Fausto

A veces me recuerda a Julio Anguita. El corte de cara es moruno al igual que esa afilada barba trazada con tiral¨ªneas que exhib¨ªa "el califa". Se da tambi¨¦n un aire de maestro pueblo con su verbo cuidado y aspecto decoroso. Los mencionados son realmente los ¨²nicos rasgos comunes que comparten el que fuera coordinador general de Izquierda Unida y el candidato de la coalici¨®n a la presidencia regional Fausto Fern¨¢ndez. Cuando expone un argumento o teoriza, Fern¨¢ndez no mira al infinito como si una luz sobrenatural iluminara su corteza cerebral ni tampoco se atrinchera en sus convicciones como aquel que sumi¨® a la coalici¨®n en las cavernas del descr¨¦dito y la confusi¨®n. Es decir que afortunadamente ambos pol¨ªticos no tienen nada que ver, lo que resulta por cierto bastante tranquilizador. Y les digo esto porque aunque Fausto Fern¨¢ndez parece no poseer mayor relevancia publica, aunque no exhiba una imagen arrebatadora ni enardezca a las masas y aunque t¨¦cnicamente sea un perfecto desconocido para la inmensa mayor¨ªa de los madrile?os, este personaje puede tener la llave del gobierno de Madrid.

Aznar ha conseguido que las siglas del Partido Popular que antes tiraban hacia arriba de sus candidatos constituyan ahora una carga dif¨ªcil de levantar para quienes encabezan sus listas. Es el caso de Esperanza Aguirre que, a pesar del encomiable esfuerzo que realiza por trasmitir su oferta electoral a pi¨¦ de calle, no ve color en las encuestas. Los ¨²ltimos sondeos que manejan unos y otros apuntan la p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta que ha permitido gobernar al PP en los ¨²ltimos ocho a?os. Nada estar¨¢ claro hasta el 25 de Mayo pero, al d¨ªa de hoy, es perfectamente factible que la suma de los esca?os obtenidos por el PSOE e Izquierda Unida supere a los cosechados por los populares. El se?or Fern¨¢ndez ha avanzado ya que no permitir¨¢ si est¨¢ de su mano que gobierne la derecha, es decir que apoyar¨ªa a Rafael Simancas como presidente de Madrid. Otra cosa distinta es que la coalici¨®n, en ese hipot¨¦tico caso, vaya a alcanzar un acuerdo para entrar en el ejecutivo. En Izquierda Unida siempre ha habido una cierta alergia a participar coaligados en las tareas de gobierno por entender que de no desempe?ar un papel muy relevante existe el riesgo de acabar abducida por la formaci¨®n dominante. Ello explicar¨ªa las duras exigencias apuntadas por el candidato para entrar en el ejecutivo; nada menos que dos consejer¨ªas la de Sanidad y Vivienda adem¨¢s de administrar el cincuenta por ciento del presupuesto.

Es evidente que luego en una negociaci¨®n estas condiciones son manifiestamente alterables. Sorprende por tanto el l¨ªo que le han montado en su propio grupo al candidato por anunciar esas condiciones. Su antecesor y adversario interno, Angel P¨¦rez, no solo promovi¨® la descalificaci¨®n del Consejo Pol¨ªtico Regional de IU tachando de ileg¨ªtima la postura de Fausto Fern¨¢ndez sino que le acusa de haber humillado a la coalici¨®n. Una aut¨¦ntico recital de odio africano que seguramente vengar¨¢ actitudes similares sufridas en la pelea que libraron por el control de la formaci¨®n pero que, en las actuales circunstancias no puede ser mas descabellado.

Hace tan solo un par de meses nadie daba un duro por Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid y la adversidad de las encuestas llegaba al extremo de cuestionar la posibilidad de que obtuvieran representaci¨®n alguna. El desmadre interno fue precisamente la causa de ese deterioro que ¨²ltimamente hab¨ªan logrado remontar gracias al regalazo electoral que Aznar hizo a toda la izquierda con su disparatado apoyo a la guerra. Si Izquierda Unida continua dando la nota con sus miserias intestinas estar¨¢n desaprovechando probablemente la ¨²ltima oportunidad de ser alguien en Madrid. Ocupar la alcald¨ªa de Rivas durante ocho a?os le ha proporcionado al se?or Fern¨¢ndez una notable experiencia de gesti¨®n en la vida real y, sobre todo, un sentido pr¨¢ctico de la pol¨ªtica que el pr¨®ximo 25 de Mayo ha de poner en valor. La primera condici¨®n ser¨¢ mostrarse l¨ªder de una fuerza compacta y no caudillo de un carajal. Tal vez antes de hablar de pactos con Rafael Simancas convendr¨ªa que pactara con Angel P¨¦rez. El Fausto de Goethe pact¨® con el diablo y, aunque P¨¦rez tenga un punto canalla, no es tan malo.