De escalofr¨ªo
Los caminos literarios y musicales que Francis Poulenc (1899-1963) eligi¨® para su ¨®pera Di¨¢logos de carmelitas sit¨²an esclarecedoramente sus intenciones. El punto de partida literario es la impresionante novela de la escritora alemana Gertrude von Le Fort La ¨²ltima del cadalso (muy recomendable su lectura como complemento de las representaciones. Est¨¢ editada en Destino), a partir de la cual Georges Bernanos elabor¨® unos guiones para cine sobre los que el compositor redact¨® el libreto. La l¨ªnea musical se deduce de la dedicatoria de la ¨®pera. En ella, adem¨¢s de a su madre, Poulenc nombra a cuatro compositores: Monteverdi, Verdi, Mussorgski y Debussy. De hecho, analiz¨® con esmero antes de meterse en la escritura l¨ªrica de Di¨¢logos de carmelitas la partitura de la ¨®pera Orfeo, de Monteverdi, y atendiendo a las sugerencias de su amigo bar¨ªtono Pierre Bernac las de Il trovatore y Aida, de Verdi. La v¨ªa rusa se manifiesta en el tratamiento de la prosodia y del recitativo cantado, y, en cuanto a Debussy, es evidente la conexi¨®n en esp¨ªritu musical de P¨¦lleas et M¨¦lisande con Di¨¢logos de carmelitas, en cierto modo su heredera medio siglo despu¨¦s. Y, ya puestos a establecer l¨ªneas de influencia, no est¨¢ de m¨¢s se?alar la condici¨®n de eslab¨®n en la otra direcci¨®n de la ¨®pera de Poulenc con respecto a Messiaen y su San Francisco de As¨ªs.
Di¨¢logos de carmelitas
De Francis Poulenc. Orquesta Sinf¨®nica de Sevilla. Director musical: Julian Kovatchev. Director esc¨¦nico: Jean Louis Pichon. Con Michelle Canniccioni, Anne Salvan, Sylvie Brunet, Eugenia Pont Burgoyne, Mich¨¨le Lagrange, Christian Tr¨¦guier, Javier Palacios y otros. Teatro de La Maestranza. Sevilla, 9 de abril.
Di¨¢logos de carmelitas es una obra maestra de la l¨ªrica y su presentaci¨®n en Sevilla ha sido un acontecimiento de primera magnitud, que refleja el estado de madurez alcanzado por el teatro Maestranza y su p¨²blico, un p¨²blico que sigui¨® la representaci¨®n con una atenci¨®n ejemplar y que matiz¨® acertadamente a trav¨¦s de la intensidad de sus aplausos la calidad de cada intervenci¨®n solista. En una obra por encima de todo reflexiva, en la que se trata de hero¨ªsmos y debilidades, de renuncias y sacrificios, de miedos y oraciones, de revoluciones y valores morales, de dudas y desgarramientos existenciales, el Maestranza logr¨® seguramente el punto m¨¢s alto culturalmente de su ¨²ltima d¨¦cada. Fue escalofriante la escena de la muerte de la primera priora, Madame de Croissy, a cargo de la mezzosoprano dram¨¢tica Sylvie Brunet. Magn¨ªfica la l¨ªnea musical de Eugenia Pont-Burgoyne como Sor Constance de St. Denis y la definici¨®n teatral y musical del controvertido personaje de Blanche de La Force por la soprano Michelle Canniccioni. En fin, todo el reparto vocal se movi¨® a un nivel solvente, y alcanz¨® cotas extraordinarias la actuaci¨®n de la Sinf¨®nica de Sevilla con el excelente maestro Julian Kobatchev al frente.
La producci¨®n esc¨¦nica, de una sobriedad ejemplar, en la utilizaci¨®n de objetos cotidianos: la plancha, el huerto-cementerio, las flores, la celos¨ªa, los austeros muebles, se vio reforzada al final por un po¨¦tico y desasosegante bosque de guillotinas sobre el ancho mar. Un ¨²nico disparate: la presencia de un Cristo-espantap¨¢jaros y kitsch de gran tama?o moviendo los brazos para acoger a las monjas despu¨¦s de morir, cuando la ¨²nica soluci¨®n posible a estas alturas de intensidad emocional era el silencio y el espacio vac¨ªo. En fin, caprichos de directores de escena.
Babelia
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