Eros y Diderot
La vida de Diderot fue fascinante y desbordante. Con medios del siglo XVIII escribi¨® lo que hoy llevar¨ªa cuatro vidas al m¨¢s prol¨ªfico de los escritores, abord¨® con pasi¨®n temas que otros ilustrados despreciaban y llev¨® una vida amorosa plural e intensa", afirma Joaqu¨ªn Hinojosa, que se ha embarcado en la direcci¨®n esc¨¦nica de El libertino, comedia en la que Eric-Emmanuel Schmitt ironiza sobre c¨®mo pulsiones puramente personales pueden inspirar principios morales y ¨¦ticos de validez pretendidamente universal. Denis Diderot, su protagonista, escribi¨® algunas de las obras sobre las que se edific¨® la Ilustraci¨®n. "Fue el gran promotor y sostenedor de la Enciclopedia. Mientras que otros s¨®lo aceptaban escribir sobre temas capitales de la filosof¨ªa o sobre los grandes descubrimientos del momento, ¨¦l redact¨® art¨ªculos en los que se describe con precisi¨®n y elegancia extremas c¨®mo se construye un tonel, se forja una hoz, se confecciona una peluca, se opera una f¨ªstula anal o se abre una ces¨¢rea. Nada humano le era ajeno. Consideraba que todas las actividades humanas son decisivas en el fluir del progreso".
Eric-Emmanuel Schmitt (1960), con Yasmina Reza, el autor franc¨¦s vivo m¨¢s representado dentro y fuera de su pa¨ªs, estudi¨® filosof¨ªa y en 1987 ley¨® su tesis doctoral sobre Diderot. "Mientras la terminaba", escribe, "me promet¨ª que le dedicar¨ªa una comedia. Quer¨ªa contar su locura, su vivacidad, mostrar su libertad para cambiar de ideas y para contradecirse. Junto a Lucrecio y Montaigne forma parte de los caballeros de la duda, de aquellos que saben que pensar no es conocer". Diez a?os despu¨¦s estren¨® El libertino. "Esta obra propone una reflexi¨®n inteligente sobre las contradicciones entre pensamiento y sentimiento", afirma Hinojosa. "Atraer¨¢ tanto al espectador que s¨®lo quiera pasar un rato ameno como al que busque otros niveles de disfrute. Funciona como un mecanismo de relojer¨ªa. Schmitt presenta a Diderot pasando unos d¨ªas en el pabell¨®n de caza que ha puesto a su disposici¨®n Paul Henry Dietrich, bar¨®n de Holbach, para que revise las ¨²ltimas pruebas de imprenta del tomo IX de la Enciclopedia. All¨ª se presenta Madame Terbouche, pintora, quien pide al fil¨®sofo que pose para ella porque, le dice, lo que m¨¢s desea en el mundo es hacer un retrato de la inteligencia".
Todos los personajes que aparecen en El libertino son hist¨®ricos. "La Terbouche conoci¨® a Diderot con toda seguridad, porque ¨¦l rese?¨® en una influyente publicaci¨®n que editaban los hermanos Grimm uno de los dos cuadros que expuso en Les Salons d'?t¨¦ de Par¨ªs. Diderot fue el primer cr¨ªtico de arte de la historia, es decir, el primer hombre de letras que hace un estudio expresivo y formal de la pintura sin ser pintor, que se pone a dilucidar por qu¨¦ un cuadro emociona y otro no. Sus cr¨ªticas despertaron la admiraci¨®n de Catalina II de Rusia, quien le encomend¨® la elecci¨®n y la compra de las obras que configuran su colecci¨®n de pintura francesa del siglo XVIII: la que exhibe hoy el Museo del Ermitage, en San Petersburgo. En cuanto a Madame Terbouche, debi¨® de ser una pintora nada desde?able, a juzgar por los dos magn¨ªficos autorretratos que conozco: en uno se retrata vieja y fea, sin ning¨²n pudor, con una lupa delante de un ojo".
Diderot posa, pues, para Ter
bouche, semienvuelto en una t¨²nica socr¨¢tica que muestra m¨¢s de lo que oculta. "Intenta seducirla, ella le sigue el juego y, cada vez que parece que van a pecar, alguien les interrumpe: el secretario del fil¨®sofo, aduciendo que Rousseau ha declinado redactar el art¨ªculo sobre moral que deber¨ªa completar el tomo de la Enciclopedia; la hija de Diderot, que ha decidido ser madre soltera; una amiga de ¨¦sta, que desea hacerle padre... En fin, se desencadenan una serie de avatares que ponen en cuesti¨®n las convicciones m¨¢s profundas del protagonista, y que nos muestran hasta qu¨¦ punto en las relaciones personales hay que hacer concesiones: ser siempre coherente no es humano. Al final, Diderot llega a conclusiones muy sencillas sobre temas trascendentales". Los int¨¦rpretes de El libertino son Andr¨¦s Lima, Yolanda Ulloa, Ram¨®n Blanco, Nathalie Poza, Nuria Benet y Rebeca Valls.
El libertino. Madrid. Teatro de La Abad¨ªa. Del 3 de abril al 8 de junio.
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