?lex Rigola toma las riendas del Lliure y afirma que se ha acabado "el teatro arqueol¨®gico"

El Teatre Lliure ya es otra cosa. Su nuevo director, ?lex Rigola, tiene 33 a?os, luce patillas, cabalga una Harley Davidson y opina que los responsables del S¨®nar podr¨ªan muy bien estar en el patronato del teatro. Ayer, con el nombramiento oficial de Rigola, se consum¨® un fin de etapa y varios miembros de la familia Lliure, de la vieja guardia, Anna Lizaran, Llu¨ªs Homar y Pere Planella, lo dejaron claro con sus dimisiones. Rigola, que toma las riendas porque la candidatura de legitimidad din¨¢stica -que dir¨ªa Shakespeare- de Llu¨ªs Pasqual no ha podido llegar a buen puerto, afirm¨®: "Se ha acabado el teatro arqueol¨®gico". El nuevo director recalc¨® que la programaci¨®n llevar¨¢ el sello de lo contempor¨¢neo.

Pese a aparecer inicialmente algo amedrentado en su primera comparecencia p¨²blica como director del colectivo, ?lex Rigola fue taxativo en algunas afirmaciones. "Estoy aqu¨ª para llevar esta casa adelante y ponerla donde deb¨ªa estar. El Lliure ha de volver a tener prestigio nacional e internacional, y rehacer todas sus conexiones. Ir¨¦ muy fuerte en eso".

El nuevo director consider¨® que est¨¢ en una situaci¨®n "excitante" y a?adi¨®: "Cuando eres muy cr¨ªtico desde fuera y crees que puedes aportar cosas, da mucho gusto tener la oportunidad de hacerlo".

Rigola consider¨® que las dimisiones de Lizaran y Homar "son independientes" de ¨¦l y confi¨® en que ambos trabajen para el Lliure, en la consideraci¨®n de que "el Lliure no puede perder a dos grandes actores como ellos". En cuanto a Pasqual, dijo: "Tiene, por supuesto, la puerta abierta, y yo ser¨ªa burro si no le aceptase". Insisti¨® en que "tener a Pasqual aqu¨ª ser¨ªa fant¨¢stico" y explic¨®: "Tuvimos una conversaci¨®n telef¨®nica muy corta. Le llam¨¦ y le dije que hab¨ªa dicho que s¨ª a la propuesta de la junta de gobierno del Lliure para dirigir el teatro y que me sab¨ªa mal que fuera en esas circunstancias. Quedamos en ir a comer alg¨²n d¨ªa". Rigola dijo que no se le habr¨ªa ocurrido nunca aceptar la propuesta de direcci¨®n concurriendo Pasqual, pero que cuando ¨¦l se retir¨® y se lo propuso Antoni Dalmau, presidente de la fundaci¨®n del Lliure, no dud¨®.

"Estoy muy contento, aunque me siento mucho las condiciones en que se produce mi llegada a la direcci¨®n del Lliure: por la muerte de Montany¨¨s y por la renuncia de Llu¨ªs Pasqual", recalc¨®. Y a?adi¨®: "Se puede pensar que me han nombrado director porque soy joven, en la consideraci¨®n de que ello me hace manipulable. Pero formar¨¦ mi equipo y no aceptar¨¦ presiones; por supuesto, escuchar¨¦ a todo el mundo, pero espero la libertad absoluta de que debe disfrutar un cargo como ¨¦ste".

Rigola, que anunci¨® cambios en el consejo asesor de la direcci¨®n y en las jefaturas de programas del Lliure, esboz¨® algunos trazos de sus ideas sobre el Teatre Lliure. Se?al¨® la necesidad de establecer una "completa comunicaci¨®n" con el p¨²blico. "Hemos de estar muy cerca del ciudadano, aunque eso no significa renunciar a un concepto de teatro artesanal; hay que hablar a la gente de los temas que le interesan y preocupan. Muchas veces hemos visto teatro muy alejado de los intereses de los ciudadanos, y eso no puede ser". El nuevo director apostar¨¢ por "un teatro de calidad para todos".

Dijo Rigola que la comisi¨®n (propuesta por Pasqual) que se ha creado para evaluar la situaci¨®n del Lliure y los cambios que precisa le parece "indispensable", y que ser¨¢ ella la que dictamine "el verdadero coste que tiene el funcionamiento de este teatro". No obstante, consider¨®: "Es evidente que ahora no hay los medios necesarios, y las administraciones son conscientes de que no hay dinero suficiente". Para Rigola, el Lliure "no puede ser nunca de una sola instituci¨®n".

Preguntado sobre si la primera temporada que dirigir¨¢ habr¨¢ de ser de circunstancia, vista la premura de tiempo, contest¨®: "Hay suficientes creadores en esta ciudad para hacerla bien. Y tiene la ventaja de que ser¨¢ m¨¢s corta, pues una parte se har¨¢ en colaboraci¨®n y coproducci¨®n con el F¨°rum 2004". Anunci¨®, sin embargo, que entre sus primeras medidas estar¨¢ realizar "una reducci¨®n dr¨¢stica de la programaci¨®n". Y a?adi¨®: "No vamos a programar nada que no tenga sentido por s¨ª mismo. Cada espect¨¢culo ha de ser una fiesta". En cuanto a si cree que el Lliure debe conservar su sede hist¨®rica de Gr¨¤cia, respondi¨®: "?Ah, y tanto! Para los artistas es el espacio m¨¢s f¨¢cil y entra?able de la ciudad y est¨¢ cargado de energ¨ªa. Es una de las mejores salas de Barcelona y no la dejaremos".

A la pregunta de si seguir¨¢ dirigiendo, Rigola contest¨® con rotundidad: "?Por supuesto! En toda Europa lo primero que se le pide a un director es que defienda el cargo con sus propias obras". Anunci¨® que cumplir¨¢ los "peque?os compromisos" art¨ªsticos que tiene de antes de que se le propusiera el Lliure (un montaje con Albert Pla y un espect¨¢culo para Peralada sobre El cancionero de palacio, del siglo XV), pero que dejar¨¢ otros.

Acerca del Teatre Nacional de Catalunya y la posible competencia que puedan hacerse ¨¦ste y el Lliure, asegur¨®: "No me preocupa. Tengo buenas relaciones con Dom¨¨nec . Se pueden hacer compatibles las programaciones. El Lliure ha de ser algo diferente del TNC". ?En qu¨¦ sentido? "Se ha acabado el teatro arqueol¨®gico. Y con ello no quiero decir que el TNC lo sea".

Sobre la incorporaci¨®n de autores catalanes al Lliure, Rigola consider¨®: "Hay que dar oportunidades a los autores vivos, pero hablo m¨¢s en el sentido de creaci¨®n que de autor¨ªa escrita". En ese sentido, el nuevo director alab¨® la tarea llevada a cabo con j¨®venes creadores en el Espai Lliure por Joan Oll¨¦. De la Ciutat del Teatre, que el Lliure conforma con el Mercat de les Flors y el Institut del Teatre, dijo que cree en ella como "motor teatral" de Barcelona.

En el ¨¢mbito m¨¢s relajado de las impresiones personales de la experiencia, dijo Rigola que tener despacho le parece "raro, muy raro". "Y secretaria, ni te lo explico", a?adi¨®.