"La voz es el instrumento m¨¢s exquisito", afirma el tenor Jos¨¦ Cura
El cantante presenta su primer disco como director de orquesta
En su doble faceta como tenor y director de orquesta, Jos¨¦ Cura present¨® ayer en el Liceo de Barcelona los dos primeros discos de su propio sello, Cuibar: un recital de arias de ¨®pera en el que canta y a la vez dirige la Orquesta Sinf¨®nica de Varsovia, de la que es principal director invitado desde 2001, y su debut discogr¨¢fico como director de repertorio sinf¨®nico con una versi¨®n de la Sinf¨®nia n¨²mero 2 de Rachmaninov con la orquesta polaca. "La voz es el instrumento m¨¢s exquisito, pero tambi¨¦n amo el sonido de la orquesta", dijo el tenor.
"Antes de ser cantante, la direcci¨®n de orquesta era mi vocaci¨®n". No se trata, por tanto, de un capricho , sino de una necesidad art¨ªstica", explic¨® Jos¨¦ Cura. El tenor argentino asegura que, tanto cantando como dirigiendo, su reto es romper las etiquetas y los clich¨¦s impuestos por la tradici¨®n, ofreciendo su propia concepci¨®n de las obras que interpreta. "Al dirigir puedo mostrar otros matices de mi arte, al margen del canto. No me conformo con la tradici¨®n, quiero buscar mi propia interpretaci¨®n aun a riesgo de ser criticado, a veces despiadadamente".
Cura reconoce que cantar y dirigir no es habitual, pero s¨ª excitante. "En la grabaci¨®n no hay trucos, canto y dirijo las arias que interpreto, me encanta la posibilidad de buscar los colores m¨¢s adecuados en la voz y la orquesta. Hay que ensayar mucho, pero con una orquesta profesional el resultado es excitante", comenta. "En la sinfon¨ªa de Rachmaninov, mi concepci¨®n es carnal, pasional, pero buscando ante todo ensayar el car¨¢cter eslavo que tiene la m¨²sica".
A su pasi¨®n por la m¨²sica, Jos¨¦ Cura a?ade un temperamento comunicativo y un enorme sentido del espect¨¢culo. "En cualquier espect¨¢culo hay un elemento circense, y cantar y dirigir a la vez lo tiene. Todo el que sale a un escenario siente ese riesgo, porque la m¨²sica y el arte tambi¨¦n son espect¨¢culos para el deleite de las personas. Y si un artista te dice que no le halagan los plausos, miente".
El tenor quiere convertir el Liceo en uno de sus feudos oper¨ªsticos. Ayer, en una visita fugaz al coliseo l¨ªrico barcelon¨¦s, anunci¨® una "relaci¨®n duradera" a partir de enero de 2005, que se iniciar¨¢ con una versi¨®n de concierto de la ¨®pera de Verdi Il corsaro, y continuar¨¢ en 2006 con Otello y en 2007 con Andrea Chenier, de Giordano. "Los cantantes vamos de un sitio a otro, como gitanos n¨®madas, pero cuando surge un flechazo con un teatro hay que cultivar la relaci¨®n con ilusi¨®n", asegur¨®.
Sobre su relaci¨®n con el Teatro Real de Madrid, interrumpida tras un pol¨¦mico enfrentamiento con el p¨²blico en una funci¨®n de Il trovatore en 2000, dijo: "La relaci¨®n art¨ªstica con un teatro y su p¨²blico es como la de una pareja que discute, pelea, se reconcilia y contin¨²a adelante si se quiere de veras antes de llegar al divorcio. Y yo no me he divorciado del Teatro Real".
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