El cuerpo y su sombra
El surrealismo, ese movimiento surgido en el coraz¨®n de Par¨ªs, permiti¨® a los artistas liberarse de los atavismos del pasado a la vez que destil¨® algunos procedimientos creativos, como el automatismo, que indujeron a escribir y pintar sin inhibiciones. Algunos de estos procesos fueron desarrollados en extensi¨®n al otro lado del Atl¨¢ntico, desde finales de los a?os cuarenta, por los pintores del expresionismo abstracto siendo reinsertados en la cultura europea de la posguerra por artistas como Arnulf Rainer (Baden, 1929), quien recuper¨® la pr¨¢ctica del automatismo en el seno de lo que se ha denominado la "abstracci¨®n vienesa". Pero Arnulf Rainer hizo mucho m¨¢s que rescatar un mero procedimiento creativo, cuyos substratos te¨®ricos hincan sus ra¨ªces en los escritos que el doctor Freud elabor¨® en la capital de Austria, ya que emprendi¨® una investigaci¨®n pl¨¢stica en la que las figuras (su propia figura) son negadas al ser agresivamente ralladas y tachadas o recubiertas con capas de pintura chorreante, ejerciendo as¨ª un acto de negaci¨®n de la personalidad para la que se sirve de fotograf¨ªas que redibuja o repinta con trazos violentos y contundentes.
ARNULF RAINER
Galer¨ªa Nieves Fern¨¢ndez
Monte Esquinza, 25. Madrid
Hasta el 31 de mayo
Todo el mundo tormentoso de la enfermedad mental, del desequilibrio ps¨ªquico y emocional, se hace evidente en unas obras que se alejan de la frialdad de la abstracci¨®n geom¨¦trica y del conceptualismo al uso en los a?os sesenta. El sugestivo tratamiento que hace de la imagen del cuerpo y la agresividad con que ¨¦ste es atacado en su obra ser¨¢ el punto de partida de los trabajos de body art del grupo de "activistas vieneses" que abandonan el lienzo por el happening y la performance, g¨¦neros en los que el cuerpo f¨ªsico del artista y las agresiones que sobre ¨¦l realizan son la obra de arte en s¨ª.
En las pinturas de los ¨²ltimos a?os que ahora se presentan en Madrid, la imagen del cuerpo o las figuras humanas casi han desaparecido ya, pero los complejos procedimientos pl¨¢sticos en los que la fotograf¨ªa, el rayado o el punzonado se entrelazan con lo genuinamente pict¨®rico sigue siendo tan efectivo como en los a?os cincuenta. Aunque se trata de obras de una aparente irreferencialidad tem¨¢tica, en las que los chorretones de pintura de vivos y saturados colores desbordan los l¨ªmites f¨ªsicos del cuadro, la sombra del cuerpo humano, lacerado y sufriente, se sigue manifestando en el formato cruciforme de alguno de sus cuadros de gran formato.
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