La CIA localiz¨® a Sadam y Bush cambi¨® sus planes
La inesperada perspectiva de acabar la guerra antes de haberla comenzado se le present¨® al presidente George W. Bush a las cuatro de la tarde del mi¨¦rcoles, cuando George Tenet, el jefe de la CIA, le comunic¨® que sab¨ªa con un 80% de probabilidades d¨®nde estaba e iba a estar m¨¢s tarde Sadam Husein. Bush convoc¨® urgentemente a su gabiente de guerra, evalu¨® la situaci¨®n y firm¨® la orden de destruir el edificio donde esperaba acabar con el presidente iraqu¨ª y otros dirigentes.
La guerra que iba a comenzar con un despliegue aplastante de capacidad tecnol¨®gica y fuego pod¨ªa quedar reducida a una espectacular operaci¨®n de ser cierta la fant¨¢stica informaci¨®n conseguida por la CIA de que el escurridizo Sadam y algunos de los "m¨¢s altos elementos del r¨¦gimen iraqu¨ª" estaban en el punto de mira, en un edificio no oficial de una zona residencial de Bagdad. Confirmados los extremos con sus agentes, Tenet elev¨® la informaci¨®n al presidente. Era una oportunidad ¨²nica que pod¨ªa no durar m¨¢s all¨¢ de unas pocas horas, le hizo notar.
De inmediato Bush convoc¨® al despacho oval al vicepresidente Dick Cheney; a los jefes del Pent¨¢gono y del Departamento de Estado, Donald Rumsfeld y Colin Powell; a su consejera de Seguridad Nacional, Condolezza Rice; y el general Richard Myers, jefe del Estado Mayor. Todos escucharon con atenci¨®n a Tenet, quien expuso las fuentes y solidez de sus datos y respondi¨® a las preguntas de los reunidos. Bush, seg¨²n fuentes de su Administraci¨®n, escuchaba a unos y a otros sin aparentar emoci¨®n y dos horas y media m¨¢s tarde firmaba la orden que idealmente iba a decapitar al r¨¦gimen.
El plan de ataque masivo elaborado al detalle durante meses quedaba temporalmente aplazado en beneficio de una operaci¨®n propia de comando. Unos 40 misiles Tomahawk fueron reprogramados con las coordenadas de la inesperada diana en ocho barcos y submarinos en el ?ndico y en el mar Rojo, mientras dos aviones F-117 indetectables por el radar despegaban de Qatar cargados cada uno con dos bombas inteligentes de casi una tonelada y capaces de penetrar metros de hormig¨®n armado.
"Ten¨ªamos indicios de que se trataba de una reuni¨®n de alto mando", dijo ayer Rumsfeld, a preguntas sobre el ataque y el da?o causado. "A¨²n lo estamos evaluando". Conforme pasaban las horas, tomaba cuerpo en Washington la impresi¨®n de que Sadam hab¨ªa sobrevivido. Seg¨²n los analistas, el ataque era se?al de que el espionaje norteamericano tiene acceso a colaboradores cercanos de Sadam -capaces de traicionarle, si es que la informaci¨®n fue pasada de forma deliberada a la CIA, aunque tambi¨¦n podr¨ªa haber llegado por v¨ªas indirectas- y el m¨¢s directo mensaje que se pod¨ªa enviar sobre la determinaci¨®n de Bush de acabar con la vida del l¨ªder iraqu¨ª.
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