El Tribunal Supremo confirma la absoluci¨®n del ex rector Villapalos

La Sala Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la absoluci¨®n del ex rector de la Universidad Complutense de Madrid Gustavo Villapalos y el ex gerente Jes¨²s Calvo Soria, de los delitos de malversaci¨®n y prevaricaci¨®n que les imputaban el fiscal y dos acusaciones. La sentencia ratifica el fallo del Tribunal Superior de Madrid, que no encontr¨® delito en el pago de 30 millones de pesetas al catedr¨¢tico de L¨®gica de la Universidad Complutense para compensarle de una sanci¨®n que fue revocada.

El Supremo se ci?e al relato de hechos probados de la sentencia del Tribunal Superior de Madrid, seg¨²n el cual el levantamiento de las sanciones al catedr¨¢tico de L¨®gica de la Facultad de Filosof¨ªa de la Complutense Manuel Garrido Jim¨¦nez por dos faltas disciplinarias leves no tuvo efectos pr¨¢cticos, ya que durante la tramitaci¨®n del expediente hab¨ªa estado suspendido de funciones y en esa situaci¨®n cumpli¨® la edad de jubilaci¨®n.

La Universidad le abon¨® los emolumentos dejados de percibir, que no inclu¨ªan el perjuicio derivado de publicaciones y actividades extraacad¨¦micas que pudiera haber realizado.

El entonces rector, Gustavo Villapalos, y el abogado Antonio Garc¨ªa-Trevijano, cu?ado de Garrido, convinieron una transacci¨®n extrajudicial para indemnizar los da?os morales sufridos por el catedr¨¢tico. Villapalos y el gerente del rectorado, Jes¨²s Calvo, consideraron "desproporcionada y excesiva" una primera petici¨®n de 50 millones de pesetas, pero aceptaron la cifra de 30 millones. La sentencia detall¨® que para el abono de esa indemnizaci¨®n "no se puso como condici¨®n que Garrido desistiera de una querella que ten¨ªa presentada contra Villapalos".

El pago fue convalidado por la Junta de Gobierno de la Universidad y entregado a Garc¨ªa-Trevijano y a Manuel Garrido en dos talones nominativos de 15 millones cada uno, que ¨¦stos aceptaron pese a que ambos hab¨ªan pedido al gerente talones al portador.

El Supremo ha rechazado hasta ocho motivos de casaci¨®n articulados por el ministerio fiscal y otros tantos por una acusaci¨®n popular, entre ellos, que la indemnizaci¨®n acordada fuera "arbitraria e injusta", como exige el delito de prevaricaci¨®n. La sentencia explica que para que una acci¨®n sea calificada como delictiva es preciso "algo m¨¢s", que permita diferenciar las meras ilegalidades administrativas de las infracciones penales.

As¨ª, aun cuando se actuara de forma indebida omitiendo el cauce formal del procedimiento administrativo, la decisi¨®n del rector se someti¨® al conocimiento de otros ¨®rganos de la Universidad, con lo que, desde la perspectiva del derecho penal, se respet¨® en la medida m¨ªnimamente exigible el ejercicio de control sobre la decisi¨®n de Villapalos.

Adem¨¢s, la sentencia asegura que la entrega del dinero obedeci¨® a una indemnizaci¨®n reconocida al catedr¨¢tico Manuel Garrido como consecuencia de "da?os de todo tipo". Subsistiendo esos hechos probados, "no puede afirmarse que la entrega del dinero integre un delito de malversaci¨®n".