El cerebro controla el peso corporal y la obesidad, regulando la absorci¨®n intestinal de grasas
La obesidad depende en buena medida de la absorci¨®n que el intestino realiza de los alimentos. Un nuevo estudio plantea que el cerebro desempe?a un papel fundamental en este proceso
La obesidad es un estado de adiposidad corporal que resulta de un desequilibrio entre la energ¨ªa consumida y la gastada, donde la primera supera a la segunda. Quienes la consideran una enfermedad cr¨®nica lo hacen atendiendo especialmente a su comorbilidad, es decir, a su frecuente coincidencia y relaci¨®n con enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes, la osteoartritis, la apnea obstructiva del sue?o y ciertos c¨¢nceres, adem¨¢s de importantes problemas psicol¨®gicos que afectan sobre todo a la autoestima de la persona obesa.
El estudio cient¨ªfico y social de la obesidad ha mostrado que se trata de una alteraci¨®n corporal compleja, cuyas causas son m¨²ltiples y variadas, pudiendo incluir factores gen¨¦ticos y epigen¨¦ticos, dieta y h¨¢bitos de ingesta alimentaria, estatus socioecon¨®mico y tipos de vida personal y social. Las personas generalmente engordan por comer m¨¢s de lo necesario, un comportamiento cuyas principales ra¨ªces vamos a encontrarlas, adem¨¢s de en su ambiente vital, en los sistemas homeost¨¢ticos e incentivos del cerebro que regulan el equilibrio energ¨¦tico y el peso corporal.
Aunque esos sistemas son m¨²ltiples y complicados, la obesidad depende en buena medida de la absorci¨®n que el intestino realiza de la comida ingerida, particularmente de las grasas. Pero, contrariamente a la idea, hasta cierto punto intuitiva, de que esa absorci¨®n tiene lugar de manera aut¨®noma por difusi¨®n pasiva en el sistema digestivo, ahora sabemos que es tambi¨¦n el cerebro quien la controla, y un numeroso y coordinado grupo de investigadores de hospitales y universidades de Shangh¨¢i en China acaba de poner de manifiesto el mecanismo preciso por el que ese control tiene lugar en ratones. Las caracter¨ªsticas de su investigaci¨®n, publicada en la prestigiosa Nature, son las que explicamos a continuaci¨®n a?adi¨¦ndole contexto en humanos.
Las primeras se?ales indicadoras de la presencia de nutrientes en el tubo digestivo le llegan al cerebro a trav¨¦s del nervio vago, el d¨¦cimo de los pares nerviosos craneales en las personas y el de mayor recorrido y m¨¢s importante del sistema nervioso vegetativo para la digesti¨®n y la homeostasis energ¨¦tica. Los cuerpos de sus neuronas se encuentran en cuatro n¨²cleos del tronco del enc¨¦falo, concretamente en el bulbo raqu¨ªdeo, y sus terminales se extienden por todo el tubo digestivo, inervando ¨®rganos como el est¨®mago, la vena porta y las criptas y valles de todo el intestino. Su sinuoso y vago recorrido por el interior del cuerpo es lo que le da su nombre. Buena parte de la funci¨®n del nervio vago es parasimp¨¢tica, constituyente, por tanto, de la parte del sistema nervioso vegetativo encargada del anabolismo, es decir, de limitar el gasto y promover el incremento y ahorro energ¨¦tico.
Ahora, los mencionados investigadores chinos han demostrado que, adem¨¢s de la conocida regulaci¨®n de la motilidad g¨¢strica y el proceso digestivo del nervio vago, cuando se inactiva qu¨ªmicamente su n¨²cleo motor dorsal en ratones se reduce la absorci¨®n intestinal de grasas, lo que les origina una p¨¦rdida de peso corporal. Asimismo, la activaci¨®n de ese mismo n¨²cleo origina el efecto contrario, aumentando la absorci¨®n intestinal de grasas y el peso corporal.
Pero lo m¨¢s novedoso y sorprendentemente que han observado los investigadores es que cuando se inactiva un determinado grupo de neuronas de ese mismo n¨²cleo, concretamente las que se proyectan al yeyuno, una parte del intestino delgado, se acorta la longitud de las microvellosidades de la pared intestinal, lo que reduce su superficie y con ello el lugar en cuyos capilares sangu¨ªneos se produce la absorci¨®n de las grasas. El cerebro, de ese modo, regula esa absorci¨®n controlando la longitud y superficie de los espacios intestinales en que tiene lugar.
Pero eso no es todo, porque los investigadores de Shangh¨¢i han completado su excelente y compleja investigaci¨®n mostrando que la puerarina, una sustancia utilizada para tratar las enfermedades vasculares del cerebro, aumenta la excreci¨®n de grasas fecales y la p¨¦rdida de peso inhibiendo igualmente a determinadas neuronas del n¨²cleo motor dorsal del nervio vago, lo que convierte a esa sustancia en un regulador de la absorci¨®n intestinal de grasas y, consecuentemente, en un prometedor tratamiento para controlar el peso corporal tambi¨¦n en humanos.
Materia gris es un espacio que trata de explicar, de forma accesible, c¨®mo el cerebro crea la mente y controla el comportamiento. Los sentidos, las motivaciones y los sentimientos, el sue?o, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje y la consciencia, al igual que sus principales trastornos, ser¨¢n analizados en la convicci¨®n de que saber c¨®mo funcionan equivale a conocernos mejor e incrementar nuestro bienestar y las relaciones con las dem¨¢s personas.
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