El viejo y el nuevo mundo ¨¢rabe

"Desde hace 50 a?os, hemos acumulado error tras error, vemos que las cat¨¢strofes nos caen sobre la cabeza sin reaccionar. Hemos tardado un siglo en traducir y leer El Estado de los jud¨ªos de Theodor Herzl. ?ste es el resultado de la vana demagogia pol¨ªtica, de las guerras perdidas y de las elecciones ganadas por nuestros dictadores con el 99% de los votos, e incluso el 100% en el caso de Irak".

En el primer d¨ªa de la guerra, el comentario del analista pol¨ªtico de Al Yazira, que habla desde hace una hora, es el m¨¢s contundente. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n para salir de la par¨¢lisis? "No veo m¨¢s que una ¨²nica esperanza: que la sociedad civil ¨¢rabe despierte, que los pueblos se liberen de sus dictaduras, empezando por la tiran¨ªa iraqu¨ª, y que hagan o¨ªr sus voces".

Las im¨¢genes regresan: violentas manifestaciones estallan en El Cairo. En la pantalla aparecen estudiantes, ataviados con las tradicionales kuf¨ªas palestinas, que se enfrentan a la polic¨ªa antidisturbios.

El clima creado por los comentarios de Al Yazira desfasa de pronto estas im¨¢genes de manifestantes que gritan esl¨®ganes a favor de Irak. La nueva guerra del Golfo parece abrir en el mundo ¨¢rabe un espacio propicio a la lucha entre lo antiguo y lo nuevo. La cadena de informaci¨®n en ¨¢rabe recibida por 50 millones de televidentes sigue siendo, en su forma, una copia de la CNN. Pero la novedad es ¨¦sta: los ¨¢rabes no est¨¢n solos. "Por primera vez, la posici¨®n de Francia y de la comunidad internacional es similar a la del mundo ¨¢rabe, pero m¨¢s firme y valiente", anuncia el presentador.

Las naciones que consideran que el ataque estadounidense y brit¨¢nico es "ilegal" y "contrario al derecho", de Alemania a Rusia, de China a Indonesia o Ir¨¢n, son analizados con regularidad. Los ¨¢rabes no se encuentran protestando por sus derechos, no se muestran como v¨ªctimas y lloran de rabia ante el "complot" que el resto del mundo ha fomentado, como es habitual, contra ellos. Por una vez est¨¢n "del lado bueno". Y esta diferencia hace retroceder la paranoia, el complejo de persecuci¨®n, el sentimiento de estar humillados e incomprendidos, sentimientos que se encuentran en el origen del repliegue sobre s¨ª mismos y del ascenso del islamismo, fundados sobre el despecho. El ¨²nico problema es que Qatar, la sede de Al Yazira, es al mismo tiempo el pa¨ªs que alberga al comando militar estadounidense de la guerra que se desarrolla actualmente.