La guerra, vista por los ¨¢rabes

La fiebre antiamericana subi¨® ayer nuevos grados en el mundo ¨¢rabe. Difundidas de inmediato por Al Yazira y reproducidas luego muchas veces en ¨¦sa y otras cadenas televisivas ¨¢rabes, las im¨¢genes de los civiles reventados por un proyectil estadounidense en una calle comercial de Bagdad ahondaron el dolor y la rabia de millones de ¨¢rabes. Muy preocupado, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, hab¨ªa telefoneado el d¨ªa anterior al primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, para rogarle que norteamericanos y brit¨¢nicos detengan de inmediato su invasi¨®n de Irak. "Deben darse cuenta de la tremenda tensi¨®n que se registra en las calles de Oriente Pr¨®ximo", le dijo.

A base de detenciones preventivas de opositores, una presencia policial abrumadora en las calles y dur¨ªsimas cargas contra los manifestantes, Mubarak est¨¢ intentando evitar la explosi¨®n en El Cairo de la olla del antiamericanismo. "La represi¨®n es feroz", denuncia Hafez Abu Saada, luchador egipcio por los derechos humanos. Lo mismo ocurre en otros pa¨ªses ¨¢rabes prooccidentales como Jordania, Marruecos y los del Golfo. Bush, dice Abu Saada, "afirma que pretende traer la democracia a Oriente Pr¨®ximo, pero otra de las muchas v¨ªctimas colaterales de su guerra son las escasas y fr¨¢giles libertades que pod¨ªan respirarse en algunos pa¨ªses ¨¢rabes".

A diferencia de 1991, los ¨¢rabes siguen la guerra en directo, v¨ªa sat¨¦lite y en ¨¢rabe

Las im¨¢genes reafirman la oposici¨®n a la guerra y galvanizan el orgullo ¨¢rabe

A diferencia de 1991, los ¨¢rabes no est¨¢n siguiendo esta guerra por CNN ni por sus cadenas nacionales de televisi¨®n, controladas por los reg¨ªmenes. Lo hacen, en directo, v¨ªa sat¨¦lite y en ¨¢rabe, a trav¨¦s de tres canales: Al Yazira, Al Arab¨ªa y Abu Dhabi TV. Y estos canales, en vez de deleitarse con im¨¢genes de columnas anglosajonas avanzando triunfalmente por el desierto o conferencias de prensa desde Washington o Londres, cuentan principalmente lo que pasa en Bagdad y otras ciudades iraqu¨ªes, tanto lo que dicen las autoridades iraqu¨ªes como lo que sienten los que sufren los bombardeos, la poblaci¨®n de la vieja Mesopotamia.

Con m¨¢s de 40 millones de espectadores, desde Marruecos a Bahrein, Al Yazira fue ayer la primera en difundir las escenas de las v¨ªctimas civiles del barrio comercial de Bagdad. Tambi¨¦n hab¨ªa dado la primicia de los primeros soldados norteamericanos muertos o capturados. El impacto psicol¨®gico de este tipo de im¨¢genes es extraordinario. Las de las v¨ªctimas reafirman el sentimiento generalizado de oposici¨®n a esta guerra; las segundas, y otras que confirman la existencia de una tenaz resistencia iraqu¨ª, comienzan a galvanizar los sentimientos de orgullo ¨¢rabe. "La combatividad iraqu¨ª es noble y valiente", escribe el diario sirio Al Baath, que siempre ha estado contra Sadam y su r¨¦gimen.

"Aguantar al m¨¢ximo hasta provocar violencias insoportables en las calles ¨¢rabes, nuevas manifestaciones en todo el mundo y gran inquietud en los medios pol¨ªticos, diplom¨¢ticos y financieros internacionales es la ¨²nica carta que le queda a Sadam", afirma en El Cairo un diplom¨¢tico magreb¨ª. "Al comienzo de la guerra", a?ade, "los dirigentes de los pa¨ªses ¨¢rabes prooccidentales s¨®lo pod¨ªan esperar que fuera corta y que r¨¢pidamente pudiera pasarse de p¨¢gina. Pero no est¨¢ siendo as¨ª".

En 1967, a estas alturas de los combates, Israel ya hab¨ªa derrotado por completo a los Ej¨¦rcitos de Egipto, Siria y Jordania y hab¨ªa ocupado Jerusal¨¦n, Cisjordania, Gaza, el Gol¨¢n y el Sina¨ª. Hasta ayer, las fuerzas angloamericanas no pod¨ªan reivindicar nada semejante en Irak. Esto llev¨® el lunes a los 22 pa¨ªses de la Liga ?rabe, con la excepci¨®n de Kuwait, a tener que asomar la cabeza y hacerse t¨ªmido eco de los sentimientos de sus poblaciones. La Liga ?rabe, comprendidos pa¨ªses como Egipto, Jordania, Marruecos y Arabia Saud¨ª, calific¨® de "ilegal" la guerra y pidi¨® su "inmediato cese".

Por temor a las manifestaciones convocadas para hoy y ma?ana, la Embajada de EE UU en Manama cerr¨® ayer a cal y canto, y su portavoz pidi¨® a "todos los norteamericanos que eviten las calles, los restaurantes, los centros comerciales y los cines". En Manama, la capital de Bahrein, uno de los tres pa¨ªses ¨¢rabes que prestan su suelo a la invasi¨®n de Irak, ya se han producido violentos enfrentamientos entre la polic¨ªa y manifestantes que quer¨ªan aproximarse a la Embajada estadounidense. Lo mismo ha ocurrido en El Cairo,Beirut, Jart¨²n, San¨¢, Damasco y Nuakchot. Este viernes, las fuerzas policiales en el mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n estar¨¢n en estado de m¨¢xima alerta ante la posibilidad de protestas tras las oraciones en las mezquitas.

La batuta de la creaci¨®n de opini¨®n en el mundo ¨¢rabe sobre esta guerra la llevan Al Yazira y las otras dos cadenas v¨ªa sat¨¦lite. Pero tras unos momentos iniciales de titubeo, la prensa escrita, incluso la controlada por los Gobiernos, eleva el tono y as¨ª pod¨ªa leerse ayer en la primera p¨¢gina del oficialista The Egyptian Gazette una comparaci¨®n entre los objetivos, los m¨¦todos y la propaganda de Bush y la de los nazis.

Bush comenz¨® esta guerra con una gran falta de credibilidad entre los ¨¢rabes, dada su pasividad ante la represi¨®n israel¨ª de la segunda Intifada palestina. La gran mayor¨ªa, incluidos los dirigentes, est¨¢ convencida de que EE UU ha invadido Irak para hacerse con su petr¨®leo, tomarse una revancha psicol¨®gica por el 11-S y confirmarse como la ¨²nica potencia imperial. Es, puede leerse y escucharse una y otra vez desde Casablanca a Bagdad, "una nueva cruzada".

Lo peor para EE UU, seg¨²n Ali Agwa, decano de la Facultad de Medios de Comunicaci¨®n de la Universidad de El Cairo, es que en la semana transcurrida "esa falta de credibilidad se ha acentuado. Ni los soldados iraqu¨ªes se rinden por decenas de millares, ni los civiles reciben gozosos a los norteamericanos, ni Sadam ha empleado armas qu¨ªmicas, ni los norteamericanos y brit¨¢nicos han conquistado tal o cual ciudad cuando dicen haberla conquistado". Esa incredulidad, seg¨²n Agwa, "afecta tambi¨¦n a los medios occidentales que dan p¨¢bulo a lo que sus profesionales deber¨ªan saber que es mera propaganda de guerra norteamericana".