Comunistas
Si para m¨ª es un insulto que alguien me diga facha por la calle, tendr¨¦ que comprender que para otros lo peor que se le puede llamar a alguien es comunista. Eso es lo que se deduce del episodio sucedido la semana pasada en el Parlamento andaluz, cuando la diputada del PP Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo interrumpi¨® las palabras de Concha Caballero, la portavoz de Izquierda Unida, para acusarla de ser lo que efectivamente es, una comunista.
Cuando yo era peque?o, a principios de los setenta, fui a la primera comuni¨®n de mi vecino Felix¨ªn. Al salir de la iglesia, todos su amiguitos y los chavales de su familia le rodeamos y empezamos a llamarle comunista, una palabra enigm¨¢tica para nosotros que comenzaba a o¨ªrse mucho en aquellas fechas, y que los chicos de entonces relacion¨¢bamos l¨®gicamente con la primera comuni¨®n. ?Comunista, comunista!, le grit¨¢bamos al pobre Felix¨ªn vestido de marinero. Y no entend¨ªamos por qu¨¦ los mayores nos dec¨ªan que nos call¨¢ramos, que esas palabras no deb¨ªan decirse en la calle.
No tengo la menor idea de los a?os que ha cumplido Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo. Si tiene m¨¢s o menos mi edad, igual ella tambi¨¦n vivi¨® un episodio semejante al m¨ªo, y lo que ha pasado sencillamente es que en su tierno cerebro qued¨® grabado para siempre que ser comunista, como ser puta, es algo que a nadie le gusta reconocer en p¨²blico. Si es mayor, tal vez ella, o sus padres, o sus abuelos, contribuyeran en su momento a convertir una palabra de tan noble etimolog¨ªa en un insulto; y la condici¨®n a la que hace referencia, en un delito.
Ciertamente, hac¨ªa mucho tiempo que no o¨ªa yo usar con desprecio la palabra comunista. La ¨²ltima vez fue en boca de Felipe Gonz¨¢lez. Para el historiador brit¨¢nico Eric Hobsbawm, al que este peri¨®dico entrevistaba muy oportunamente el s¨¢bado pasado, la palabra comunista no es un insulto; todo lo contrario. "El comunismo", dec¨ªa el titular de la entrevista, "contin¨²a vigente como motivaci¨®n y como utop¨ªa". El comunista del siglo XXI, precisaba m¨¢s adelante, sigue defendiendo las causas de los pobres y de los oprimidos, y persigue una sociedad libre, igualitaria y fraternal que nada tiene que ver con el orden sovi¨¦tico, un modelo de sociedad que ha fallecido.
No s¨¦ si Mar¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Pelayo habr¨¢ le¨ªdo las palabras de este comunista, y si estar¨¢ de acuerdo con su punto de vista o si, por el contrario, pensar¨¢ lo que piensa su presidente: que los comunistas son esos extremistas radicales que hubiesen preferido que la guerra no terminara tan pronto, que hubieran querido m¨¢s muertos, m¨¢s sangre, m¨¢s sufrimiento con tal de perjudicar al Partido Popular. Hay que ver la importancia que se da esta gente. Tampoco conozco a Concha Caballero, pero la he visto en algunas fotos y la he o¨ªdo hablar. No me la imagino refocil¨¢ndose en la pila de cad¨¢veres iraqu¨ªes que sal¨ªa aqu¨ª, en la portada del s¨¢bado, por m¨¢s que esta barbaridad reste votos a los candidatos que no han tenido la decencia de condenarla. Aunque quiz¨¢s no era una pila de cad¨¢veres lo que all¨ª hab¨ªa (llamaremos a esto Teor¨ªa Rumsfeld), sino un solo cuerpo fotografiado muchas veces por los comunistas.
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