Urge una paz justa en Palestina
El conflicto israelo-palestino se halla en un momento muy dif¨ªcil. Un momento en el que unos cuantos gobiernos europeos -en manifiesta contradicci¨®n con sus respectivas opiniones p¨²blicas- han tomado partido o directamente participado en una agresi¨®n b¨¦lica contra Irak al margen de las Naciones Unidas. A estas alturas, poco importa que esos gobiernos se empe?en, absurdamente, en afirmar que la resoluci¨®n 1.441 de por s¨ª daba v¨ªa libre a la guerra. Importa poco, porque la Administraci¨®n de Bush ha dejado claro que su objetivo no es s¨®lo el desarme de Bagdad, sino tambi¨¦n -y sobre todo- el derrocamiento de su r¨¦gimen, algo no autorizado por la 1.441. El momento es asimismo dif¨ªcil, porque en Palestina nunca hubo una situaci¨®n peor. Seg¨²n un Informe del Banco Mundial publicado el 5 de marzo, tras dos a?os de conflicto con Israel, el 60% de la poblaci¨®n palestina vive por debajo de la l¨ªnea de pobreza (75% en Gaza). La econom¨ªa palestina se encuentra devastada. El 50% de los empleados en el sector privado han perdido su trabajo, al tiempo que la poblaci¨®n se ha incrementado en un 9%. El Banco Mundial urge a Israel a atenuar los bloqueos y toques de queda en las ¨¢reas palestinas, pero advierte de que la crisis econ¨®mica s¨®lo ser¨¢ zanjada si se progresa hacia un acuerdo de paz. Algo que es asimismo aplicable a la econom¨ªa israel¨ª, tambi¨¦n gravemente afectada por el conflicto. El documento asegura que "el leg¨ªtimo derecho de Israel a defender a sus ciudadanos de ataques es incuestionable. El reto consiste en hallar una v¨ªa para lograrlo sin destruir la econom¨ªa palestina ni el sustento de los palestinos".
A ello hay que a?adir que Cisjordania se encuentra artificialmente dividida por los israel¨ªes en m¨¢s de 50 cantones, donde el movimiento de los palestinos est¨¢ sujeto a un arbitrario sistema de permisos. Quinientas ochenta escuelas se hallan cerradas porque 250.000 estudiantes y miles de profesores no pueden acudir a ellas. El Gobierno de Israel y su ej¨¦rcito han logrado desintegrar la mayor parte de las funciones que llevaba a cabo la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y han destruido gran parte de sus infraestructuras. El sistema de salud y de protecci¨®n social est¨¢n hundidos. Todo ello en gran parte financiado por la Uni¨®n Europea.
Por otro lado, los asesinatos selectivos y las demoliciones de casas contin¨²an. S¨®lo en febrero han resultado muertos 72 palestinos, incluidos 25 civiles, tres de ellos menores de 10 a?os. Contin¨²a igualmente la construcci¨®n ignominiosa del llamado muro de seguridad con el que Sharon pretende aislar a¨²n m¨¢s los territorios palestinos. Una obra que es un insulto a la humanidad y que ya ha confiscado a los palestinos el 42% del total de la producci¨®n agr¨ªcola de Cisjordania. Mientras tanto, en la franja de Gaza, 6.000 colonos israel¨ªes consumen el 45% del agua y casi un mill¨®n y medio de palestinos tienen que apa?¨¢rselas con el 55% restante.
El momento es tambi¨¦n dif¨ªcil, porque a lo que hasta ahora he mencionado se une el hecho de que Israel cuenta hoy en d¨ªa con el Gobierno m¨¢s extremista de los ¨²ltimos tiempos. Como se sabe, Sharon preside un Gabinete de coalici¨®n que incorpora al Partido Nacional Religioso (extrema derecha, colonos) y a la Uni¨®n Nacional (partidaria de la expulsi¨®n de los palestinos). El partido Shinui, llamado centrista, nunca se ha interesado en demas¨ªa por el tema palestino. Reforzado por la coalici¨®n pol¨ªtica lograda y amparado por las oportunidades que le da la guerra contra Irak, Sharon ha radicalizado su posici¨®n. Contin¨²a con la pol¨ªtica de asentamientos, se opone a discutir el futuro de Jerusal¨¦n y se manifiesta contrario a un Estado palestino viable, al que concede tan s¨®lo "algunos atributos de soberan¨ªa" sobre una entidad que no sobrepasar¨ªa el 45% de Cisjordania y Gaza. Finalmente, las dificultades aumentan si tenemos en cuenta que, a causa de la guerra ilegal encabezada por Estados Unidos, la Uni¨®n Europea se encuentra m¨¢s dividida que nunca.
En un ambiente como el descrito, la frustraci¨®n, la indignaci¨®n y la desesperaci¨®n entre los palestinos est¨¢n a la orden del d¨ªa. En el inmenso campo de concentraci¨®n en que se ha convertido la peque?a franja de Gaza, el extremismo isl¨¢mico y militante que encarna Ham¨¢s ha desplazado pol¨ªtica y socialmente a la ANP, que Israel se ha encargado de semidestruir. En numerosos lugares de Cisjordania muchos palestinos sufren cotidianamente, pero en ning¨²n sitio las cotas de sufrimiento y desesperaci¨®n han alcanzado el nivel que en Gaza. All¨ª, la mayor¨ªa ha perdido toda esperanza y un mayor sufrimiento llega a no importar. Es uno de los lugares del mundo con mayor n¨²mero de suicidios y la mayor¨ªa de los suicidas-bomba que atentan contra civiles israel¨ªes proviene de Gaza. Han descubierto as¨ª la manera de causar da?o y sufrimiento a quienes les hacen sufrir. Aunque sea a costa de civiles israel¨ªes inocentes.
El doctor Eyad Sarraj, de renombre internacional, director del Gaza Community Mental Health Programme, cr¨ªtico de la ANP, de Arafat y de la corrupci¨®n, dice que los ni?os de la primera Intifada se han convertido en los hombres bomba de hoy y que hay toda una nueva generaci¨®n dispuesta a seguir sus pasos. El doctor Sarraj dice: "Si en Gaza se pregunta hoy a un ni?o qu¨¦ quiere ser cuando sea mayor, no contesta que le gustar¨ªa ser m¨¦dico, soldado o ingeniero; dice que quiere ser m¨¢rtir". En esta situaci¨®n, el odio engendra odio y no hay posibilidad no ya de convivencia entre dos pueblos, sino ni siquiera de coexistencia. ?Es posible hacer algo para disuadir a los palestinos de que contin¨²en arruinando sus vidas y las de los israel¨ªes? Nada serio ser¨¢ posible si no se crea previamente un ambiente al menos de relativa confianza. ?Qu¨¦ hacer, pues? En cualquier caso, hay que hacerlo ya.
No podemos aceptar el esquema de quienes pretenden postergar la consideraci¨®n de la soluci¨®n del conflicto israelo-palestino hasta "despu¨¦s de la guerra". No podemos, porque los defensores de esa tesis contemplan un calendario que es un pretexto para la inacci¨®n: guerra; posguerra en sentido muy amplio: ocupaci¨®n prolongada por parte de las tropas norteamericanas (?meses, a?os?); reorganizaci¨®n del sistema pol¨ªtico iraqu¨ª/implantaci¨®n de la democracia (?a?os? ?se implantan las democracias?); redise?o del mapa de Oriente Medio (?a?os?); continuaci¨®n de la campa?a norteamericana contra los restantes componentes del eje del mal -que Israel apoya fervorosamente y que, seg¨²n declaraciones de Sharon, debe incluir a Ir¨¢n, Siria y Libia (?a?os?)-.
La Administraci¨®n de Bush debe entender r¨¢pidamente que, con esta guerra y esta posguerra, cada semana que pasa sin acometer la definitiva soluci¨®n del conflicto palestino-israel¨ª es un torpedo a la l¨ªnea de flotaci¨®n de la estabilidad en la regi¨®n y en el mundo isl¨¢mico. La Administraci¨®n de Bush ha echado a pique los pilares y principios b¨¢sicos de las relaciones internaciones y del derecho internacional, incluido el sistema de Naciones Unidas.Independientemente de la calificaci¨®n pol¨ªtica y moral que se pueda aplicar a quien act¨²a de tal forma, hay que se?alar a dicha Administraci¨®n que voces, pol¨ªtica y culturalmente distintas, coinciden en la misma advertencia. As¨ª, Brzezinski invita a los EE UU a "encarar el hecho de que los problemas pol¨ªticos de Oriente Pr¨®ximo constituyen los antecedentes, e incluso el trampol¨ªn, para los terroristas". Mientras que Mahatir Mohamed, el primer ministro malaisio y presidente de turno del Movimiento No Alineado, declaraba el 3 de marzo que "tras la invasi¨®n de Irak, una ola de rabia y amargura recorrer¨¢ el mundo isl¨¢mico". Y, en l¨ªnea con el parecer de Brzezinski, a?ad¨ªa: "Habr¨¢ entonces muchos m¨¢s aspirantes a terroristas".
Es pronto para discernir si por ahora todo se quedar¨¢ en rabia, amargura y frustraci¨®n, o la cosa pasar¨¢ a mayores. Sin embargo, estoy convencido de que el Tercer Mundo (y en concreto el Tercer Mundo isl¨¢mico, que dispone de un arma pol¨ªtico-cultural imponente) no resistir¨¢ durante largo tiempo la acumulaci¨®n de humillaci¨®n, agravios y sinsabores a que una parte del mundo occidental le somete. De ah¨ª que -aparte de c¨®mo se gestione y por qui¨¦nes la posguerra de Irak, si bien deber¨ªa ser la ONU y no EE UU las que se encargaran de ello- sea muy importante urgir una r¨¢pida soluci¨®n -justa y digna- del choque israelo-palestino.
Tal como se est¨¢ en estos momentos reconfigurando el tablero internacional, ?de qu¨¦ instrumentos dispondr¨ªamos para la soluci¨®n del conflicto? En ocasiones, lo mejor es enemigo de lo bueno. Si estuvi¨¦ramos en una ¨¦poca distinta en las relaciones internacionales y la relaci¨®n de fuerzas entre los distintos sujetos internacionales (Uni¨®n Europea incluida) fuera otra, probablemente recomendar¨ªa otra l¨ªnea de actuaci¨®n. Como ¨¦se no es el caso, quienes est¨¢n implicados en el tema -esto es, EE UU, UE, Rusia y la ONU, que operan a trav¨¦s del llamado Cuarteto- deben urgir la r¨¢pida aplicaci¨®n de la denominada hoja de ruta (road map), esto es, el detallado plan por ellos dise?ado con la intenci¨®n de lograr un acuerdo satisfactorio. Matizando, dir¨ªa que en realidad son UE, ONU y Rusia las que deben empujar a Washington a que levante su veto sobre dicho plan, veto que mantiene por presiones de Israel. Pero ha de ser la versi¨®n original aprobada en Washington el 30-12-02, tal como exigi¨® el Consejo Europeo el 21 de marzo.
No es ¨¦ste el momento de examinar detenidamente la tal hoja de ruta. Baste recordar que persigue el arreglo final y global del conflicto en 2005, fecha en que, tras una serie de etapas y condiciones para unos y otros, incluidas dos conferencias internacionales, se constituir¨ªa definitivamente un Estado palestino independiente, democr¨¢tico y viable. La filosof¨ªa, principios y compromisos asumidos por los cuatro patrocinadores implican que el acuerdo supondr¨¢ el fin de la ocupaci¨®n israel¨ª iniciada en 1967, en base a lo establecido en la Conferencia de Madrid de 1991, el principio de paz por territorios, las resoluciones del Consejo de Seguridad 242, 338 y 1.397, los acuerdos previamente alcanzados por las partes y la iniciativa del pr¨ªncipe heredero saud¨ª -aprobada por la Liga ?rabe- que llama a aceptar a Israel como vecino en paz y seguridad, en el contexto de un acuerdo global.?C¨®mo interpretar la hoja de ruta de modo que pueda verdaderamente lograr el fin del conflicto? As¨ª: a) debe ser publicada ya, sin mayor dilaci¨®n, y entregada oficialmente a israel¨ªes y palestinos. b) El Cuarteto debe advertir formalmente a unos y a otros de que el documento aprobado el 20-12-02 en Washington es el definitivo. c) Podr¨¢n aceptarse correcciones o enmiendas menores, pero no aquellas que desvirt¨²en la filosof¨ªa, prop¨®sitos y objetivos del texto. d) Hay que entender que es, en este sentido, un documento no negociable. Si se prefiere, un documento impuesto.
S¨®lo una hoja de ruta llevada a cabo sin dilaciones y que cumpla lo que el propio Cuarteto impuso el 20-12-02 es la ¨²ltima oportunidad para comenzar a crear entre los palestinos un ambiente moderadamente optimista que les ayude a superar la frustraci¨®n y desesperaci¨®n en que se encuentran. ?nicamente la aparici¨®n inmediata de un horizonte pol¨ªtico que les convenza de que alguien est¨¢ dispuesto a poner fin a la miserable situaci¨®n en que se hallan podr¨¢ hacer avanzar la paz. Ese horizonte pol¨ªtico debe consolidarse antes de que los devastadores efectos de la guerra contra Irak y los innumerables y graves problemas que presenciaremos en la posguerra lo hagan imposible. Sin duda, ello redundar¨¢ asimismo en beneficio de los israel¨ªes, que, a pesar de las visiones y pol¨ªticas extremistas de quienes hoy les gobiernan, est¨¢n mayoritariamente a favor de un acuerdo racional con los palestinos. El proceso de paz debe culminarse r¨¢pidamente, porque tanto israel¨ªes como palestinos han vivido hasta ahora un largo proceso, pero ninguna paz.
Una coda, un apunte final, dirigida a la Administraci¨®n de Bush. Es evidente que la mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica europea y mundial se opone a la guerra contra Irak. Desde espa?oles, italianos, franceses, alemanes y otros en Europa, hasta australianos, indonesios o malaisios en otros continentes, por no hablar de egipcios o yemen¨ªes. Esta opini¨®n p¨²blica no entender¨ªa que Bush -que ha hecho a?icos el sistema jur¨ªdico internacional de convivencia- no estuviera dispuesto a imponer -en el seno del Cuarteto- una soluci¨®n que traiga la paz y una cierta dignidad a la antigua Palestina y el moderno Israel.
Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a y eurodiputado socialista.
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