Nieve para disfrutar todos

"El sentimiento all¨¢ arriba es, es... No se puede explicar. Es indescriptible. Hasta ahora el monte s¨®lo lo pod¨ªa ver en la televisi¨®n y esta silla me permite acceder a la monta?a. Es una sensaci¨®n que nunca hab¨ªa pensado que pudiera tener. Lo ve¨ªa como algo inalcanzable". Fernando Mitxelena es un joven donostiarra con distrofia muscular, es decir, no tiene fuerza en los brazos ni en las piernas. Pero es un privilegiado.

Es la primera persona en Espa?a que, sufriendo esa gran discapacidad, ha podido experimentar una sensaci¨®n muy cercana a lo que significa esquiar. Ahora, tanto ¨¦l como su piloto, Jabier ?lvarez, y la Escuela Espa?ola de Alta Monta?a de Benasque (Huesca), quieren que las personas con ese mismo perfil conozcan que tienen m¨¢s posibilidades de las que se piensan. Que las personas con tetraplejia, par¨¢lisis cerebral o enfermedades an¨¢logas que les impiden valerse por s¨ª mismas pueden conocer de primera mano el esqu¨ª. Varios cientos de grandes discapacitados viven en el Pa¨ªs Vasco.

El invento procede de Francia y es obra de un fabricante de sillas llamado Tessier que lo ha patentado y extendido entre las estaciones de esqu¨ª de ese pa¨ªs. En Espa?a s¨®lo existe una que ha comprado Kemen, la agrupaci¨®n deportiva de minusv¨¢lidos f¨ªsicos de Guip¨²zcoa, con una subvenci¨®n de la Diputaci¨®n. Eso s¨ª, para adquirirla fue imprescindible que una persona obtuviese el carn¨¦ para conducir el artefacto. ?se es Jabier ?lvarez, un irundarra de 29 a?os que trabaja en la compa?¨ªa de gu¨ªas de Benasque. En Espa?a s¨®lo otro conductor posee la licencia, aunque no ejerce. En Francia, hay una veintena. "All¨ª nos llevan 10 o 15 a?os de ventaja", admite Javier Imaz, presidente de Kemen.

Si la accesibilidad para los discapacitados no siempre cumple en las ciudades los requisitos legales, en la monta?a apenas existe. Aun as¨ª, tres estaciones est¨¢n preparadas con telesillas donde se puede utilizar este carro especial: La Molina, Sierra Nevada y Cerler.

El esqu¨ª es un deporte que tiene un cierto componente de riesgo para los deportistas en general, y tambi¨¦n para quienes tienen un cierto grado de discapacidad y utilizan apoyos. Sin embargo, esquiar con esta silla reduce el peligro. "Tiene bastantes medidas de seguridad, con unos frenos de emergencia", aclara ?lvarez. Las sensaciones son "diferentes a las de esquiar, aunque se percibe la velocidad. El que va dentro siente todo. Se tumba en las curvas, como si montara en una moto".

"La gente que nos ve alucina", asegura Mitxelena. "No les cuadra que pueda disfrutar de la nieve. Ojal¨¢ un d¨ªa gente como yo pueda ir a una estaci¨®n de esqu¨ª y alquilar una silla de este tipo con su piloto, como quien alquila unas botas o unos esqu¨ªes".

Javier Imaz, de Kemen, admite que las personas en su misma situaci¨®n y los familiares tienen reparos a probar estas experiencias "por miedo o desconocimiento". Pero Mitxelena, quien trabaja como secretario de la agrupaci¨®n, asegura que compensa el atrevimiento. "Cuando est¨¢s all¨ª piensas: 'Yo tambi¨¦n puedo'. All¨ª te ense?an el Aneto de cerca, el ruido de la nieve..." Incluso existen colectivos, como los paral¨ªticos cerebrales, a los que el esqu¨ª los puede estimular: "Ellos no tiene emociones fuertes normalmente y cuando terminas un descenso es una gozada ver c¨®mo se sienten". De momento, su uso es restringido. S¨®lo est¨¢ al alcance de los asociados guipuzcoanos.