"Los tiros suenan muy cerca de mi casa"
El p¨¢nico comienza a hacer mella entre los habitantes de Bagdad, que no saben hasta d¨®nde han entrado las tropas de EE UU
Llegaron los estadounidenses a Bagdad. Mientras el ministro de Informaci¨®n iraqu¨ª, Mohamed Said al Sahaf, declaraba que el Ej¨¦rcito de su pa¨ªs hab¨ªa vuelto a controlar el aeropuerto, que hab¨ªan muerto cientos de americanos y que otros permanec¨ªan rodeados por los iraqu¨ªes en una peque?a zona del aeropuerto, la realidad iba por otro lado.
Un total de 25 carros blindados Abrams y 12 veh¨ªculos acorazados Bradley se unieron a las fuerzas que hab¨ªan tomado la noche anterior el aeropuerto internacional, a 20 kil¨®metros del centro de la capital. La ciudad parece hallarse completamente cercada por las tropas de Estados Unidos. La carretera que va desde Bagdad a Tikrit, el lugar de nacimiento de Sadam Husein y el ¨¢rea donde cuenta con m¨¢s apoyo, permanec¨ªa ayer cortada por las tropas estadounidenses.
Familias de la elite econ¨®mica de Irak se refugian en los hoteles internacionales
A pesar de que el ministro de Informaci¨®n aseguraba que todo estaba bajo control, sus propios funcionarios no actuaban en consonancia con esas declaraciones. Uno de los gu¨ªas que asigna el Ministerio de Informaci¨®n acudi¨® a las nueve de la ma?ana a su puesto de trabajo para decirles a los cuatro periodistas para los que trabajaba: "Me van a disculpar ustedes, pero hoy no puedo cumplir con mi trabajo. Los tiros suenan muy cerca de mi casa, tengo a mi mujer y a mi madre indefensas. Y debo ir con ellas. El ch¨®fer hab¨ªa quedado conmigo a las ocho y media de la ma?ana. Son las nueve y media. Me extra?a que no haya venido".
A las dos de la tarde apareci¨® el ch¨®fer: "Disc¨²lpenme. Me ha sido imposible venir esta ma?ana. Mi barrio est¨¢ al lado del aeropuerto y hab¨ªa calles cerradas por los militares. Mi familia ha salido hoy de Bagdad. A lo mejor voy a necesitar dormir en el hotel para estar m¨¢s seguro. ?Podr¨ªa utilizar alguna habitaci¨®n de ustedes?".
Todos los periodistas se encuentran repartidos entre el hotel Palestine, cuyas habitaciones est¨¢n ocupadas al completo, y el Sheraton. Se hallan uno enfrente del otro. Ayer, algunas familias de civiles iraqu¨ªes pertenecientes a la elite econ¨®mica y social empezaron a ocupar habitaciones con cajas repletas de botellas de agua y otros v¨ªveres. Confiaban en que el hotel de los periodistas ser¨ªa un lugar seguro, pero justo en frente del Sheraton, a unos 200 metros, el Ej¨¦rcito iraqu¨ª plant¨® ayer seis ca?ones antia¨¦reos.
Mientras hac¨ªa esto, el Ministerio de Informaci¨®n llevaba a los periodistas a un barrio de palestinos que hab¨ªa sido v¨ªctima del fuego de bombas racimo durante la noche. No se hab¨ªa registrado ning¨²n muerto, tan s¨®lo unos diez coches incendiados y unos treinta heridos, pero el pavor a¨²n se apreciaba en la cara de ni?os y adultos. Hab¨ªa gente como el licenciado en Filolog¨ªa Espa?ola Musa Jalie, de 35 a?os, que se mostraba convencido de que los norteaamericanos hab¨ªan sido derrotados esa noche en el aeropuerto. "Tengo a una hermana viviendo cerca. Ayer fui a verla y s¨¦ que han muerto muchos americanos. Ojal¨¢ se vayan todos al infierno", dec¨ªa. Justo cuando los m¨¢s de cien periodistas captaban las im¨¢genes de los cristales rotos y los restos de bombas esparcidos por el suelo, sonaron detonaciones de otro bombardeo muy cercano. "Escriba, escriba que est¨¢n bombardeando cerca de aqu¨ª", se?alaba otro vecino.
Ayer, mientras algunos medios informaban de que los estadounidenses hab¨ªan entrado en Bagdad y otros aseguraban que todo el centro permanec¨ªa bajo control de los iraqu¨ªes, un periodista pregunt¨®: "?Y cu¨¢l es el centro de Bagdad?". Y otro le contest¨®: "El centro es este hotel, donde estamos nosotros. ?ste es uno de los sitios que van a defender".
En la representaci¨®n diplom¨¢tica de Cuba, una de las tres abiertas en la ciudad, junto con las de Rusia y el Vaticano, el embajador Ernesto Abascal escuch¨® durante varias horas de la ma?ana fuegos muy intensos a muy pocos metros de all¨ª. "Cuando ces¨® el fuego, un compa?ero dijo: 'Uno de los dos bandos ha tenido que ganar y dejar fulminado a otro, porque si no, es imposible que hayan dejado de disparar de esa manera". Anoche, en las calles c¨¦ntricas de la ciudad no hab¨ªa tanquetas y todo parec¨ªa bajo control de los iraqu¨ªes.
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