Cu¨¢sares, machismo y estrellas de 'frecuencia' principal
Un grupo de j¨®venes comparte el ¨¦xtasis de la contemplaci¨®n de un cielo virtual, proyectado sobre la inmensa c¨²pula de un planetario astron¨®mico. En su interior, la doctora Langer, del observatorio Monclaire, imparte una peque?a charla sobre el nacimiento y la evoluci¨®n de las estrellas (no exenta de errores astron¨®micos colosales): "Las estrellas m¨¢s corrientes son las que los astr¨®nomos llamamos estrellas de frecuencia principal y tienen una gama que va desde la gigante azul a la enana roja. Las estrellas normales son las m¨¢s fascinantes... Luego est¨¢n las enanas blancas. El tama?o de ¨¦stas puede crearnos una gran confusi¨®n. Su densidad es tan grande que una sola cucharadita de este elemento pesar¨ªa toneladas y s¨®lo podr¨ªa ser levantada por una gr¨²a gigante. Luego est¨¢n los cu¨¢sares, las estrellas neutrones y los agujeros negros".
Las estrellas inician su azaroso periplo evolutivo (trayectorias de Hayashi) a temperaturas y luminosidades algo superiores a las que poseen cuando empiezan a fusionar termonuclearmente hidr¨®geno en su interior, fase que supone su bautismo de fuego como estrellas propiamente dichas (a diferencia de los planetas, que llegan a un estado de equilibrio a temperaturas moderadas, insuficientes para fusionar el hidr¨®geno en r¨¦gimen termonuclear). Dicha fase de fusi¨®n, por la que pasan todas las estrellas, constituye la fase m¨¢s larga y estable de sus vidas. Por ello recibe el nombre de secuencia principal (?no frecuencia! ?O¨ªdo, doctora Langer?). Cuanto m¨¢s masiva es una estrella m¨¢s r¨¢pidamente evoluciona (fusiona hidr¨®geno a un ritmo mayor y es m¨¢s luminosa). Por ello, el tiempo de vida de las estrellas de secuencia principal decrece ostensiblemente con su masa. As¨ª, una estrella como el Sol invierte unos 10.000 millones de a?os en dicha fase; una estrella de masa s¨®lo una d¨¦cima de la masa solar necesitar¨ªa unos tres billones de a?os para consumir todo el combustible nuclear, un tiempo superior a la edad del Universo; por el contrario, una estrella de 100 masas solares invierte solamente 200.000 a?os en la secuencia principal.
La denominaci¨®n estrellas gigantes suele referirse a aquellas estrellas m¨¢s luminosas y de mayor tama?o que las estrellas de secuencia principal, con ejemplos notables como Aldebar¨¢n, Antares o Betelgeuse. Tampoco la doctora Langer, protagonista del filme La invasi¨®n de las ara?as gigantes , dirigido por Bill Rebane, est¨¢ muy acertada en su enumeraci¨®n de remanentes estelares: mientras que las estrellas de neutrones y los agujeros negros constituyen verdaderos restos de la evoluci¨®n de estrellas (m¨¢s masivas que el Sol), los cu¨¢sares no tienen naturaleza estelar: se trata de galaxias activas cuya intensa emisi¨®n se debe a la presencia de un agujero negro central supermasivo que se alimenta de las estrellas de su vecindad.
Modestia, lo que se dice modestia, tampoco parece acompa?ar a las explicaciones de la doctora Langer: "Y ahora permitidme que os exponga mi teor¨ªa sobre la creaci¨®n del universo". "Mi" teor¨ªa no es otra que la c¨¦lebre teor¨ªa de la Gran Explosi¨®n o Big Bang, cuya paternidad se remonta al cient¨ªfico (y sacerdote) belga Georges Lemaitre en 1927...
El filme muestra otros aspectos tanto o m¨¢s bochornosos que los di¨¢logos de presunto contenido cient¨ªfico. Cuando el doctor Vance acude sol¨ªcito al observatorio Monclaire y se cruza con la doctora Langer, se desarrolla este interesante di¨¢logo:
-Hola, soy el doctor Vance.
-Oh, celebro que haya llegado, doctor. Soy Jenny Langer.
-Encantado... Tengo una cita con su padre.
-Oh, no, no... Mi padre ha fallecido.
-Perdone. Lo siento mucho... Entonces con su marido.
-No estoy casada.
-?No? Entonces... debe de ser con su hermano.
-No, mi hermano es decorador de interiores. Ver¨¢, doctor, me temo que su cita es conmigo: soy la doctora Jenny Langer."
Pat¨¦tico... Por una vez, la bata blanca que luce la investigadora (?por mucho que no suela ser la prenda habitual en un observatorio astron¨®mico!) no parece evidenciar su actividad profesional al machista doctor Vance...
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