Pistas para encontrar el primer empleo

Una de las etapas m¨¢s importantes de la trayectoria vital es el paso de la vida de estudiante a la vida de trabajador. Lo que los orientadores denominamos transici¨®n a la vida activa. Este momento, este cambio preocupa a los j¨®venes, convertidos en protagonistas, y preocupa a los padres de esos j¨®venes. Unos y otros -la sociedad en general- valoran ese momento, incluso sin tener conciencia de ello, como la hora de la verdad, como la aut¨¦ntica evaluaci¨®n que va a respaldar o no toda la trayectoria formativa de 10, 15, 20 a?os o m¨¢s prepar¨¢ndose para este tr¨¢nsito, con el esfuerzo y el sacrificio que eso conlleva de una y otra parte.

?Es verdad que si conseguimos un t¨ªtulo universitario tenemos una mayor garant¨ªa de encontrar un buen empleo? ?Qu¨¦ significa cuando o¨ªmos y leemos que existe un enorme divorcio entre lo que se aprende en la escuela o la universidad y el mundo real del trabajo? ?Realmente una mejor formaci¨®n no es importante para encontrar trabajo? ?Qu¨¦ marca la diferencia entre la mayor o menor dificultad para encontrar empleo, fundamentalmente el primer empleo?

Una formaci¨®n universitaria no siempre es la mejor manera de enfrentarse al mundo del trabajo. En Espa?a sobran licenciados

Podr¨ªamos estar hablando mucho tiempo de los componentes a nivel psicol¨®gico y social de este momento, denominado con gran acierto en una de las materias optativas de la LOGSE Transici¨®n a la vida adulta y activa. ?sta es una de las claves: el paso de la vida de estudiante a trabajador traza una l¨ªnea entre el adolescente y el adulto, entre un ser dependiente y un ser independiente y autosuficiente, con todo lo que esto conlleva respecto a responsabilizarse de su propia trayectoria vital. Si no conseguimos un trabajo, dif¨ªcilmente podremos ser independientes y aut¨®nomos.

?Hay alguna f¨®rmula o receta m¨¢gica que nos ayude a encontrar ese dif¨ªcil y codiciado primer empleo?

C¨®mo siempre en el ¨¢mbito de las ciencias sociales, no existen recetas; un conjunto de muchas y variadas condiciones de un sujeto va a marcar la diferencia entre el ¨¦xito y el fracaso. No podemos olvidar que cuando hablamos de empleo nos referimos a un mercado, el mercado de trabajo. Quiere decir esto que, como todo mercado, se va a regir por la ley de la oferta y la demanda. Si hay m¨¢s personas preparadas que puestos de trabajo que demandan esos perfiles profesionales, lo van a tener muy dif¨ªcil, no quiere decir que no se pueda encontrar trabajo, pero s¨ª que la competencia va a ser mucho mayor y por tanto mucho m¨¢s dif¨ªcil.

Hoy por hoy en Espa?a faltan buenos t¨¦cnicos y sobran universitarios. ?Quiere decir esto que debemos impedir que nuestros j¨®venes vayan a la universidad? En absoluto. Pero s¨ª es importante ser conscientes de que una formaci¨®n universitaria no siempre es la mejor manera -la que mejor se ajusta a las demandas del mercado- de enfrentarse al mundo del trabajo.

La mejor formaci¨®n es aquella m¨¢s adecuada a las caracter¨ªsticas de cada uno: aptitudes, actitudes, estilos cognitivos, intereses, personalidad... Los profesionales de cualquier ¨¢mbito con mayor facilidad para encontrar trabajo ser¨¢n los mejores de cada una de las profesiones y s¨®lo se consigue estar entre los mejores cuando la formaci¨®n recibida coincide con las caracter¨ªsticas personales de cada uno.

Cada vez es m¨¢s evidente que las personas que mejor se defienden en el mundo del empleo para permanecer y promocionar en ¨¦l son aquellas que han adquirido en sus primeros a?os una serie de actitudes, h¨¢bitos y formas de actuaci¨®n que se conocen como competencias clave para el empleo, y que tienen mucha m¨¢s relaci¨®n con la educaci¨®n, desarrollo personal y formaci¨®n general que con el curr¨ªculum que conocemos como formaci¨®n espec¨ªfica para el ejercicio de una profesi¨®n. Estas competencias clave permitir¨¢n superar pruebas de selecci¨®n y, lo que es m¨¢s importante, asegurar la permanencia en el empleo.

Hablamos de habilidad en el manejo del lenguaje, oral y escrito, la importancia de la comunicaci¨®n verbal y no verbal; la capacidad de trabajar en equipo; la flexibilidad y capacidad de adaptaci¨®n; la ¨¦tica en el desempe?o profesional. La capacidad de organizaci¨®n y planificaci¨®n...

Junto a estas competencias de car¨¢cter m¨¢s general, y que deben ser adquiridas desde los primeros a?os para ser realmente incorporadas a nuestra forma de ser y actuar sin ning¨²n esfuerzo, existen unas estrategias, proporcionadas desde multitud de instituciones, conocidas como t¨¦cnicas de b¨²squeda de empleo: c¨®mo hacer una entrevista, redactar una carta de presentaci¨®n, realizar curr¨ªculos, confeccionar una agenda de contactos, etc¨¦tera. Todas ellas van a facilitar en gran medida el proceso de la b¨²squeda y consecuci¨®n del primer empleo.

Para terminar, hay que recordar que, por encima de todas estas condiciones, existen unas actitudes que van a ser las que posibiliten esa consecuci¨®n, la actitud activa de b¨²squeda organizada y la ilusi¨®n y motivaci¨®n para no desmoralizarse cuando no se consiga de inmediato.

Concha Vico Cajal es directora acad¨¦mica del Master On Line en Orientaci¨®n Permanente del Instituto de Post Grado de la Universidad de Comillas