Las empresas resisten
El Banco de Espa?a acaba de publicar la informaci¨®n sobre los balances y cuentas de resultados que recoge de aproximadamente 800 empresas que colaboran en la Central de Balances Trimestral (CBT). Seg¨²n la contabilidad nacional, el pasado a?o la econom¨ªa espa?ola prosigui¨® la tendencia de desaceleraci¨®n. Sin embargo, esto no parece haber provocado un deterioro muy importante en los resultados ordinarios de las empresas (antes de contabilizar las plusval¨ªas, minusval¨ªas y provisiones), lo que constituye una novedad positiva respecto a lo que suele suceder en las fases c¨ªclicas de desaceleraci¨®n.
El gr¨¢fico izquierdo nos muestra la evoluci¨®n del Valor A?adido Bruto de las empresas de la muestra (dir¨ªamos, su PIB) y del empleo. El primero crece ciertamente menos que en 2000, pero algo m¨¢s que en 2001, aunque hay que se?alar que estas magnitudes est¨¢n expresadas a precios corrientes y que el pasado a?o los precios del PIB aumentaron m¨¢s que en 2001. El empleo muestra una desaceleraci¨®n, pero puede considerarse positivo que en la actual coyuntura las grandes y medianas empresas espa?olas (que son las representadas mayoritariamente en el CBT) sigan creando empleo, aunque sea poco.
La disminuci¨®n de los tipos de inter¨¦s es como un b¨¢lsamo para las endeudadas empresas
En cuanto a los resultados (gr¨¢fico central), los ordinarios siguieron creciendo casi al mismo y elevado ritmo de los dos a?os anteriores, lo que se debe fundamentalmente a tres factores: el excesivo aumento de precios en algunos sectores, la relativa moderaci¨®n salarial y los menores gastos financieros por la disminuci¨®n de los tipos de inter¨¦s. Los resultados netos caen, sin embargo, fuertemente, por las abultadas provisiones realizadas por las grandes empresas para enjugar sus ruinosas inversiones en algunos pa¨ªses o sectores malparados. Pero esto es otro cantar.
Por ¨²ltimo, en el gr¨¢fico de la derecha vemos que la ratio de rentabilidad (resultados ordinarios sobre activo neto) incluso mejora respecto a a?os anteriores. Como el coste de la financiaci¨®n recibida ha disminuido, la diferencia entre rentabilidad y ese coste, que es uno de los par¨¢metros fundamentales de los que depende que las empresas inviertan, se ha ampliado a m¨¢ximos hist¨®ricos. Por eso, el Banco de Espa?a concluye en la nota de presentaci¨®n de estos datos, que "existen condiciones para el despegue de la inversi¨®n, cuando se clarifiquen las expectativas". Es cierto, aunque habr¨ªa que introducir un matiz que a m¨ª me lleva a pensar que el pr¨®ximo ciclo inversor va a ser m¨¢s moderado que otros anteriores: el elevado endeudamiento con que las empresas van a iniciar ese nuevo ciclo.
Adem¨¢s de la conclusi¨®n anterior, yo a?adir¨ªa otras dos. La primera, que se contrasta una vez m¨¢s que la machacona apelaci¨®n de los economistas a la moderaci¨®n de los salarios, la flexibilidad del mercado laboral y la preservaci¨®n de los beneficios de las empresas se traduce en resultados positivos en cuanto a creaci¨®n de empleo y en evitar que la econom¨ªa caiga en profundas recesiones. La segunda, que la disminuci¨®n de los tipos de inter¨¦s es como un b¨¢lsamo para las endeudadas empresas en momentos de debilidad coyuntural (tambi¨¦n para las familias). El BCE deber¨ªa apurar cuanto antes el margen de maniobra que a¨²n le queda. La evoluci¨®n que registra el precio del petr¨®leo, mucho mejor que la prevista, aleja riesgos inflacionistas y facilita su labor. L¨¢stima que no haya aprovechado la reuni¨®n del pasado jueves.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (FUNCAS).
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