Centenares de miles de barceloneses salen a la calle para reiterar su no a la guerra
Los organizadores piden que no se vote a los partidarios del ataque militar a Irak
Ni la lluvia ni el fr¨ªo, que ayer pillaron por sorpresa, ni la inc¨®gnita sobre el ¨¦xito de una segunda convocatoria de protesta pudieron ayer con las ganas de los barceloneses de salir a la calle para decir no a la guerra contra Irak. Los cuatro kil¨®metros de calles que separan el consulado de Estados Unidos de la sede del PP se transformaron ayer en una enorme serpentina de chubasqueros y paraguas. La cadena humana, que se convirti¨® en manifestaci¨®n hasta la plaza de Catalunya, congreg¨® a medio mill¨®n de ciudadanos, seg¨²n la organizaci¨®n, y a 300.000 a juicio de la Guardia Urbana. Los c¨¢lculos de la Delegaci¨®n del Gobierno rebajaron la participaci¨®n a 20.000 personas.
El ambiente comenz¨® a caldearse a primera hora de la tarde en los vagones de los Ferrocarriles de la Generalitat que conducen a la zona alta de Barcelona. La Plataforma Aturem la Guerra (paremos la guerra) cit¨® a los participantes en determinados puntos del recorrido de la cadena humana en funci¨®n del barrio de procedencia, por lo que muchos de los asistentes se dirigieron all¨ª utilizando este transporte. En uno de los convoyes, un grupo de tres parejas de mediana edad del barrio del Guinard¨® repasaba el kit de la manifestaci¨®n: pegatinas, paraguas y c¨¢mara de fotos. "Estamos parando la guerra, si no nos manifest¨¢ramos ya habr¨ªa comenzado", aseguraba Manel antes de apearse.
A las cinco de la tarde, ya frente al consulado de Estados Unidos, los miembros de la organizaci¨®n daban instrucciones meg¨¢fono en mano. "A las cinco y media tiraremos un cohete que dar¨¢ por comenzada la cadena, y a las seis otro que anunciar¨¢ su fin", voceaba uno de ellos. Disciplinados, tambi¨¦n frente a la sede del PP y en el resto de puntos de concentraci¨®n, los participantes se colocaban en algunos tramos abarrotados, y mataban la espera con consignas contra la guerra, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y Estados Unidos o haciendo la ola bajo el paraguas. "Aznar, lo tuyo es rebuznar" o "Aznar, capullo, que vaya un hijo tuyo".
En la plaza de Francesc Maci¨¤, junto a la sede del PP, algunos participantes relacionaban el mal tiempo con un posible desplazamiento del anticicl¨®n de las Azores a causa de la reuni¨®n que George Bush, Tony Blair y Aznar mantendr¨¢n hoy en una de estas islas portuguesas del Atl¨¢ntico.
La protesta se caracteriz¨® de nuevo por la variedad de ciudadanos que salieron a la calle. Familias con cochecitos de beb¨¦, grupos de amigos de todas las edades y hasta centros recreativos infantiles y juveniles (esplais) enteros. Un nutrido grupo de inmigrantes palestinos no par¨® de bailar y corear consignas relacionando la posible intervenci¨®n con el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª.
Hubo tambi¨¦n muchos disfraces, baile y divertidos montajes, como el de un grupo que recorri¨® toda la cadena humana portando un ata¨²d con la palabra democracia rodeado de pla?ideras lamentando "la desgracia, tan joven que era". Otro manifestante luc¨ªa un casco de gladiador donde pod¨ªa leerse "Bush, emperador por mis cojones".
Mientras, en el tramo de la avenida Diagonal comprendido entre una plaza Francesc Maci¨¤ abarrotada y la confluencia con el paseo de Gr¨¤cia, un millar de personas de distintas asociaciones formaron con sus cuerpos la frase guerra no! (la g estaba formada por el colectivo gay; la u por la asociaci¨®n de ayuno por la paz; la primera r por los inmigrantes por la regularizaci¨®n, la n por la plataforma Nunca M¨¢is y el signo de admiraci¨®n por miembros de la comunidad palestina). Capeaban el temporal de lluvia y viento con bailes a ritmo de samba.
Minutos antes de las seis de la tarde, se disolv¨ªa el mosaico humano, seg¨²n lo previsto, y la cadena humana daba paso a una marea que tom¨® el paseo de Gr¨¤cia hasta la plaza de Catalunya, donde el ciudadano de origen iraqu¨ª Pius Alibek ley¨® hasta tres veces un manifiesto en catal¨¢n en el que la plataforma pide a la ciudadan¨ªa que "ante el pr¨®ximo ciclo electoral no vote a los partidarios de la guerra".
En el acto, la periodista de TVE en Catalu?a Marisol Soto aprovech¨® para denunciar, en nombre de toda la redacci¨®n, la presi¨®n que sufren los profesionales de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos por parte de los directivos "impuestos desde los Gobiernos".
En Girona, los actos de protesta organizados durante todo el d¨ªa por la Plataforma Por la Paz culminaron con una espectacular marcha de unas 4.000 personas que, ya de noche, recorrieron las calles a oscuras portando velas hasta la Subdelegaci¨®n del Gobierno, informa Gerard Bagu¨¦.
En Tarragona, la Coordinadora Tarragona Patrimonio por la Paz, que naci¨® como oposici¨®n a la presencia de barcos de guerra norteamericanos en el puerto de la ciudad, convoc¨® a los ciudadanos para confeccionar pancartas contra del conflicto b¨¦lico y colgarlas en la Rambla Nova, y realiz¨® diferentes simulacros de bombardeos haciendo sonar sirenas. En Reus, el mercadillo solidario expres¨® tambi¨¦n el rechazo a la guerra, informa Lali Cambra.
En Palma de Mallorca, 15.000 personas seg¨²n la Polic¨ªa Local y 30.000, en opini¨®n de la organizaci¨®n, participaron en una manifestaci¨®n y posterior cadena humana que uni¨® la plaza de Espa?a y la sede del viceconsulado norteamericano, situado en Porto Pi, informa Andreu Manresa. Organizada por la Plataforma por la Globalizaci¨®n Social y la Paz, la marcha cont¨® con una fuerte presencia de entidades y ciudadanos an¨®nimos. El escritor Biel Mesquida ley¨® el manifiesto que puso fin al acto y lo¨® a los luchadores por la paz.
Consulta popular
La Plataforma Aturem la Guerra anunci¨® ayer que entre el 27 de marzo y el 13 de abril se celebrar¨¢ una consulta popular para que la ciudadan¨ªa exprese su rechazo a un conflicto armado en Irak. Este refer¨¦ndum oficioso, de cuyos detalles se informar¨¢ esta semana, pretende que se pueda participar tanto desde localidades y barrios como desde centros de trabajo y de estudio. Los organizadores pretenden, de este modo, contrarrestar la actitud "antidemocr¨¢tica" del Gobierno del Partido Popular de "no preguntar nuestra opini¨®n" sobre la guerra. Esta iniciativa pretende alcanzar, seg¨²n los organizadores, el grado de participaci¨®n que logr¨® la consulta sobre la abolici¨®n de la deuda externa celebrada hace dos a?os.
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