"Ahora hay m¨¢s base jur¨ªdica que en Kosovo"
Inocencio Arias, 62 a?os, no se arrepiente. En el restaurante griego que ha elegido frente al edificio de Naciones Unidas, reflexiona en voz alta. "Yo no me averg¨¹enzo". Sus dos hijas, en Madrid, se le han rebelado y han salido a manifestarse a la calle. Su padre ha puesto el rostro ante la comunidad internacional, en Nueva York, para la promoci¨®n, junto con Estados Unidos y Reino Unido, de la guerra contra Irak. El di¨¢logo se produjo el pasado jueves.
Pregunta. El presidente George Bush ha dicho que la guerra puede ser m¨¢s larga y m¨¢s dif¨ªcil de lo que se esperaba. ?Le ha llamado la atenci¨®n?
Respuesta. S¨ª, s¨ª. Bush es un hombre decidido, instintivo, y no querr¨¢ alimentar esperanzas que puedan ser falsas.
"Creo que fue Aznar, en el avi¨®n hacia Tejas, quien decidi¨® patrocinar la segunda resoluci¨®n"
"Espa?a y M¨¦xico se hab¨ªan jurado amor eterno antes de entrar al Consejo de Seguridad"
P. ?Qu¨¦ sinti¨® tras el primer ataque?
R. Estaba en casa cenando con ex presidentes latinoamericanos del Club de Madrid. Entre otros, Ernesto Zedillo, Fernando Henrique Cardoso, Eduardo Frei y C¨¦sar Gaviria. Me llamaron para decirme que Bush hablar¨ªa al pa¨ªs. Y todos salimos corriendo hacia la tele. Hab¨ªa preocupaci¨®n. El momento era solemne y triste. Al t¨¦rmino de la ¨²ltima reuni¨®n del Consejo de Seguridad ?qui¨¦n estaba contento? Nadie. En la sesi¨®n, ya se mascaba el ataque.
P. ?Cu¨¢nto lleva en la diplomacia?
R. Desde 1968. Son 35 a?os.
P. Si alguien le hubiera anticipado que iba a patrocinar una resoluci¨®n de ataque a Irak junto con EE UU, ?qu¨¦ hubiera dicho?
R. Bueno, yo tambi¨¦n viv¨ª la guerra del Golfo. El diplom¨¢tico recibe ¨®rdenes de su Gobierno y las ejecuta con fidelidad. Y yo lo he hecho. Represento a un Gobierno democr¨¢ticamente elegido que toma una decisi¨®n en materia de pol¨ªtica exterior y yo la ejecuto con celo, como he hecho con otros Gobiernos, de UCD y del PSOE. Yo no me tapo, me entrego y trabajo, como hice con los otros dos Gobiernos. Eso no quiere decir que est¨¦, ahora o entonces, de acuerdo con todo. Hay matices que yo hubiera planteado de otra manera. Pero en el fondo creo, como el Gobierno espa?ol, que el responsable de todo esto es Sadam Husein. Y s¨®lo ¨¦l
P. ?A qu¨¦ matices se refiere?
R. La presentaci¨®n del tema ante la opini¨®n p¨²blica. Pero, insisto, en el fondo estoy convencido, como el Gobierno, de que esta tragedia es responsabilidad de Sadam Husein. Lo que demoniza el asunto, para gran parte de la opini¨®n p¨²blica, es que podamos estar haci¨¦ndole el juego a EE UU y que sigamos su pol¨ªtica exterior aunque lleven raz¨®n. Pero -me anticipo y pido mil perdones- a veces hasta los presidentes de EE UU pueden tener raz¨®n. S¨¦ que para muchos en Europa es duro de admitir. No aplaudo todo lo que hace EE UU, pero ahora defienden algo obvio. Sadam Husein es un proscrito de la ONU. Tiene un pasado tortuoso, se estaba burlando de la comunidad internacional y la ONU, por unanimidad, le dio una ¨²ltima oportunidad. ?l se ha re¨ªdo. Y en Europa, ?oh misterio!, mucha gente parece pensar que el culpable de todo es Estados Unidos... No hemos sabido venderlo bien. Cuatro de cada cinco espa?oles est¨¢n en contra. Tiene una parte hermosa, pero otra alarmante. Si hay un dirigente proscrito, un dictador canalla, al que hay que darle un escarmiento de cualquier tipo, ?80% en contra! Lo hemos explicado mal.
P. Los antiguos presidentes con los que cen¨® en su casa han sido cr¨ªticos con Bush y se sorprenden por la posici¨®n espa?ola. ?No se lo hicieron sentir?
R. Fueron muy cautos. Dijeron, eso s¨ª, que es un momento inc¨®modo para estar en el Consejo de Seguridad.
P. ?No cree que el presidente del Gobierno piensa todo lo contrario, que ha merecido la pena participar en esta decisi¨®n?
R. Es una buena pregunta. Parece que Clinton dijo una vez que le hubiera gustado haber jugado un papel relevante en alguna crisis internacional y no pasar a la historia con una nota a pie de p¨¢gina por haber presidido una etapa de bonanza econ¨®mica o por su affaire con M¨®nica Lewinsky.
P. ?Cu¨¢ndo decidi¨® Espa?a patrocinar con EE UU y Reino Unido la segunda resoluci¨®n?
R. Fue una decisi¨®n del presidente. Creo que fue en el avi¨®n hacia el rancho de Bush en Crawford, en Tejas, a mediados de febrero. Creo que hasta cocinaron un p¨¢rrafo, aunque el borrador inicial era brit¨¢nico.
P. En el camino a Tejas, el intento de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de persuadir a Vicente Fox no parece haber sido una buena idea.
R. Sali¨® regular, est¨¢ claro. Ahora bien, Espa?a y M¨¦xico se hab¨ªan jurado amor eterno antes de entrar al Consejo de Seguridad. Fox y Aznar, y los ministros, ten¨ªamos un acuerdo para coordinarnos en el Consejo de Seguridad con los parientes iberoamericanos. Y los tres ministros de Exteriores -Espa?a, M¨¦xico y Chile- pensaban reunirse cada dos meses. Todo ser¨ªa objeto de consultas. Surge un problema serio que involucra decisivamente a EE UU y resulta que nos vamos al otro extremo. Si est¨¢s cercano al gran gringo, nos vienen a decir, nos devolvemos el rosario y el marco de plata. No es normal. Si se nos llena la boca a M¨¦xico y Espa?a diciendo que somos aliados privilegiados, hay que ser consecuentes. ?O es que si en algo coincides con EE UU apestas?
P. M¨¦xico sinti¨® que Aznar estaba presionando, que les estaba vendiendo el plan de Bush.
R. Por supuesto. Pero tambi¨¦n estaba vendiendo el plan espa?ol. Todos presionan. Habr¨ªa que preguntar a Fox o a Ricardo Lagos de quien han recibido m¨¢s llamadas, de Aznar o de Jacques Chirac
P. ?Por qu¨¦ Aznar se aline¨® desde un comienzo con EE UU?
R. Es una cuesti¨®n de convicciones. Se equivocan quienes piensan en contrapartidas econ¨®micas. Es, asimismo, una cierta idea pol¨ªtica del mundo.
P. ?Y la Carta de los Ocho? ?Por qu¨¦ ser el caballo de Troya en la Uni¨®n Europea?
R. Fue idea de The Wall Street Journal. Tony Blair y Aznar se pusieron de acuerdo y se dividieron el trabajo de hablar con otros pa¨ªses. No quiero echar le?a al fuego, pero ?qui¨¦n empez¨®? Alguien empez¨®, manifestando que no aprobar¨ªa en ning¨²n caso una resoluci¨®n de uso de la fuerza, ni siquiera con la bendici¨®n de la ONU. Sadam Husein empez¨® a frotarse las manos. No debemos dar lecciones de europe¨ªsmo, pero tampoco las aceptamos.
P. El laborista Robin Cook, al dimitir del gabinete brit¨¢nico, dijo que Irak no posee armas de destrucci¨®n masiva como para representar una amenaza.
R. Respeto su posici¨®n, pero pensamos que las tiene. La prueba es la conducta de Sadam Husein. Lleva 12 a?os y no ha acabado de explicar qu¨¦ pas¨® con esas armas. Cook dimite porque cree que no se debe autorizar la intervenci¨®n sin la bendici¨®n de Naciones Unidas. Olvidamos algo importante. ?l era responsable de Exteriores cuando se intervino en Kosovo y all¨ª tampoco hubo autorizaci¨®n de la ONU. Y -blasfemar¨¦ de nuevo- hay m¨¢s base legal en el caso de Irak que en el de Kosovo.
P. Kosovo fue una operaci¨®n al margen de Naciones Unidas. La carta de la ONU exige que se demuestre que la amenaza de un pa¨ªs a la seguridad colectiva es concreta, precisa y actual.
R. El Consejo de Seguridad ha establecido que Irak ha violado y viola las resoluciones de la ONU. Lo que se est¨¢ haciendo puede tener menos ropaje jur¨ªdico que la guerra del Golfo, pero est¨¢ mas arropado que en Kosovo.
P. Hay mucha gente que le conoc¨ªa a usted en Espa?a y en Am¨¦rica Latina y dice, ?no es posible que Inocencio Arias haya apoyado la posici¨®n del Gobierno espa?ol! Es como un agujero negro en su trayectoria.
R. No veo por qu¨¦. ?Para qui¨¦n trabajo? ?Para el Gobierno de Rusia?
P. ?Hasta el punto de defender las posiciones de EE UU con m¨¢s calor que su propio embajador, como suger¨ªa el telegrama revelado por la cadena SER?
R. Ah¨ª hay un error. Yo digo en el telegrama al Palacio de Santa Cruz que defend¨ª la iniciativa brit¨¢nica. ?Cu¨¢l? Quitar el p¨¢rrafo de la propuesta de resoluci¨®n que fijaba el 17 de marzo el ultim¨¢tum a Sadam Husein. Se trataba de ganar, con unos plazos m¨¢s largos, el apoyo de pa¨ªses como M¨¦xico o Chile. Est¨¢bamos tratando de suavizar nuestra primera propuesta. ?No se trataba de endurecerla! La lectura que se ha hecho es equivocada: para ir al servicio, los espa?oles tienen que pedir permiso a los norteamericanos y son m¨¢s papistas que el Papa. ?C¨®mo te embarcas en apoyar una modificaci¨®n sustancial de una propuesta sin estar de acuerdo los tres, cuando ¨¦ramos tres los que hab¨ªamos parido el texto?
P. ?Espa?a superar¨¢ el bache?
R. La imagen de Espa?a ha causado en alg¨²n sitio, lo reconozco, perplejidad, pero todo se resta?a. Se ha visto nuestra posici¨®n con sorpresa. Pero en algunos meses, la mirada ser¨¢ diferente. Si esto termina pronto, el mundo ¨¢rabe estar¨¢ agradecido. Saben que nos batimos el cobre en el tema de Oriente Pr¨®ximo y le ten¨ªan ganas a Sadam. Hay que rezar para que el conflicto sea breve.
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