Falla con conciencia social
La hoguera de Mancha Real se rebela contra el drama de los inmigrantes y el machismo
Ni la intensa lluvia ca¨ªda durante buena parte del d¨ªa pudo impedir que los 5.000 kilos de madera y cart¨®n de las dos hogueras de Mancha Real (Ja¨¦n) fuesen pasto de las llamas pasadas las nueve de la noche. Lo hizo en medio de la expectaci¨®n l¨®gica de una celebraci¨®n singular en Andaluc¨ªa, la misma que le vali¨® para ser declarada hace tres a?os Fiesta de Inter¨¦s Tur¨ªstico Nacional.
La falla de Mancha Real ha cumplido 21 a?os de vida. Durante este tiempo, y en consonancia con el esp¨ªritu de las que se celebran en tierras levantinas, ha sido un fiel reflejo del acontecer local, pero tambi¨¦n ha sabido plasmar con la habitual iron¨ªa y mordacidad de sus creadores aquellos acontecimientos que han marcado la vida nacional e internacional. Y este a?o no ha sido menos. Bajo el t¨ªtulo Hay mucho fantasma, la hoguera principal de Mancha Real -desde hace cuatro a?os se quema otra infantil, m¨¢s peque?a- represent¨® un gran castillo medieval, de m¨¢s de 10 metros de altura, de cuyos torreones asomaban una serie de fantasmas.
"Hemos querido enviar un mensaje con una doble intencionalidad a las personas que s¨®lo les gusta figurar, pero que a la hora de la verdad no dan ni golpe. Es una cr¨ªtica a la hipocres¨ªa y a la falta de humildad en parte de nuestra sociedad", explica ?ngel Guerrero, presidente de la asociaci¨®n cultural San Jos¨¦, el gremio de carpinteros que asume la organizaci¨®n de esta fiesta. Quiz¨¢ tenga que ver ese t¨ªtulo con la decepci¨®n, que intentan disimular, que este a?o ha invadido a los miembros de la asociaci¨®n. Por vez primera se ha tenido que recurrir a un artista valenciano, Santiago Rubio, para que diera vida a la falla. "Es cierto que una de nuestras asignaturas pendientes es implicar en mayor medida a la gente joven para que no se pierda esta tradici¨®n", admite el presidente de los carpinteros de Mancha Real.
Desde que hace siete a?os dejara de confeccionarla Andr¨¦s Cubillo, aut¨¦ntico estandarte de la falla jiennense, la hoguera de Mancha Real ha estado inmersa en una incierta situaci¨®n de provisionalidad. Y eso se nota en el mensaje final que transmite. Este a?o, por ejemplo, no hay ninguna alusi¨®n a la inminente guerra con Irak. "Nosotros estamos en contra de cualquier guerra, pero no hemos querido politizar la hoguera", explica ?ngel Guerrero para justificar la ausencia de alusiones a la paz.
No obstante, la falla de Mancha Real no ha prescindido de su habitual s¨¢tira con acento social. Como la escena que reflej¨® el drama de la inmigraci¨®n, con las pateras y los agentes de la Guardia Civil. "Queremos denunciar que se pongan medios para acabar con esta tragedia", explicaba Benito L¨®pez, vicepresidente de la asociaci¨®n San Jos¨¦. Su compa?ero Enrique Ruiz hac¨ªa lo propio para interpretar otro de los cuadros de la falla, el que escenificaba a una cuadrilla de olivareros y, encima de ellos, unos buitres. "El sudor lo ponen los jornaleros y los beneficios del aceite del oliva se lo llevan las grandes multinacionales", dec¨ªa. Adem¨¢s, se criticaba la posici¨®n de la Uni¨®n Europea de restringir la plantaci¨®n de olivos.
Otra de las escenas era para criticar, de forma ¨¢cida, el machismo m¨¢s exacerbado, aunque tambi¨¦n se hac¨ªan gui?os al feminismo m¨¢s radical.
Dinamismo de la industria de la madera
La de Mancha Real no es la ¨²nica falla de la comunidad andaluza -el pasado domingo se quem¨® otra en San Juan del Puerto (Huelva) y el martes otra casi testimonial en Torredelcampo (Ja¨¦n)- pero s¨ª la que mejor ha heredado el esp¨ªritu de una tradici¨®n eminentemente valenciana.
?El secreto? "Que hay m¨¢s carpinteros que en Valencia, proporcionalmente", responde el alcalde, Francisco Cobo, satisfecho por el auge adquirido en los ¨²ltimos a?os por este festejo.
Y es que, en Mancha Real, localidad de unos 9.000 habitantes, hay casi un centenar de industrias del mueble y el 54% del Producto Interior Bruto de la econom¨ªa local procede del sector maderero.
Los muebles de Mancha Real se exportan a pa¨ªses tan diversos como Rusia, Jap¨®n, Argentina o Puerto Rico. Con todo, en sinton¨ªa con otros sectores productivos, la fabricaci¨®n de muebles tambi¨¦n est¨¢ pagando los efectos de la recesi¨®n econ¨®mica y la incertidumbre mundial a causa del conflicto con Irak.
En a?os alternos se celebra, de manera paralela a la falla, una feria multisectorial que pone de relieve la hegemon¨ªa de esta industria en la poblaci¨®n.
La encargada de prender fuego a la hoguera de Mancha Real fue la delegada provincial de la Consejer¨ªa de Turismo y Deporte, Rosario Morales de Coca. Y es que la asociaci¨®n cultural San Jos¨¦ ha querido reconocer el apoyo financiero de esta instituci¨®n para relanzar una tradici¨®n casi ¨²nica en la comunidad andaluza. Lo mismo que hacen la Diputaci¨®n Provincial y el Ayuntamiento de Mancha Real, los otros dos organismos que se implican en el patrocinio de unos actos que congregan cada a?o a miles de personas llegadas de toda la provincia jiennense.
Al final, como mandan los c¨¢nones, tambi¨¦n se indult¨® una de las 80 figuras de las que se compon¨ªa la creaci¨®n art¨ªstica fallera. Le toc¨® a dos de los fantasmas del castillo, los que representaban a un padre y a un hijo.
El ingenio del artesano Santiago Rubio se plasm¨® tambi¨¦n en la falla infantil, bautizada con el nombre de Castillos en el aire. Los sue?os infantiles, las luchas entre vaqueros e indios o los c¨¦lebres personajes de la factor¨ªa Disney, como Mickey o el pato Donald, fueron algunos de sus argumentos. Todos forman parte ya de la historia. Desde hoy toca pensar en la falla del pr¨®ximo a?o.
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