Luz sobre los legendarios reinos de Nubia
Si alg¨²n lugar del mundo est¨¢ iluminado por una magia extra?a es la antigua Nubia. Ni el esp¨ªritu menos rom¨¢ntico evitar¨¢ sentirse seducido por los nombres y el rescoldo de la grandeza y misterio de los viejos reinos e imperios que all¨ª, entre Asu¨¢n y Jartum, crecieron y se derrumbaron: Kerma, Kush, Napata, Meroe, Alwa, Makuria. De aquella legendaria regi¨®n, repartida hoy entre Egipto y Sud¨¢n, llega un eco de caballos negros sacrificados en altos t¨²mulos b¨¢rbaros, im¨¢genes de pir¨¢mides extravagantes de fuertes pendientes y devastadas por la arena, faraones negros con la corona de la doble cobra, monta?as puras y dioses extra?os como Apedemak, el le¨®n victorioso, y Mandulis. "En Kerma, veinte mil tumbas ondulan bajo la arena bajo enigm¨¢ticas catedrales de barro seco", escribe Olivier Rolin en su hermosa novela Meroe (Anagrama), un ejemplo del terrible lirismo que inspiran los territorios nubios y sus ruinas.
NUBIA. LOS REINOS DEL NILO EN SUD?N
CaixaForum
Avenida del Marqu¨¦s de Comillas, 6-8.
Barcelona Del 10 de abril al 24 de agosto
Tierra del oro de los antiguos egipcios, por la que discurr¨ªan adem¨¢s hacia el norte las maravillosas d¨¢divas del tr¨®pico -pieles de leopardo, colmillos de elefante, plumas de avestruz, esclavos de ¨¦bano-, Nubia, conocida gen¨¦ricamente en el Egipto fara¨®nico que influy¨® y fue influida por ella como el reino de Kush, fue patria acreditada de feroces guerreros y excelentes arqueros. Una tradici¨®n que, representada por ejemplo por la tropa de estatuillas de la tumba del pr¨ªncipe egipcio Mesehti, lleg¨® hasta tiempos de la conquista isl¨¢mica, cuando el ej¨¦rcito que hab¨ªa tomado Alejandr¨ªa hubo de retirarse ante las murallas de Dongola, donde los arqueros nubios, entonces cristianos, apuntaban a los ¨¢rabes pregunt¨¢ndoles a gritos d¨®nde quer¨ªan que les clavaran sus flechas antes de asaetearlos en los ojos.
A ese mundo abigarrado de reinos, siglos y polvo, tan asombroso como poco conocido para la mayor¨ªa, est¨¢ dedicada la nueva exhibici¨®n que la Fundaci¨®n La Caixa ha organizado, siguiendo una tradici¨®n expositiva sobre antiguas culturas remotas que ha tenido ya felices paradas en la isla de Pascua, Nigeria, T¨ªbet o Afganist¨¢n. Bajo el t¨ªtulo de Nubia. Los reinos del Nilo en Sud¨¢n, la exposici¨®n est¨¢ compuesta por 350 piezas procedentes de 15 instituciones y museos, entre ellos, el British Museum, el Museum of Fine Arts de Boston, el Sudan National Museum de Jartum y el Museo Arqueol¨®gico de Madrid.
La exposici¨®n aborda la protohistoria nubia, la civilizaci¨®n de Kerma, c¨¦lebre por sus bucr¨¢neos y sus sacrificios humanos, el reino de Kush -con sus sucesivas capitales de Napata y Meroe- y su profunda imbricaci¨®n con el Egipto fara¨®nico; el reino de Meroe, su enfrentamiento con Roma y la supervivencia de sus dinast¨ªa hasta el 350 despu¨¦s de Cristo, los reinos medievales cristianos y la nubia islamizada.
Episodio fundamental en la historia nubia fue la conquista del vecino del norte por los grandes reyes egipcianizados de Napata, la Tebas del sur, que se hicieron enterrar all¨ª, junto a la monta?a sagrada de Djebel Barkal, en peque?as pir¨¢mides de lados escarpados, y cuya dinast¨ªa se contabiliz¨® como la XXV de faraones de Egipto, los llamados "faraones negros".
El heterog¨¦neo conjunto de la exposici¨®n, que incluye desde arte rupestre y Venus neol¨ªticas hasta alfarer¨ªa medieval pasando por estelas y estatuas de estilo egipcio, c¨¢lices, vasos, amuletos, elementos cosm¨¦ticos, joyas y relieves, se agrupa, para facilitar la comprensi¨®n, en seis ¨¢mbitos tem¨¢ticos (Los nubios y su entorno, Nubia y sus relaciones con Egipto y Roma, La realeza y la sociedad, La tecnolog¨ªa, La religi¨®n y El mundo funerario) m¨¢s un ep¨ªlogo sobre la recuperaci¨®n arqueol¨®gica de todo ese patrimonio, prestando especial atenci¨®n al papel jugado por Espa?a en esa labor.
"La idea de la exposici¨®n", indica la comisaria de la misma, la conocida egipt¨®loga Carmen P¨¦rez Die, "surgi¨® hace tres a?os con el entonces director Llu¨ªs Monreal, que hab¨ªa participado en la campa?a de salvamento de los templos de Nubia de inicios de los sesenta y recordaba aquello con emoci¨®n, lamentando que hubiera ca¨ªdo un poco en el olvido". P¨¦rez Die, que se?ala que parte del material obtenido en aquellas campa?as nubias de salvamento est¨¢ depositada en el Museo Arqueol¨®gico de Madrid y que a ra¨ªz de participar en aquella operaci¨®n Espa?a logr¨® el templo de Debod y la concesi¨®n para excavar en Heracle¨®polis (trabajos que dirige ella), explica que la idea ha sido mostrar c¨®mo una serie de culturas pose¨ªan su propia historia aparte de la egipcia, "darlas a conocer enfatizando el papel en su investigaci¨®n y conservaci¨®n de los arque¨®logos espa?oles". Por supuesto, se trataba tambi¨¦n "de un mundo que nos fascinaba, el de unas civilizaciones y reinos muy vinculados a Egipto, pero que supieron guardar su personalidad y conservaron una influencia africana muy importante".
La egipt¨®loga recalca que aunque hasta hace poco se ha considerado la cultura nubia como subsidiaria de Egipto, "hoy ha adquirido rango propio y actualmente se plantea la relaci¨®n en t¨¦rminos de reciprocidad e influencia mutua".
P¨¦rez Die, pese a abordar con estricto esp¨ªritu cient¨ªfico la exposici¨®n y contar con varios de los mejores especialistas mundiales, no es en absoluto insensible al encanto po¨¦tico de Nubia: "El desierto es fascinante, con esa luz clara que ves ba?ar las viejas pir¨¢mides de Meroe. Todos los que hemos estado all¨ª, lo echamos de menos".
La corona de la doble cobra
LA COMISARIA Carmen P¨¦rez Die se resiste a destacar piezas de la exposici¨®n, que no posee obras monumentales tipo colosos ni ha contado con material procedente de los museos egipcios, aunque s¨ª con una colaboraci¨®n muy generosa de los sudaneses. No obstante, ante la insistencia, se?ala una estatua de granito del rey Senkamanisken, del siglo VII antes de Cristo, procedente del maravilloso lugar de Djebel Barkal, la "monta?a pura" que representaba, por su perfil, el tocado del fara¨®n con el dobre ureus -cobra- caracter¨ªstico de los reyes kushitas y que luce, precisamente, la estatua. Y tambi¨¦n indica un peine neol¨ªtico de tres p¨²as, "que te pone los pelos de punta", y una estela real, y un vaso de porfirio negro, un ung¨¹entario. En todo caso, puntualiza, "lo bonito es todo, el conjunto". La exhibici¨®n incluye una selecci¨®n de 70 piezas que son "lo mejorcito" del Museo Arqueol¨®gico de Madrid. Fiel a la tradici¨®n de las exposiciones de civilizaciones pasadas de la Fundaci¨®n La Caixa, ¨¦sta de Nubia presenta tambi¨¦n alg¨²n acompa?amiento escenogr¨¢fico y filmaciones y fotograf¨ªas.
P¨¦rez Die recalca que la exhibici¨®n dedica espacio a todos los espa?oles que han trabajado en Nubia, lo que incluye a la barcelonesa Fundaci¨®n Clos, que realiz¨® varias campa?as en la necr¨®polis de pir¨¢mides reales junto a Djebel Barkal.
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