Moneo convierte un palacio medieval en el nuevo Archivo General navarro

El arquitecto Rafael Moneo ha convertido el antiguo palacio de los Reyes de Navarra, del siglo XII, en un moderno edificio de custodia e investigaci¨®n de documentos, dotado con las m¨¢s modernas tecnolog¨ªas, que albergar¨¢ el nuevo Archivo Real y General de la comunidad foral.

Moneo mostr¨® su satisfacci¨®n por el buen resultado del proyecto, inaugurado ayer por los Reyes y la ministra de Educaci¨®n y Cultura, Pilar del Castillo. Las obras han costado m¨¢s de 18 millones de euros, pagados por el Gobierno aut¨®nomo. "Se me entreg¨® un edificio latente. Yo s¨®lo he contribuido a hacer que emergiera y reapareciese", dijo ayer el arquitecto. Su trabajo ha buscado la plena integraci¨®n de los restos del palacio, construido en 1190 por Sancho VI el Sabio, con las estructuras arquitect¨®nicas de piedra, madera y acero que ha dise?ado para albergar hasta 44.000 metros lineales de documentaci¨®n hist¨®rica.

El resultado es una edificaci¨®n que se asoma a la muralla medieval de Pamplona y conserva el cuadril¨¢tero del edificio original, as¨ª como algunos componentes de la primitiva construcci¨®n g¨®tica.

Torre del homenaje

En el v¨¦rtice donde estuvo erigida la torre del homenaje, Moneo ha levantado otra torre, visible desde buena parte de la comarca de Pamplona, cuadrangular y de once plantas, tres de ellas subterr¨¢neas. Esta estructura guardar¨¢ el patrimonio documental del Archivo, considerado por los expertos como uno de los m¨¢s importantes de Europa.

El arquitecto ha sustituido las escaleras de la torre por planos inclinados de acceso y ha colocado un lucernario de coronaci¨®n, con planos traNsl¨²cidos dispuestos de tal modo que permiten la distribuci¨®n de la luz natural de manera homog¨¦nea todas las horas del d¨ªa. Los techos de todo el edificio son dorados.

Moneo ha combinado en la reconstrucci¨®n del palacio, que tuvo en su momento usos religiosos y acab¨® convertido en Capitan¨ªa General y Gobierno Militar hasta 1972, las salas de lectura y consulta, el taller de restauraci¨®n y los laboratorios con otros espacios y abiertos al p¨²blico, con zonas como el patio de armas o la sala protog¨®tica.

"No soy tan due?o del edificio mismo, pero puedo verme como la persona que ha contribuido a que viera de nuevo la luz", asegur¨® el arquitecto. "Quiero evitar la autocomplacencia, pero estoy contento. Ha sido una obra compleja, que traba dos f¨¢bricas muy distintas, lo cual me ha permitido puntos de vista y contactos interesantes", a?adi¨®. Moneo cree acertado haber limpiado y mantenido intacta la apariencia g¨®tica general del palacio, "que es como su ADN y fundamento mismo, y no una invenci¨®n. Por algo est¨¢ enclavado en un ¨¢rea urbana tan actualmente medieval como el burgo de la Navarrer¨ªa de Pamplona".