El S¨ªndic de Greuges denuncia que los servicios p¨²blicos para ancianos son insuficientes e inadecuados
El defensor del pueblo catal¨¢n cree que la atenci¨®n geri¨¢trica es "insuficiente e inadecuada"
M¨ªnima, insuficiente e inadecuada. ?stos son algunos de los calificativos que utiliza el S¨ªndic de Greuges para describir la atenci¨®n que prestan las administraciones a los ancianos que no pueden valerse por s¨ª mismos. El informe anual del defensor del pueblo catal¨¢n supone un serio aviso a la Generalitat, pero tambi¨¦n a la Administraci¨®n local, sobre la falta de inversi¨®n p¨²blica en residencias geri¨¢tricas, centros de d¨ªa y atenci¨®n domiciliaria, y asegura que en Catalu?a s¨®lo se dedica a la atenci¨®n a los ancianos el 0,18% del producto interior bruto (PIB), porcentaje que juzga insuficiente.
El S¨ªndic de Greuges, Anton Ca?ellas, recoge en un informe especial de 57 folios los graves problemas que afronta el cada vez m¨¢s numeroso colectivo de ancianos. La falta de plazas en residencias p¨²blicas y la escasez de residencias concertadas es una de las cr¨ªticas incluidas en el informe, donde se recuerda que s¨®lo una de cada tres plazas geri¨¢tricas cuenta con alguna ayuda de la Administraci¨®n.
El defensor del pueblo tambi¨¦n se?ala que en algunos pa¨ªses, como Alemania y Francia, el n¨²mero de plazas residenciales dobla el existente en Catalu?a y que, pese a la promesa del Gobierno de la Generalitat de poner en marcha 7.000 nuevas plazas con financiaci¨®n p¨²blica durante esta legislatura, la oferta "seguir¨¢ estando lejos de los niveles que pueden considerarse aceptables".
Pero el S¨ªndic no s¨®lo critica la falta de residencias. Los centros de d¨ªa, una de las alternativas que la Generalitat dice promover para evitar que los ancianos tengan que acudir a un geri¨¢trico, solamente benefician al 0,7% de los ancianos catalanes "y s¨®lo la mitad de las plazas tienen financiaci¨®n p¨²blica". Lo mismo ocurre con los servicios de telealarma, a los que s¨®lo el 0,4% de los ancianos tienen acceso.
El informe tambi¨¦n critica la actual pol¨ªtica del Departamento de Bienestar Social y Familia, que prima la contrataci¨®n de plazas privadas concertadas por encima de la construcci¨®n de residencias p¨²blicas. El S¨ªndic constata que los precios que paga la Generalitat a las residencias privadas para que atiendan a los mayores son, en ocasiones, demasiado bajos. Esto, seg¨²n el documento, "incentiva que estos centros fijen sueldos m¨ªnimos para el personal sanitario, con lo cual la falta de experiencia, la rotaci¨®n constante y la desmotivaci¨®n dificultan alcanzar unos m¨ªnimos de calidad en la atenci¨®n prestada".
Atenci¨®n domiciliaria
Cap¨ªtulo aparte merece la atenci¨®n domiciliaria, el servicio que m¨¢s demanda tiene entre los ancianos. Pese a su buena acogida, las administraciones s¨®lo prestaron en 1999 una media de 1,9 horas de atenci¨®n domiciliaria a mayores dependientes. El S¨ªndic afirma que esta cifra es "claramente insuficiente" y que, aunque este servicio es competencia de los ayuntamientos, la Generalitat no puede dejar sola a la Administraci¨®n local en su prestaci¨®n.
El conjunto de las carencias observadas en la atenci¨®n a los mayores hace concluir al S¨ªndic: "Estas cifras son suficientemente reducidas para afirmar que en nuestro pa¨ªs no se ha desarrollado todav¨ªa esta vertiente del Estado de bienestar que ya tiene gran importancia en otros pa¨ªses".
Tambi¨¦n recomienda a las administraciones p¨²blicas catalanas que desarrollen "lo antes posible" un "amplio" sistema de atenci¨®n a los mayores que no pueden valerse por s¨ª mismos e instar al Gobierno central para que tome "las decisiones necesarias" para su financiaci¨®n.
En este sentido, el informe recuerda que el gasto p¨²blico catal¨¢n en protecci¨®n social representa el 17,5% del producto interior bruto, cuando la media europea es del 27,3%. El S¨ªndic de Greuges atribuye esta diferencia al hecho de que "Catalu?a recibe unos ingresos p¨²blicos muy inferiores a los que le corresponder¨ªan teniendo en cuenta su participaci¨®n en el PIB del Estado".
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