El pleno de la despedida
Adi¨®s de ocho concejales en el ¨²ltimo plenario del Ayuntamiento de Barcelona
Adi¨®s al Sal¨® de la Reina Regent. El de ayer fue el ¨²ltimo plenario para ocho concejales del Ayuntamiento barcelon¨¦s, que celebr¨® la sesi¨®n que cierra el mandato 1999-2003. Ocho ediles -dos del PSC, uno de ERC, una de CiU y cuatro del PP- no concurren en las respectivas listas a las pr¨®ximas elecciones del 25 de mayo.
La de ayer, como cierre de mandato, fue una sesi¨®n en la que no falt¨® trabaijo anal¨ªtico. Por ejemplo, sobre la Carta Municipal. Una moci¨®n del equipo de gobierno acab¨® en una disputa entre los bancos del gobierno municipal y los de la oposici¨®n sobre la culpa de unos y otros en la casi nula aplicaci¨®n de una ley especial para la capital catalana. "Llevamos cuatro a?os de p¨¦rdida de tiempo porque no se ha podido desencallar la parte general por culpa del Gobierno del Partido Popular, y aqu¨ª, en Catalu?a, la Generalitat ha mareado la perdiz", esgrim¨ªa Ernest Maragall. Imma Mayol (ICV) iba un poco m¨¢s lejos: "El Partido Popular nos ha tomado el pelo". Jordi Portabella (ERC) se sumaba a las cr¨ªticas: "Lo que no puede ser es que el Gobierno central pretenda dar el mismo trato a Barcelona que a una ciudad de 300.000 habitantes". La oposici¨®n esquivaba las cr¨ªticas con argumentos acordes con la l¨ªnea habitual de ambas formaciones: CiU y el PP. A saber: Joan Puigdollers (CiU) afirm¨® que si la Carta Municipal no ha prosperado es "porque los socialistas no tienen una idea de pa¨ªs". En cambio, Emilio ?lvarez (PP) defend¨ªa la bondad de la idea de "caf¨¦ para todos".
La Carta Municipal se convierte en arma arrojadiza entre gobierno y oposici¨®n
La proximidad de las elecciones tambi¨¦n se not¨® en el orden del d¨ªa. As¨ª, una proposici¨®n del Partido Popular instaba al consistorio a suspender las campa?as institucionales al entrar en el periodo electoral comprendido entre la convocatoria de elecciones y el d¨ªa de la votaci¨®n. Pero fue CiU la m¨¢s vehemente en esa petici¨®n y no dud¨® en colocar una planta en el pupitre: "Si estamos en periodo electoral, no pueden repartir 200.000 plantas como ¨¦sta por la ciudad", se?alaba Joaquim Forn. "Cada a?o celebramos la fiesta de la primavera de alguna manera y eso es lo que hicimos, y no tiene nada que ver con que estemos en periodo electoral. No es una campa?a, es una fiesta", replicaba Ernest Maragall.
Tampoco falt¨® lo que ha sido una de las constantes de los debates de las sesiones plenarias: los rifirrafes entre gobierno y oposici¨®n a prop¨®sito de cuestiones de procedimiento. Unas discusiones tediosas que suelen acabar con aspavientos en los sillones de la oposici¨®n y gestos de impaciencia y enfado en el banco del equipo de gobierno. Algo as¨ª ocurri¨® en la discusi¨®n de la aprobaci¨®n definitiva de las ordenanzas municipales para los locales de p¨²blica concurrencia -bares, burdeles, discotecas, locutorios...- y sobre consumo de alcohol en la calle. La oposici¨®n calific¨® la ordenanza de "arbitraria y poco concreta". Entre las novedades que se incorporan a la ordenanza desde la aprobaci¨®n inicial figura la prohibici¨®n del botell¨®n durante todas las horas del d¨ªa, no s¨®lo entre las 23.00 y las 8.00, siempre que el consumo de alcohol en la calle cause molestias a los vecinos, algo que deber¨¢ apreciar la Guardia Urbana. Al mismo tiempo, regula las condiciones de los prost¨ªbulos, entendiendo como tales locales de m¨¢s de 250 metros cuadrados en los que se realiza intercambio carnal.
Una moci¨®n sobre la guerra de Irak que instaba a que la reconstrucci¨®n la realice la ONU y que sean los propios iraqu¨ªes los que decidan sobre su futuro cont¨® con el respaldo del equipo de gobierno y de CiU.
El Partido Popular, como siempre ocurre con todo lo relacionado con el conflicto b¨¦lico, se qued¨® solo.
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