Que les aproveche
Por m¨¢s que Jes¨²s V¨¢zquez repita que se trata de "un momento ¨²nico en la historia de la televisi¨®n", Hotel Glamour es a Gran Hermano lo que La isla de los famosos a Supervivientes. Dirigido por el mismo equipo de Operaci¨®n Triunfo, constituye una vuelta de tuerca m¨¢s en la creaci¨®n de frankensteins construidos con piezas de otros formatos (concurso, reality show, programa de cotilleo).
Por m¨¢s que Jes¨²s V¨¢zquez repita que se trata de "un momento ¨²nico en la historia de la televisi¨®n", Hotel Glamour es a Gran Hermano lo que La isla de los famosos a Supervivientes. Dirigido por el mismo equipo de Operaci¨®n Triunfo, constituye una vuelta de tuerca m¨¢s en la creaci¨®n de frankensteins construidos con piezas de otros formatos (concurso, reality show, programa de cotilleo). El premio consiste en ganarse el t¨ªtulo de persona m¨¢s popular del pa¨ªs. Y es que el adjetivo popular no s¨®lo ha sido abducido por el Gobierno, sino que, adem¨¢s, define la versi¨®n cat¨®dica de nuestra picaresca patria.
Sopistas de lujo, maestros de la impostura, especuladores de la privacidad, n¨¢ufragos de c¨¢mara oculta o hijos del tombolismo, los hu¨¦spedes generan reacciones agridulces: l¨¢stima, simpat¨ªa, indignaci¨®n, terror o verg¨¹enza. Hoy en d¨ªa, si criticas estos programas, te tapan la boca dici¨¦ndote que apagues la tele. O te acusan de no tener sentido del humor y no entender que todo es una farsa irreverente, cachonda y glamourosa, ese adjetivo que ha perdido su significado para transformarse en sin¨®nimo de cutrez barnizada con sudor de lentejuelas.
Viendo la primera edici¨®n, presentada por un V¨¢zquez que, pese a esforzarse, no logr¨® disimular la improvisaci¨®n reinante, no pude dejar de preguntarme: ?y si adem¨¢s de glamouroso fuera un bodrio que se aprovecha de unos tipos que tambi¨¦n se aprovechan de que se aprovechen de ellos? Curiosamente, el lastre del programa es la fama de sus actores: los conocemos tanto que corremos el riesgo de hartarnos de verlos ma?ana, tarde y noche, laborables y festivos.
Sin la innovaci¨®n de OT ni la capacidad de sorpresa de GH, HG ser¨¢ un divertimento amplificado por los programas que explotar¨¢n su onda expansiva. El reparto de papeles y personajes promete: un profesor de p¨¢del Action Man (Fran Franc¨¦s), un peluquero con pinta de compositor de narcocorridos (Juan Miguel), una bruja con car¨¢cter (Aram¨ªs Fuster), un fil¨®sofo (Dinio), una candidata a completar la larga lista de juguetes rotos (Tamara), un heredero indisciplinado de una disciplina totalitaria (Pocholo Mart¨ªnez-Bordi¨²), una estridente madre de ex concursante estridente (Encarni), dos mujeres que resumen los pros y los contras de la cirug¨ªa est¨¦tica (Yola Berrocal y Est¨ªbaliz Sanz) y un ex soldado verborreico (Jorge Berrocal).
A saber de qu¨¦ ser¨¢n capaces para saciar la expectaci¨®n que han generado. A tenor de lo visto el primer d¨ªa, hay motivos para ser razonablemente pesimistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.