Tom¨¤s Delcl¨°s, repasaron el inventario en la segunda cita del ciclo Cinema i actualitat, que organiza Aula EL PA?S Catalunya.
La pasta de la que est¨¢ hecho el periodista de mentirijillas le permite transitar por casi todos los g¨¦neros cinematogr¨¢ficos
Periodistes de pel.l¨ªcula se titul¨® la amena tertulia en la que Torres y Delcl¨°s, que se conocieron hace ya unos cuantos a?os en la redacci¨®n de Fotogramas y ahora trabajan juntos en EL PA?S -ella, como columnista y reportera, y ¨¦l, como subdirector-, desgranaron sus recuerdos sobre filmes que han abordado, de una u otra manera, su profesi¨®n al tiempo que aprovechaban para reflexionar en torno a ella. Delcl¨°s, con toda la humildad del mundo, advirti¨® al empezar la charla de que el periodista no es un h¨¦roe y de que esa etiqueta es s¨®lo un clich¨¦, pero a medida que avanzaba la velada el di¨¢logo con su colega y amiga le fue quitando algo de raz¨®n.
Porque la de Maruja Torres, curtida en mil batallas informativas, es de todas todas una vida de pel¨ªcula. De esas de acci¨®n, de g¨¦nero b¨¦lico m¨¢s concretamente, que est¨¢ protagonizada por una intr¨¦pida enviada especial y localizada en alg¨²n lugar de L¨ªbano, Israel, Panam¨¢ o Hait¨ª. Un filme apasionante y conmovedor, con escenas de guerra, de amor y de muerte. Como la de Juantxu Rodr¨ªguez -el fot¨®grafo que cubr¨ªa con ella en 1989 la invasi¨®n de Panam¨¢ por Estados Unidos y fue abatido a tiros procedentes de las tropas norteamericanas-, a quien la periodista a¨²n hoy llora.
Con su mili, Maruja Torres, cuando le toc¨® repasar las pel¨ªculas b¨¦licas que incluyen periodista, lo tuvo f¨¢cil para comparar ficci¨®n y realidad. A su juicio, en El a?o que vivimos peligrosamente, que Peter Weir dirigi¨® en 1982, con Mel Gibson -"todav¨ªa no hab¨ªa encontrado este peluquero tan nefasto que tiene ahora", brome¨® la reportera sobre el actor-, hay uno de los m¨¢s fieles retratos que el cine ha trazado de un corresponsal de guerra: el del periodista australiano Guy Hamilton. El personaje al que encarna Gibson llega a Indonesia, que atraviesa un grave conflicto y, seg¨²n Torres, enseguida "toma partido de la forma m¨¢s inteligente que puede hacerlo un periodista: explicando la verdad".
La pasta de la que est¨¢ hecho el periodista de mentirijillas le permite transitar por pr¨¢cticamente todos los g¨¦neros cinematogr¨¢ficos. Aunque parezca extra?o, el western ha dado algunos de los m¨¢s famosos reporteros de pel¨ªcula. Los asistentes al coloquio pueden dar fe de que el t¨¢ndem Torres-Delcl¨°s se encarg¨® de demostrarlo con alarde enciclop¨¦dico. Citaron los periodistas, por ejemplo, a Dutton Peabody, a quien da vida el secundario Edmon O'Brien en ?Qui¨¦n mat¨® a Liberty Valence?, m¨ªtica cinta dirigida en 1962 por John Ford. "Peabody es un personaje para so?ar con esta profesi¨®n", lanz¨® Torres. Tambi¨¦n mencionaron a Yaicey Cravat (Glenn Ford, en la versi¨®n de Cimarron de 1960 dirigida por Anthony Mann), el prototipo de periodista-aventurero que hace las veces de notario de la fundaci¨®n del Estado de Oklahoma. E incluso a Prudence Webb, la heredera de un peque?o peri¨®dico de pueblo a la que da vida Claudette Colbert en Lady Texas (1956). A prop¨®sito de esta pel¨ªcula, Delcl¨°s coment¨® que en una de las paredes de la diminuta redacci¨®n del diario que dirige la chica de la pel¨ªcula cuelga un cartel cuyo contenido, aunque pueda parecer anodino, "es una eficaz receta period¨ªstica". El r¨®tulo dice as¨ª: "No me lo cuentes, escr¨ªbelo".
Y hablando de mujeres, las f¨¦minas del oficio tambi¨¦n tuvieron su momento. Maruja Torres se declar¨® fan incondicional de Billie Newman (Linda Kilsey), la redactora de Los Angeles Tribune que dirige el incorruptible Lou Grant (Ed Asner) de la serie televisiva. En cambio, una de las m¨¢s glamurosas redactoras de la historia del s¨¦ptimo arte, Tess Harding (Katherine Hepburn), en La mujer del a?o, no es, para Torres, una periodista "sino s¨®lo una rica heredera".
Y, poco a poco, con la excusa del cine, Torres y Delcl¨°s se fueron adentrando en los terrenos m¨¢s resbaladizos de la pr¨¢ctica period¨ªstica, como la ¨¦tica o el sensacionalismo. En este punto sali¨® a la palestra una larga retah¨ªla de t¨ªtulos imprescindibles, como Ciudadano Kane, dirigida en 1941 por Orson Welles, una furibunda cr¨ªtica contra el magnate de la prensa Randolph Hearst; L. A. Confidential (Curtis Hanson, 1997), donde el poder y el amarillismo hilvanan la trama, y El gran carnaval, que firm¨® Billy Wilder en 1951, una descarnada fotograf¨ªa del periodista para el que todo vale con tal de firmar en portada. ?Recuerdan? Kirk Douglas interpreta a Charles Tatum, reportero de un diario de Alburquerque, que decide mantener en el fondo de una mina a un indio ca¨ªdo all¨ª para dar espectacularidad al suceso y conseguir notoriedad.
Torres y Delcl¨°s cerraron su lecci¨®n con mucho humor. Aseguraron estar preocupados porque se hab¨ªan percatado de que en el g¨¦nero de ciencia ficci¨®n no aparecen periodistas. "Confiemos en que eso no signifique la desaparici¨®n del oficio", abogaron.
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