Cuenta atr¨¢s
Con una factura y unos medios cinematogr¨¢ficos y un metraje de 45 minutos que permite alargar y mantener la intriga, 24 aspira a ser para Antena 3 (22.00) lo que CSI ha sido para Tele 5. Avalada por el ¨¦xito en Estados Unidos, la serie narra las peripecias de un agente de los servicios secretos envuelto en una laber¨ªntica conspiraci¨®n de esp¨ªas y terroristas para asesinar a un senador. Este eje narrativo se completa con una trama paralela en la que se dirimen los conflictos personales del agente (problemas con una hija secuestrada por un psic¨®pata y segunda oportunidad para salvar un matrimonio que se tambalea). La contradicci¨®n entre deber familiar y compromiso con la seguridad del Estado corroe a un agente que se aleja del modelo de superh¨¦roe y que pasa a engrosar el concurrido ej¨¦rcito de antih¨¦roes. Haber elegido a Kiefer Sutherland dificulta un poco la credibilidad del aspecto m¨¢s heroico y activo del personaje (peleas y persecuciones), pero, en cambio, refuerza la vulnerabilidad de su lado m¨¢s humano.
Los cap¨ªtulos funcionan sobre una estructura de rompecabezas alimentada por una omnipresente cuenta atr¨¢s que permite recurrir, a modo de obsesivo estribillo, a los d¨ªgitos implacables del tiempo que se agota (?met¨¢fora de las urgencias que se ciernen sobre nosotros?). Lealtades traicionadas, fragilidad sentimental, amenazas terroristas, lastres burocr¨¢ticos y un paisaje moral presidido por la corrupci¨®n y la desconfianza completan un artefacto narrativo en la m¨¢s pura tradici¨®n de la pol¨ªtica-ficci¨®n. Como recurso visual identificativo, la pantalla se subdivide en sucesivas pantallitas que permiten seguir la acci¨®n desde varios puntos de vista simult¨¢neos, como en las historietas. El mundo que retrata 24, no obstante, tambi¨¦n incluye su dosis de denuncia. Hombres responsables conviven con otros dispuestos al asesinato para mantener sus privilegios, rodeados de prodigios tecnol¨®gicos y aparatos de ¨²ltima generaci¨®n en telecomunicaciones. Estos monstruosos recursos, que permiten aislar al poder y dotarlo de un todopoderoso control sobre la poblaci¨®n, contrastan con alguna ingenuidad del gui¨®n, como cuando una de las agentes contesta al tel¨¦fono diciendo: "Unidad Antiterrorista, d¨ªgame", como si de una empresa de pizzas a domicilio se tratara. En resumen: entretenimiento trepidante con una excelente factura pero sin elementos realmente novedosos que lo conviertan en adictivo cl¨¢sico.
[Una media de 4.075.000 espectadores (22% de cuota de pantalla) siguieron el primer cap¨ªtulo de 24 y 3.013.000 (17%) el segundo, ambos estrenados el pasado lunes por Antena 3].
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.