Esclavitud
Paso frecuentemente por la calle Goya y veo un d¨ªa tras otro, en cualquier ¨¦poca del a?o, a un hombre, aparentemente hind¨², arrastr¨¢ndose por el suelo, con sus flacas piernas descubiertas, diciendo, reiteradamente y en un castellano casi ininteligible "Ayuda, se?or". Yo me pregunto, ?c¨®mo ha podido este hombre desgraciado llegar hasta Espa?a y qui¨¦n le lleva y le trae todos los d¨ªas hasta el privilegiado barrio de Salamanca? ?Qui¨¦nes son esos canallas que le tienen esclavizado de esa manera?
La Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos se?ala que "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". "Nadie ser¨¢ sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes". Por eso, quiero hacer un llamamiento a alguna instituci¨®n p¨²blica o privada para que se haga cargo de ¨¦l, para que de esta manera pueda ser atendido como seguramente se merece, ya que estoy convencida de que siendo ni?o le rompieron la columna para poder vivir a su costa entonces y ahora.
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