20 j¨®venes insultan y acosan a Ruiz-Gallard¨®n tras un acto electoral

No eran m¨¢s de una veintena, pero lograron hacerse o¨ªr en varias calles a la redonda. Un grupo de j¨®venes recibi¨® y despidi¨® ayer a Alberto Ruiz-Gallard¨®n, candidato del PP a alcalde, al grito de "?asesino, asesino!" -por el apoyo de su partido a la guerra contra Irak- durante un acto de campa?a del actual presidente regional. Varios conductores se sumaron a la protesta haciendo sonar las bocinas de sus coches. Los j¨®venes amenazan con "reventar" a partir de ahora todos los actos electorales del PP.

Alberto Ruiz-Gallard¨®n se reun¨ªa ayer con el presidente de la Federaci¨®n Regional de Asociaciones de Vecinos, Prisciliano Castro, en la sede de la organizaci¨®n, junto a la plaza de Ventas. Acud¨ªan tambi¨¦n a la reuni¨®n la consejera de Servicios Sociales, Pilar Mart¨ªnez; el consejero de Hacienda, Juan Bravo, y el portavoz de la Comunidad, Manuel Cobo, todos miembros del equipo de campa?a del candidato.

Pero nada m¨¢s llegar la comitiva se top¨® con un auditorio no previsto. Nueve j¨®venes -que al rato se convirtieron en 20- recibieron al presidente con pancartas en las que se le¨ªa "No a la guerra" y gritos repetidos de "?asesino, asesino!". Ruiz-Gallard¨®n franque¨® velozmente la entrada y se dirigi¨® a la primera planta, donde Castro lo esperaba. Los manifestantes, estudiantes y miembros de organizaciones sociales, se quedaron en la calle, preparando la segunda parte de la protesta.

La reuni¨®n fue a puerta cerrada. Casi una hora despu¨¦s, los asistentes bajaron para hacer declaraciones a la prensa, con la atenci¨®n dividida entre la noticia oficial del d¨ªa y la que esperaba en la calle. Con el lema "No a la guerra" prendido en la chaqueta, Castro agradeci¨® al candidato que hubiera accedido a su invitaci¨®n y explic¨® algunas de las propuestas que le hab¨ªa trasladado por si alcanza la alcald¨ªa. Cuando el presidente tom¨® la palabra, sus promesas de nuevos planes de desarrollo para los distritos desfavorecidos se mezclaron con los c¨¢nticos que ven¨ªan de fuera.

Y lleg¨® el momento de irse. Ruiz-Gallard¨®n dio la mano a todo el mundo y sali¨®. Cruz¨® educadamente, pero sin saludar, entre los estudiantes que vociferaban "?asesino, asesino!" y algunos conductores que hac¨ªan sonar las bocinas de sus coches. El aspirante, convertido en blanco de la protesta antibelicista por segunda vez en 10 d¨ªas, no articul¨® palabra en esta ocasi¨®n. A¨²n tuvo que caminar 40 metros hasta alcanzar el coche oficial, esquivando los carteles que los j¨®venes le pon¨ªan delante de la cara: "Gallard¨®n, lleva el metro a Bagdad". Finalmente hizo un gesto de saludo y entr¨® con aparente serenidad en el coche. Los manifestantes se miraron satisfechos. Uno de ellos explic¨®: "La idea es reventar, a partir de ahora, cualquier acto del PP, que sus candidatos sepan que no van a estar tranquilos, que van a tener siempre 15 o 20 personas grit¨¢ndoles '?No a la guerra!".