Cantes de un exilio interior

Es veraz y directa, tiene aspereza y desgarro, la captura por la c¨¢mara documental de la cineasta francesa Dominique Abel de las gentes y las atm¨®sferas de donde surgen cantes gitanos en las tabernas de las Tres Mil, el barrio del Pol¨ªgono Sur sevillano, donde fueron a parar a finales de los a?os sesenta las familias gitanas expulsadas de su Triana, donde viv¨ªan desde hac¨ªa casi medio milenio.

Dentro de las austeras im¨¢genes de Pol¨ªgono Sur laten, ciertamente por debajo, estas viejas cosas cordiales y tr¨¢gicas. Pero quiz¨¢s se mueven demasiado por debajo, porque sus latidos no se perciben bien, quedan distantes y difusos, muy al fondo, casi silenciados. Y, sin embargo, es importante, y probablemente hubiera sido necesario para entender hasta el fondo las im¨¢genes arrancadas por Dominique Abel del ¨¢mbito casi carcelario de esta barriada sevillana, y para medir la hondura y el calado de las m¨²sicas gitanas que nos propone, saber que ese mundo urbano es el territorio de un tr¨¢gico exilio interior.

En Pol¨ªgono Sur se canta y se habla mucho de ahora, pero se echa de menos una fugaz mirada atr¨¢s, al origen de un arrabal donde muchos gitanos se sienten extranjeros en su casa. Abel y sus im¨¢genes lo dejan entrever, pero su buena pel¨ªcula hubiera ganado mucho si, adem¨¢s de entreverlas, nos hubiera dejado verlas en su antigua rudeza, que es la del fascismo, que a¨²n golpea a estos d¨ªas de cante y de queja que Abel busca y encuentra en el hondo abismo urbano del Pol¨ªgono Sur sevillano.