La econom¨ªa alemana apenas crecer¨¢ un 0,5% este a?o, seg¨²n los expertos

En l¨ªnea con lo anunciado en estos d¨ªas por los expertos del FMI y la Comisi¨®n Europea, los seis principales institutos de investigaci¨®n econ¨®mica de Alemania pronosticaron ayer que el pa¨ªs apenas crecer¨¢ un 0,5% este a?o, y un 1,8%, en 2004. En su informe de primavera, los investigadores, una vez m¨¢s, pintan un sombr¨ªo cuadro de la econom¨ªa alemana y saludan, aunque consideren insuficientes, las reformas propuestas por el Gobierno de Gerhard Schr?der en la llamada Agenda 2010. Estos recortes al Estado de bienestar ya se est¨¢n topando con una fuerte oposici¨®n entre las propias bases del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD).

Los investigadores creen probable una reactivaci¨®n de la actividad econ¨®mica en la mayor econom¨ªa de la zona euro a partir del segundo semestre, pero, a rengl¨®n seguido, se?alan que esta recuperaci¨®n ser¨¢ "tortuosa". Los problemas, sencillamente, son demasiado grandes como para ser compensados por factores como los tipos de inter¨¦s relativamente bajos, la moderaci¨®n de los precios del petr¨®leo y el probable aumento de la demanda externa de productos alemanes como consecuencia del repunte del crecimiento mundial. Los expertos sostienen que en contra de todo ello juegan cuestiones como la marcada debilidad de la demanda interna, la persistente y profunda crisis en el sector de la construcci¨®n, y las restricciones al gasto p¨²blico vinculadas al Pacto de Estabilidad.

Como resultado, Alemania bien podr¨ªa ver este y el pr¨®ximo a?o niveles de paro desconocidos desde la Segunda Guerra Mundial (4,45 millones de desempleados como media en este ejercicio, seg¨²n la previsi¨®n) y la perpetuaci¨®n de un estancamiento que se inici¨® hace ya tres a?os (en 2002, por ejemplo, apenas se alcanz¨® un magro crecimiento del 0,2%).

Hasta ah¨ª, sin mayor novedad: a estas alturas, el diagn¨®stico de los males que aquejan a la econom¨ªa alemana es vox p¨®puli. Asimismo, entre la inmensa mayor¨ªa de expertos y pol¨ªticos existe un amplio consenso sobre la terapia a seguir: recortar aquellas prestaciones y subvenciones sociales y econ¨®micas que la econom¨ªa alemana, sencillamente, ya no se puede permitir, y dinamizar la actividad deshaci¨¦ndose de algunas regulaciones laborales y econ¨®micas hoy d¨ªa consideradas excesivas.

En marzo pasado -antes de que la guerra en Irak acaparara toda la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica-, el mismo Schr?der apunt¨® en esta direcci¨®n al presentar ante el Parlamento un cat¨¢logo de reformas que llam¨® Agenda 2010. En este programa est¨¢n previstas medidas como el recorte de la duraci¨®n de la prestaci¨®n por desempleo (un a?o, en vez del actual m¨¢ximo de 32 meses), la revisi¨®n de algunos de los servicios m¨¦dicos de la Seguridad Social, y la reducci¨®n de la protecci¨®n legal contra el despido en las pymes.

Mejora imperceptible

A juicio de los institutos econ¨®micos, estas y otras medidas est¨¢n bien encaminadas. Sin embargo, no son suficientes para evitar lo que los investigadores llaman el riesgo de una sensible "ca¨ªda del nivel de vida de amplias capas de la poblaci¨®n". "Esto s¨®lo puede ser un inicio. Si la Agenda contuviese todo lo que se pretende hacer hasta 2010, las condiciones de crecimiento s¨®lo mejorar¨ªan imperceptiblemente", advierten los expertos, que presentan este tipo de documento dos veces al a?o y con ello complementan el diagn¨®stico elaborado por los llamados cinco sabios de la econom¨ªa alemana, un consejo asesor que suele presentar su informe en noviembre.

En rueda de prensa en Berl¨ªn, los investigadores subrayaron, adem¨¢s, que la Agenda 2010 bien podr¨ªa fracasar o ser tergiversada por el fuerte rechazo que suscita entre los sindicatos, tradicional base electoral del SPD de Schr?der. En vista de esta oposici¨®n, el canciller se decant¨® este fin de semana por convocar un congreso extraordinario de su partido para el pr¨®ximo 1 de junio.

La idea detr¨¢s de esta convocatoria es tan democr¨¢tica como autoritaria: discutir con los partidarios de los cambios requeridos, por un lado, y forzar su apoyo, por el otro. En este ¨²ltimo sentido, l¨ªderes del SPD han alertado ya de que el canciller estar¨ªa dispuesto a dejar su cargo si no es secundado en su programa de reformas.