El hambre de los ojos
La obra de Tom¨¢s Segovia es amplia y esencialmente po¨¦tica, pero su presencia es patente tanto en el ensayo, el diario, la narraci¨®n y el teatro como en su dilatada trayectoria como traductor. No s¨®lo es un n¨®mada de los g¨¦neros: su condici¨®n de exiliado, a pesar de no ser esa circunstancia el tema de su poes¨ªa, determina que adem¨¢s de una b¨²squeda por reanudar la vida, su escritura sea sabia y conciliadora con esa misma realidad. Es su movimiento instintivo y su tendencia natural, pues en la errancia apoya la palabra su ra¨ªz y su peso. Es su forma de buscar la verdad, su particular modo de exponerse. Uno de sus poemas mayores lleva as¨ª el t¨ªtulo de Anagn¨®risis, que no s¨®lo es el reconocimiento de lo ignorado, tambi¨¦n una forma de arraigo y de fecundaci¨®n po¨¦tica. Frente al pasado acontecido y la espera en el tiempo suspendido, la poes¨ªa se hace irrupci¨®n disponible, se?al y compensaci¨®n, "siempre calladamente recobrada", que asume el olvido, lo nunca perdido.
EN LOS OJOS DEL D?A
Tom¨¢s Segovia
Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores.
Barcelona, 2003
341 p¨¢ginas. 16 euros
La palabra es su arraigo y su espacio una escritura resistente, a contracorriente. La centralidad est¨¢ en el margen: su centro es el poema, un yo que dice, y decir es exponerse y al tiempo descubrir que "la vida toda fue verdad". Su poes¨ªa se muestra como una suma que, libro tras libro, como bien ha visto Juan Malpartida, se concibe "como una composici¨®n con estructura de acoso", que sabe cu¨¢l es su curso. As¨ª lo ve tambi¨¦n Carlos Piera en la imprescindible introducci¨®n a esta antolog¨ªa: "Un conjunto que se despliega sin interrupci¨®n y resiste al intento, inevitable, de aislar aqu¨ª o all¨¢ un poema o unos versos". El propio poeta confirma el car¨¢cter unitario y musical de su obra en uno de sus ensayos: "Siempre he pensado que la poes¨ªa, contrariamente a una idea muy difundida, es un arte de grandes conjuntos, y que sus fragmentos aislados s¨®lo revelan su pleno sentido por relaci¨®n a una vasta organizaci¨®n de la Obra. Lo cual no quiere decir que no se pueda, a partir de un fragmento, de un poema, inferir m¨¢s o menos intuitivamente el conjunto org¨¢nico que supone". Esta antolog¨ªa de Aurelio Major toma esa inferencia intuitiva para, sobre esa red imposible de destejer, mostrar la "concentrada inmersi¨®n en la vida tal cual" que es la obra de Segovia.
El cuerpo central son dos libros sin duda capitales en la poes¨ªa en espa?ol: Anagn¨®risis y Cantata a solas, ejemplos innegables de conocimiento po¨¦tico. Del resto de sus libros se ofrece, afinando la mirada, algunos importantes y extensos poemas como 'El poeta en su cumplea?os' o 'Migraciones', y junto a algunos m¨¢s, la riqueza de sensaciones e intensidades er¨®ticas que es la serie titulada 'Colecci¨®n reservada de sonetos votivos', a la que sigue otra de imitaciones, parodias o improvisaciones procedentes de la edici¨®n privada de Bisuter¨ªa, algo as¨ª como un intermedio juguet¨®n y compartido -una antolog¨ªa ap¨®crifa de autores como G¨®ngora, Juan Ram¨®n o Machado escrita en colaboraci¨®n con Ram¨®n Gaya-. Digamos que el lector puede seguir las se?as que rigen su mundo po¨¦tico pues, casi como en el t¨ªtulo de uno de sus poemas, esta antolog¨ªa es un "andante giusto", aunque se echen de menos otros poemas tan decisivos como los recogidos. La inteligencia de estos poemas nace del esp¨ªritu cotidiano de su visi¨®n del mundo, de ah¨ª su lucidez y el rigor de su oficio, del ritmo de su modernidad. 'El viejo poeta' es el hermoso poema que cierra el libro, y all¨ª proclama qu¨¦ es ser poeta: alguien que envuelto en su lenguaje envuelve el mundo, alguien que "Respira el nombre entero de la vida / Con el que el mundo cada d¨ªa se hace suyo". Y sin nada detr¨¢s, iluminar nuestra mirada.
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