Sucesos que avivan el estigma de una enfermedad controlable
Pese a que la sufre una de cada cien personas y es f¨¢cil conocer a alg¨²n enfermo, la esquizofrenia sigue siendo una dolencia marcada por el estigma y los prejuicios. La aparatosidad de algunos sucesos como el ocurrido en la cl¨ªnica de la Concepci¨®n de Madrid contribuyen a ello, pero todos los psiquiatras coinciden en que el enfermo esquizofr¨¦nico, si est¨¢ bien controlado m¨¦dicamente, no tiene por qu¨¦ ser violento. De hecho las estad¨ªsticas indican que cometen menos delitos que la poblaci¨®n general y que cuando su enfermedad desemboca en alguna violencia, en la mayor¨ªa de los casos es contra s¨ª mismos: uno de cada diez esquizofr¨¦nicos acaba suicid¨¢ndose.
El principal peligro, para el propio paciente o para los dem¨¢s, se da en el momento de producirse el brote psic¨®tico, especialmente si la enfermedad no est¨¢ diagnosticada o, est¨¢ndolo, no est¨¢ m¨¦dicamente bien controlada, algo que podr¨ªa haber ocurrido en el caso de la joven doctora Noelia de Mingo. En todo caso, el brote psic¨®tico suele ir precedido de un periodo de inestabilidad y alteraciones del comportamiento que no pasan desapercibidas por el entorno.
La esquizofrenia, que en Espa?a afecta a unas 400.000 personas aproximadamente, est¨¢ causada por una alteraci¨®n org¨¢nica de base, de origen gen¨¦tico. Las personas que la padecen son susceptibles de desarrollar la enfermedad, que suele debutar con un brote psic¨®tico. El brote suele aparecer entre los 15 y los 30 a?os por un factor desencadenante, que puede ser un fuerte impacto emocional, una situaci¨®n prolongada de estr¨¦s o la acci¨®n de un agente t¨®xico, como el consumo de alcohol o de drogas sint¨¦ticas.
Realidad fabricada
La crisis psic¨®tica se caracteriza por una p¨¦rdida de la percepci¨®n de la realidad y su sustituci¨®n por una realidad fabricada por el propio cerebro. Con frecuencia, el brote psic¨®tico es de tipo paranoide y, en este caso, el paciente se siente amenazado y cree sufrir persecuciones. Esta creencia es la que le lleva a veces a defenderse violentamente. Durante el brote psic¨®tico, el paciente puede tener alucinaciones (o¨ªr voces, amenazas, ¨®rdenes de seres ficticios) y caer en el delirio.
Antes de que el paciente pierda por completo el control de la realidad y su cerebro pase a ser controlado por la realidad ficticia suele presentar se?ales de alarma, que pueden ser de signo pasivo (aislamiento, incomunicaci¨®n, incapacidad para sentir emociones) o activo (conductas extra?as, conflictos con el entorno, abandono de las pautas l¨®gicas de actuaci¨®n). Si se interviene en esta fase y el paciente recibe el tratamiento adecuado, se pueden minimizar las consecuencias del brote psic¨®tico. En estos momentos existen tratamientos muy eficaces que permiten que el 25% de los esquizofr¨¦nicos se curen por completo y el 50% pueda llevar una vida normalizada. El 25% restante sufre frecuentes reca¨ªdas que obligan a su internamiento hospitalario.
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