Los milicianos sudaneses del partido Baaz
"Defendemos Irak porque todos los ¨¢rabes somos una naci¨®n"
"Todos somos una naci¨®n", declara el sudan¨¦s Mike Ismail en uno de los blocaos de sacos terreros de la calle Saad¨²n, del centro de Bagdad. No es el ¨²nico. Mientras las autoridades iraqu¨ªes anuncian a bombo y platillo la llegada de 6.000 voluntarios ¨¢rabes dispuestos a luchar por su pa¨ªs, muchos residentes sudaneses hace ya semanas que se han unido. "Defendemos Irak bajo el principio de que todos los ¨¢rabes somos una naci¨®n", prosigue Ismail, que acaba de unirse a la milicia del Baaz a causa de la guerra y ya tiene en sus manos el preceptivo Kal¨¢shnikov. Su compromiso resulta mucho m¨¢s cre¨ªble que el del kazajo que se pasea por el hotel Palestina con el atuendo de los suicidas y concediendo entrevistas a los informadores.
Ismail, procedente de un pueblo cercano a Jartum que prefiere no identificar, tiene 30 a?os, aunque aparenta 10 m¨¢s. Cuenta que lleg¨® a Irak hace tres a?os como obrero no cualificado. Antes de la guerra del Golfo (1991), los trabajadores sudaneses eran muy numerosos en este pa¨ªs; hoy apenas llegan a 4.000.
"No, no me pagan por esto, lo hago de coraz¨®n porque aqu¨ª me siento como en mi pa¨ªs", explica ante las miradas de aprobaci¨®n tanto de su superior iraqu¨ª como de sus colegas sudaneses. "Hay muchos compatriotas que se han sumado a las milicias", afirma. Nadie facilita n¨²meros, pero en el centro de la ciudad, su piel oscura destaca entre el resto de los milicianos. Uno de ellos, Hadi, incluso chapurrea espa?ol, pero el responsable del Baaz considera que los periodistas ya han hablado demasiado.
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