Luz y gas en la misma factura

La OPA hostil de Gas Natural a Iberdrola ha vuelto a poner al sector energ¨¦tico al frente de la informaci¨®n econ¨®mica nacional. Como sucediera hace unos a?os con las telecomunicaciones, la liberalizaci¨®n de la energ¨ªa va a propiciar importantes movimientos en una compleja partida de ajedrez en la que todos, pol¨ªticos, empresarios, abogados y consultores, tienen un papel que jugar.

Hace apenas cinco a?os Bruselas dio finalmente el pistoletazo de salida para la liberalizaci¨®n del sector energ¨¦tico. Espa?a quiso dar ejemplo adelantando la fecha l¨ªmite fijada en las directivas europeas al 1 de enero de 2003. El servicio p¨²blico se ha sacrificado en favor de la garant¨ªa de suministro. Las antiguas concesiones se convierten en meras autorizaciones.

No es nada f¨¢cil que la OPA sobre Iberdrola salga adelante. La fusi¨®n recortar¨ªa la cuota de mercado de otras grandes empresas

Un sistema ¨²nico de redes, monopolio natural por definici¨®n, va a dar paso a una dif¨ªcil competencia. La clave: el acceso de terceros a las redes mediante el pago de un peaje fijado reglamentariamente. La propiedad de las redes ya no supone, como ha sucedido en telecomunicaciones, su uso exclusivo. Este derecho de acceso se plasma en la figura del comercializador, un nuevo agente creado para la liberalizaci¨®n. Su actividad consiste en llevar gas o electricidad a cualquier cliente que lo desee utilizando para ello redes propiedad de otras empresas.

El resultado: el derecho de todos los consumidores a elegir suministrador de electricidad y gas natural. Lo inevitable: la carrera de las empresas del sector por hacerse un hueco en el mercado.

Las el¨¦ctricas han firmado ya importantes contratos de aprovisionamiento de gas natural con los pa¨ªses productores y se apresuran en la construcci¨®n de centrales de ciclo combinado, generadoras de electricidad utilizando como combustible el gas natural.

Aunque la construcci¨®n de estas centrales est¨¢ sufriendo retrasos en algunos casos, los contratos de gas ya est¨¢n firmados y las duras cl¨¢usulas de take or pay y de destino a las que est¨¢n sometidos no dejan opci¨®n a las el¨¦ctricas, que luchan por la reserva de capacidad en unas instalaciones gasistas espa?olas insuficientes para todo el gas contratado.

Gas Natural, con su reciente OPA sobre Iberdrola, parece estar m¨¢s preocupada por frenar la inminente entrada de los gigantes europeos, que por competir dentro del mercado espa?ol con una tarifa el¨¦ctrica que hace poco atractivo el negocio de llevar luz hasta los peque?os consumidores. Iberdrola, por su parte, que no s¨®lo es la segunda el¨¦ctrica del pa¨ªs, sino que cuenta con un futuro prometedor en el mercado de gas natural, no ha dudado en calificar la OPA de hostil.

Resulta f¨¢cil adivinar que entre los planes de la el¨¦ctrica vasca no figura unirse al operador dominante de gas, lo que, inevitablemente, dejar¨ªa sin salida sus contratos de aprovisionamiento de gas natural con los pa¨ªses productores.

La empresa de gas ha movido ficha, pero la partida no ha terminado a¨²n. Brufau, a cuya personal audacia el sector energ¨¦tico atribuye esta ins¨®lita operaci¨®n, ha tomado un enorme riesgo. No es nada f¨¢cil que la OPA salga adelante. Una fusi¨®n entre Gas Natural e Iberdrola dejar¨ªa muy mermada la cuota de mercado de otras grandes empresas del sector, que sin duda reaccionar¨¢n pronto. El espect¨¢culo est¨¢ asegurado.