Un viaje a la M¨¢laga republicana
Una exposici¨®n en el Centro Cultural de la Diputaci¨®n rescata el viaje a la modernidad que emprendi¨® la provincia entre 1931 y 1936
La guerra civil no s¨®lo dej¨® muertos y destrucci¨®n, sino tambi¨¦n un cortocircuito en la l¨ªnea de transmisi¨®n de la memoria hist¨®rica, particularmente en lugares como M¨¢laga, donde la contienda fue tan encarnizada y la represi¨®n tan brutal que durante muchos a?os la ¨²nica an¨¦cdota que se cont¨® de la Rep¨²blica, siempre desde la ¨®ptica de los vencedores, fue el negro episodio de la quema de iglesias y conventos de 1931.
El proyecto Historia, Imagen y Memoria de Andaluc¨ªa, impulsado por un grupo de investigadores de la Universidad de M¨¢laga (UMA), ha expurgado archivos p¨²blicos y privados, peri¨®dicos, revistas y libros de la ¨¦poca, para devolver a los ciudadanos que se acerquen hasta el pr¨®ximo 3 de mayo al Centro Cultural Provincial las piezas que les faltan del rompecabezas de la Rep¨²blica, "una ¨¦poca de clara apuesta por la modernidad, de proyectos ilusionantes dentro de un dif¨ªcil contexto de desigualdades sociales y atraso cultural", explica Fernando Arcas, coordinador junto a Antonio Garc¨ªa S¨¢nchez de la muestra, cuyo montaje ha patrocinado el ?rea de Cultura de la Diputaci¨®n de M¨¢laga.
Investigadores de la Universidad han expurgado archivos p¨²blicos y privados
Se editaban cinco peri¨®dicos, la mejor fuente para reconstruir la vida cotidiana
La exposici¨®n en el Centro Cultural de la Provincia se articula sobre 11 grandes paneles con textos y fotograf¨ªas que ilustran otros tantos aspectos de la vida en M¨¢laga entre 1931 y 1936: la pol¨ªtica, la prensa, la cultura, el movimiento obrero, el anticlericalismo, la mujer, el cine, el turismo, la prensa, el humor gr¨¢fico y la publicidad.
Junto a este material, otros elementos de la ¨¦poca, como carteles electorales originales, el escudo republicano del Ayuntamiento de Ronda, la mesa de la alcald¨ªa de Antequera, una urna electoral cedida por un particular que fue empleada en los comicios de 1936, v¨ªdeos con im¨¢genes que retratan acontecimientos trascendentales y otros cotidianos, y de fondo, grabaciones en audio de canciones y discursos de pol¨ªticos republicanos malague?os.
"La recopilaci¨®n y selecci¨®n del material ha sido muy complicada, porque de la Rep¨²blica se destruy¨® casi todo", explica Fernando Arcas, que agradece la ayuda prestada por los archivos municipales de Antequera, M¨¢laga y Ronda, el archivo D¨ªaz de Escovar, la Biblioteca Provincial y la Biblioteca C¨¢novas del Castillo, lugares en los que el equipo ha encontrado el material que se expone.
El resultado es una visi¨®n desprejuiciada y completa de una experiencia pol¨ªtica abortada cinco a?os despu¨¦s de su gestaci¨®n, pero que provoc¨® importantes cambios incluso en la vida cotidiana, como muestran las fotograf¨ªas de mujeres en la playa de los Ba?os del Carmen, luciendo ba?adores mucho m¨¢s exiguos que los que se impusieron tras la guerra. La mayor¨ªa de las im¨¢genes est¨¢n tomadas de los peri¨®dicos y revistas gr¨¢ficas de la ¨¦poca. "Los peri¨®dicos, que viv¨ªan su ¨²ltimo momento de gloria, son la mejor fuente para reconstruir la vida en la M¨¢laga republicana", comenta el coordinador de la muestra. Un dato revela la importancia de este medio de comunicaci¨®n: en la provincia se editaban entonces tres peri¨®dicos de corte conservador y dos de izquierdas.
La publicidad invitaba a beber Orange crush, a conducir un Citro?n que hoy ser¨¢ pieza de colecci¨®n, o a iluminar la noche con bombillas Osram. Tambi¨¦n se anunciaba en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos la modernidad de la leche condensada, y unas enigm¨¢ticas pastillas contra el aire fr¨ªo cuya eficacia hoy es imposible de contrastar. En las salas de cine, que se multiplicaron en la capital malague?a con la llegada de la Rep¨²blica, reinaban Charlot, El Gordo y el Flaco o Buster Keaton, y arrancaba la saga de un h¨¦roe en taparrabos llamado Tarz¨¢n.
Y m¨¢s pegados a la realidad, pero con ambiciones entonces ut¨®picas, unos maestros recorr¨ªan la provincia cargados de material did¨¢ctico para llevar a la poblaci¨®n malague?a analfabeta la luz de la cultura y el pensamiento; unos pocos emprendedores comenzaban a pregonar en folletos biling¨¹es (ingl¨¦s y espa?ol) las maravillas de las playas de Torremolinos; las revistas dedicaban sus p¨¢ginas femeninas a debates sobre el divorcio o recetas de lenguado a la bechamel y la alta burgues¨ªa se disfrazaba de ¨¦poca para participar en fiestas refinadas, quiz¨¢ para olvidar las convulsiones que tanto cambio estaban provocando en sus vidas; convulsiones que tomaban forma de huelgas, encendidos debates pol¨ªticos, destructivas algaradas callejeras y terribles procesos judiciales contra campesinos como los de Teba, que se rebelaban por un reparto m¨¢s justo de la tierra y los bienes.
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