"Ser¨¢ la mayor operaci¨®n humanitaria"
Las agencias de la ONU y las ONG temen una cat¨¢strofe en caso de que se interrumpa la ayuda alimentaria a la poblaci¨®n iraqu¨ª
Los cables de la corriente el¨¦ctrica que fulminar¨ªan al instante a todo aquel que tocara la red de hilo han sido enterrados. Los especialistas ingenieros lo han hecho para permitir la apertura de decenas de lugares de paso, por los que deber¨¢n transitar los 140.000 soldados norteamericanos y brit¨¢nicos que ya han empezado a internarse en el vecino Irak. Se trata de una frontera artificial construida por los kuwait¨ªes, tras la liberaci¨®n del pa¨ªs por las tropas estadounidenses en 1991, que tiene una longitud de 217 kil¨®metros. Los cables han sido enterrados y no cortados porque de lo que se trata es de presentar, de manera positiva, este llamado muro de la muerte. Si hasta ayer el enemigo a batir era el Ej¨¦rcito de Sadam Husein, pronto lo ser¨¢ el de los desesperados en fuga de la guerra y de la miseria.
"Prevemos dos millones de desplazados en Irak y 600.000 refugiados en las fronteras"
Algunos ambulatorios est¨¢n en condiciones de atender a 180.000 personas al d¨ªa
"Ser¨¢ la mayor operaci¨®n humanitaria de la historia", augura la espa?ola Antonia Paradela, portavoz del Programa Alimentario Mundial (PAM) que, desde su puesto en el emirato, trata de sensibilizar a la opini¨®n p¨²blica mundial sobre la cat¨¢strofe humanitaria, ecol¨®gica y sanitaria que la guerra podr¨ªa provocar. La funcionaria desgrana en tono grave y ¨¢nimo turbado las cifras de esta tragedia sobre las que el mundo estaba perfectamente alertado desde hace tiempo. "Prevemos dos millones de desplazados en el interior de Irak y unos 600.000 refugiados que intentar¨¢n atravesar la frontera con Kuwait, Ir¨¢n, Turqu¨ªa y Jordania. Tanto nosotros como Naciones Unidas, en general, estamos extremadadamente preocupados". Y nos explica por qu¨¦: "Ante todo hay que comprender que despu¨¦s de 12 a?os de embargo internacional, la mayor parte de la poblaci¨®n iraqu¨ª vive por debajo de los niveles de pobreza; un mill¨®n de ni?os sufre de malnutrici¨®n cr¨®nica y cinco millones de adultos no tienen aceso al agua potable ni a servicios sanitarios b¨¢sicos".
No solamente el Emirato ha adoptado la pol¨ªtica conocida como closet border policy (pol¨ªtica de frontera herm¨¦tica). Tambi¨¦n las autoridades saud¨ªes han sellado su frontera para impedir la entrada de iraqu¨ªes en fuga. A esta parte de la frontera podr¨ªan llegar hasta 100.000 refugiados. De d¨ªa, la zona que marca los confines entre Irak y Kuwait est¨¢ off-limits (espacio prohibido). Y tambi¨¦n el espacio a¨¦reo del noreste de Arabia Saud¨ª ha sido cerrado. El temor a esta avalancha humana ha inducido a proclamar el estado de excepci¨®n. Ir¨¢n, en cambio, ha consentido crear en su propio territorio estructuras de acogida del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Pero es un caso aislado.
Hay, sin embargo, algo que preocupa por encima de todo. No hay que olvidar que el 60% de la poblaci¨®n iraqu¨ª depende de las raciones alimenticias que distribuye el Gobierno. Con el actual r¨¦gimen de aprovisionamiento, conocido como oil for food (petr¨®leo por alimentos), el pa¨ªs importa 430.000 toneladas de alimentos al mes con un desembolso de 2.000 millones de d¨®lares al a?o. Los suministros llegan en un 60% por mar por el puerto de Um Qsar, la ¨²nica salida iraqu¨ª al Golfo, en un 30% por v¨ªa terrestre desde Jordania, y el ¨²ltimo 10%, tambi¨¦n terrestre, por la frontera turca.
Establecido este cuadro, se comprenden los temores de la ONU: "Es m¨¢s que probable que la guerra interrumpa el flujo mar¨ªtimo por la imposibilidad de utilizar el puerto de Um Qasr -conquistado ya por fuerzas brit¨¢nicas-, as¨ª como el terrestre por las carreteras que conectan con Jordania y Turqu¨ªa. "En el PAM estamos almacenando 32.000 toneladas de alimentos en las zonas colindantes con Irak, que deber¨ªan bastar para alimentar a dos millones de personas durante un mes, pero est¨¢ claro que eso no es suficiente", afirma Paradela. "Si la suspensi¨®n de suministros alimenticios se prolonga por otro mes, nos exponemos a sufrir una cat¨¢strofe en la que 10 millones de personas no tengan qu¨¦ comer". Por lo que respecta al Gobierno iraqu¨ª, la l¨ªnea oficial es la de que las familias disponen de recursos para cinco meses. Las raciones se distribuyen cada dos meses. Pero es importante saber cu¨¢nto tiempo hace que esas raciones se hallan en manos de los destinatarios. Si hace poco, es posible que puedan hacer frente a las necesidades de la guerra. Pero si son raciones antiguas, el riesgo del hambre es seguro. En resumen, la supervivencia de muchas familias iraqu¨ªes es s¨®lo cuesti¨®n de suerte.
Mucho peor a¨²n es el llamado escenario Sans¨®n, la destrucci¨®n de los pozos petrol¨ªferos iraqu¨ªes como crimen final de la locura de un dictador que ya no tenga nada que perder. En este caso, asistir¨ªamos a una cat¨¢strofe en el plano ecol¨®gico, alimentario, sanitario y econ¨®mico.
Es evidente que si Irak no puede vender su crudo tampoco podr¨¢ procurarse alimentos por falta del numerario preciso. De la misma forma, si se viera interrumpido el suministro de gas metano, las familias dejar¨ªan de poder cocinar y con los alimentos crudos almacenados no se podr¨ªa ni amasar pan. Habr¨ªa que garantizar entonces alimentos ya cocidos a todos. Ser¨ªa un desaf¨ªo insuperable, una tarea inimaginable. Dar de comer a casi 25 millones de personas igualar¨ªa el reto humanitario al que hace frente Naciones Unidas en todo el ?frica negra. Por lo que respecta a los da?os ambientales provocados por las emanaciones de centenares o miles de pozos incendiados, se puede afirmar con certeza que las secuelas para la salud durar¨ªan muchos a?os. El peligro viene, por a?adidura, de la utilizaci¨®n de la bomba de neutrones que se supone que es capaz de provocar un apag¨®n total de las centrales el¨¦ctricas sin, por ello, destruirlas. Y la falta de corriente el¨¦ctrica acabar¨ªa por causar la interrupci¨®n del suministro de agua potable, as¨ª como la contaminaci¨®n de las aguas embalsadas. Cabe imaginar qu¨¦ consecuencias tendr¨ªa todo ello para la salud de la poblaci¨®n.
Pero ni siquiera eso es todo. En la v¨ªspera de la que hoy se anuncia como "la mayor operaci¨®n humanitaria de la historia", ya faltan los recursos econ¨®micos para comprar todo el alimento necesario y sufragar los gastos que supone hacerlo llegar a los lugares donde se precisa. Las diversas organizaciones humanitarias de Naciones Unidas han formulado una serie de peticiones de auxilio para asegurarse los 123 millones de d¨®lares de ayuda urgente, pero de ellos s¨®lo han llegado, por el momento, 33 millones. El propio PAM necesita 23,5 millones de d¨®lares para cumplir con su cometido, pero ha recibido solamente 7,5 millones. Y el problema es que aunque haya reservas alimenticias en Jordania, puede que falte el dinero con que pagarlas y transportarlas hasta Irak. ?ste es tambi¨¦n un s¨ªntoma significativo de la crisis que sufren las organizaciones humanitarias en el mundo entero.
No solamente hay que tener en cuenta el destino de huidos y desplazados. La guerra acarrear¨¢ la aparici¨®n de millares, quiz¨¢ centenares de miles de prisioneros. Durante la operaci¨®n Tormenta del Desierto en la guerra de 1991, se rindieron cerca de 80.000 soldados iraqu¨ªes en unas pocas horas.
La obligaci¨®n de velar por el respeto a sus derechos humanos, tal como se establece en la convenci¨®n de Ginebra, corresponde a la Cruz Roja. Tamara al Rifai, siria, es la portavoz de la organizaci¨®n en Kuwait: "No podemos hacer una previsi¨®n del n¨²mero de prisioneros iraqu¨ªes de los que tendremos que ocuparnos. S¨®lo puedo decir que estamos consolidando nuestras estructuras de acogida en la regi¨®n, y que debemos contar con un n¨²mero elevado y suficiente de inspectores y de m¨¦dicos para escuchar a los prisioneros y cuidar de su estado general". La Cruz Roja se ocupar¨¢ tambi¨¦n de velar por las capas menos favorecidas de la poblaci¨®n en las ciudades iraqu¨ªes: "Nuestros ambulatorios est¨¢n en condiciones de atender casi a 180.000 personas al d¨ªa. Aunque en este sector estamos tratando de mejorar a¨²n m¨¢s nuestra capacidad de acogida".
Para complicar a¨²n m¨¢s el funcionamiento de todos estos mecanismos de ayuda, adem¨¢s de la burocracia de la ONU, de reconocida pedanter¨ªa, que a menudo privilegia los procedimientos puramente formales de trabajo -como, por ejemplo, la norma de que cada compra se vea sujeta antes a una licitaci¨®n p¨²blica-, hay que contar con las dificultades que interpone el propio r¨¦gimen iraqu¨ª. Las organizaciones de la ONU se han activado ¨²nicamente a partir de comienzos de marzo y, aun ello, vi¨¦ndose obligadas a hacerlo con sordina, casi a escondidas, por el temor de verse acusadas de estar avalando la guerra por el solo hecho de tomar medidas para hacer frente a la emergencia que conlleva. Pero de lo que no cabe duda es de que el coste mayor y m¨¢s terrible habr¨¢n de pagarlo los desplazados, refugiados prisioneros y, peor a¨²n, el pueblo iraqu¨ª, en general, que desde hace 20 a?os no ha conocido ni un solo d¨ªa de paz en la vida.
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