Veteranos de la Guerra del Golfo sufren desconocidas secuelas de origen qu¨ªmico
La Universidad Johns Hopkins estudia nuevos s¨ªndromes - Varios sitios recogen los testimonios de militares expuestos a gases t¨®xicos - Por cada soldado iraqu¨ª muerto, fallecieron 12 civiles m¨¢s
Hablan las v¨ªctimas de sus propias armas. La facultadd de medicina Johns Hopkins est¨¢ encargada por el Ministerio de Defensa para que estudie dos de los s¨ªndromes de la Guerra del Golfo, el NMH y el POTS, que se resumen en el s¨ªndrome de la taquicardia postural. Los soldados, de tanto tiempo de estar de pie o sentados, se quejaban de dolores de cabeza, presi¨®n arterial alta, dolores muscuclares, insominio.... Cada veterano de guerra que se somete al estudio le dan 100 d¨®lares.
Hay muchas protestas en la red por la atenci¨®n m¨¦dica que est¨¢n recibiendo los veteranos de la Primera Guerra del Golfo (IGG). "Yo no soy un n¨²mero", dice uno de ellos. "Yo soy uno de los 300.000 veteranos en la lista de espera de los m¨¦dicos", escribe Ronald Conley, comandante de la Legi¨®n americana.
El Centro Nacional de la Guerra del Golfo (NGWRC) informa que intervinieron 696.628 soldados; afirman que unos 100.000 quedaron expuestos a productos qu¨ªmicas, como el gas sarin, el cyclosarin y el mostaza; m¨¢s de 250.000 recibieron un f¨¢rmaco (Pyridostigmine bromide), que estaba en fase de investigaci¨®n, otros 8.000 recibieron la vacuna Bot Tox (Botulinum Toxoid), tambi¨¦n experimental, y 150.000 la pol¨¦mica vacuna contra el carbunco (¨¢ntrax).
Seg¨²n las mismas estad¨ªsticas del NGWRC, que recoge datos del Departamento de Defensa, 436.000 soldados vivieron en zonas contaminadas con uranio, basura t¨®xica y radioactiva, la mayor¨ªa de ellos sin protecci¨®n y sin entrenamiento para esas circunstancias. Tambi¨¦n cientos de miles de soldados (siempre norteamericanos) actuaron cerca de pozos petrol¨ªferos en llamas, respirando humo sin protecci¨®n. Seg¨²n Naciones Unidas, en la IGG murieron unos 100.000 soldados iraqu¨ªes y m¨¢s de 1,2 millones de civiles de la misma nacionalidad.
M¨¢s enfermos que nunca
Del lado norteamericano cayeron 148 soldados, un 12% por "fuego amigo", y hubo 500 heridos; sin embargo desde 1991 alrededor de 164.000 soldados, el 28% de los que estuvieron en el escenario de la Guerra, han necesitado servicios m¨¦dicos, un porcentaje que dobla al de la guerra del Vietnam o al de la II Guerra Mundial. El NGWRC, sin embargo, ignora qu¨¦ parte de toda la asistencia m¨¦dica se debe a curar los s¨ªndromes del Golfo.
El relato de extra?os males se cuentan por centenares. Por ejemplo, la soldado Julie Mock y su marido estuvieron en la frontera con Kuwait en 1991. Sus dos hijos, de 5 y 7 a?os, tienen problemas neurol¨®gicos. Los padres los relacionan con su estancia en la Guerra, pero las autoridades sanitarias no se lo reconocen.
El pr¨®ximo martes, veteranos de la guerra ir¨¢n a declarar ante la Comisi¨®n de Defensa del Congreso de Washington, sobre La Salud de las Fuerzas Armadas. Aunque el prop¨®sito de la audiencia es informar de las lecciones aprendidas en la pasada intervenci¨®n militar, servicios m¨¦dicos del NGWRC elevar¨¢n su protesta por que a los soldados enviados ahora a la guerra no se les haya tomado muestras de sangre, como es obligatorio. Seg¨²n the Kansas City Star, los soldados ahora s¨®lo tienen que rellenar un cuestionario de salud, en lugar de cmplir con la ley de 1997, firmada por Clinton, que exig¨ªa ex¨¢menes m¨¦dicos y mentales antes y despu¨¦s de la misi¨®n. El senador John Kerry, cr¨ªtico con el Pent¨¢gono, resume la situaci¨®n: "Parece que el mensaje es 'cumple con la patria, aunque la patria no cumpla contigo si has tenido la suerte de regresar".
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