Fran descubre su pierna derecha

Aunque el Deportivo no gane esta Liga, nadie olvidar¨¢ el partido de ayer, el d¨ªa en que Fran descubri¨® la existencia de su pierna derecha. Futbolista de gran talento, un zurdo cerrado que sigue estirando su carrera con enorme dignidad, Fran nunca enga?¨® a nadie en cuanto a lo que no se deb¨ªa esperar de ¨¦l: ni remates a gol ni el m¨¢s leve toque con la derecha. Hasta que ayer, cuando el partido caminaba hacia un empate que despejaba el camino del Madrid hacia el t¨ªtulo, apareci¨® para marcar desde fuera del ¨¢rea y con la derecha. Un milagro que no se olvidar¨¢ f¨¢cilmente.

Mucho antes de que emergiera el Fran m¨¢s ins¨®lito, el partido conoci¨® el sello de Nihat. Caso curioso el de este hombre, un ignoto futbolista turco hasta anteayer y que de la noche a la ma?ana se ha convertido en uno de los grandes nombres de la Liga. Nihat es un torbellino incontenible, un b¨®lido que se agazapa entre l¨ªneas y que, para mayor asombro, sigue corriendo a toda mecha como si no llevara dos tercios de campeonato a cuestas. Desde el principio del choque se vio que Nihat prend¨ªa un fuego incontrolable para la defensa deportivista, indecisa entre salir a por ¨¦l a la media punta o esperarle cerca del ¨¢rea. Y el peligro que se intu¨ªa tom¨® cuerpo muy pronto, en cuanto Rekarte vio que el turco iba a tirar un desmarque y le lanz¨® un pelotazo. Nihat enchuf¨® la propulsi¨®n, dej¨® clavado a Andrade y salv¨® con un tiro raso la salida desesperada de Molina.

Nihat es un torbellino, un b¨®lido que se agazapa entre l¨ªneas y corre a toda mecha

Irureta se ape¨® de su idea fija y dio entrada a Valer¨®n, que siempre tiene un efecto expansivo

El gol coron¨® un arranque del duelo en el que la Real estuvo bastante por encima del Deportivo. Por si quedaba alguna duda de los m¨¦ritos que ha reunido para estar donde est¨¢, la Real se dedic¨® a dictar lecciones de casi todo: de organizaci¨®n, de reparto de tareas para obstaculizar al contrario, de movilidad constante para buscar opciones de ataque y de exquisito manejo de la pelota. El problema de la Real fue que el gol a favor tuvo efectos contraproducentes porque el equipo cay¨® en esa man¨ªa absurda del conformismo en vez de persistir con el plan que tan bien le estaba resultando. Y, en cuanto empez¨® a recular, la Real dej¨® al desnudo su cara menos fiable, una defensa que no est¨¢ a la altura del resto del equipo.

Pese al repliegue visitante y los agujeros en su escudo defensivo, el Deportivo tuvo problemas para orientarse en el partido. Una vez m¨¢s, Irureta dej¨® a Valer¨®n fuera del equipo, un desperdicio que cada vez cuesta m¨¢s trabajo entender: su condici¨®n f¨ªsica no ofrece dudas y quien ocupa su puesto, Trist¨¢n, siempre saca alguna cosa brillante, pero tampoco se puede decir que viva d¨ªas de gloria. Sin Valer¨®n, el Depor tuvo los problemas habituales para enhebrar el juego y recurri¨® a la acci¨®n directa. Pero, entre el escapismo de la Real, algunos detalles magn¨ªficos de Fran y la tenacidad de Makaay para golpear en el ¨¢rea, el partido fue virando hacia el lado local. Y en ese momento tom¨® la palabra el ¨¢rbitro.

Un tipo tan experto como L¨®pez Nieto actu¨® con el nerviosismo y la improvisaci¨®n de un novato. Primero pit¨® una falta que fue un chiste porque todo el mundo pudo ver c¨®mo Scaloni se ca¨ªa por pisar la pelota. Y la casualidad quiso que de esa jugada naciese el empate del Deportivo en un magn¨ªfico disparo de Capdevila, que acababa de entrar relevando al lesionado Andrade. Tal vez consciente de su error, el ¨¢rbitro sac¨® la vara de compensar un instante despu¨¦s, ya con el descanso anunci¨¢ndose, y pit¨® penalti por un leve empujoncito de Scaloni a Aranburu, que pareci¨® el primer sorprendido por el obsequio que le hac¨ªan a su equipo. Kovacevic quiso marcar por la v¨ªa m¨¢s contundente y su remate, potente, alto y por el medio, lo repeli¨® el larguero. El esc¨¢ndalo, a pesar de todo, fue may¨²sculo y L¨®pez Nieto se retir¨® en medio de un mar de pa?uelos.

Con el intermedio Irureta se ape¨® de su idea fija y, al fin, dio entrada a Valer¨®n, que siempre tiene un efecto expansivo sobre el juego del equipo. Bajo el mando de su artista, el Depor se ech¨® a por la victoria con mucha m¨¢s propiedad que en la primera parte frente a un rival que replic¨® a cada acometida con un contragolpe emponzo?ado. El choque gan¨® inter¨¦s e incertidumbre, convertido por momentos en un vaiv¨¦n.

Pero, cuando el partido y el futuro de la Liga estaban en el aire, Fran sufri¨® la metamorfosis. De zurdo pas¨® a diestro y de pasador a rematador para sostener las esperanzas del Depor de discutir el campeonato al Madrid.