Clos dice que la estaci¨®n del AVE en el n¨²cleo de El Prat perjudica al aeropuerto y a Catalu?a

Las obras del aeropuerto de El Prat llevan dos a?os de retraso. La conexi¨®n del AVE al aeropuerto que se est¨¢ pactando entre el Gobierno catal¨¢n y el Ministerio de Fomento no beneficia ni al aeropuerto, ni a Barcelona ni a Catalu?a. El silencio del Gobierno central sobre el frenazo de Francia a la l¨ªnea de alta velocidad entre Perpi?¨¢n y Montpellier es inaceptable. La Carta Municipal est¨¢ en punto muerto, tanto en el Congreso como en Catalu?a. He aqu¨ª el resumen de las declaraciones hechas ayer por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, sobre la ciudad y sus perspectivas.

La conexi¨®n de la alta velocidad con Francia ha sido siempre asunto prioritario para Joan Clos. Un AVE entre Madrid y Barcelona convierte a la capital catalana en la periferia de Madrid, mientras que una l¨ªnea de alta velocidad conectada con Francia confiere a la ciudad un papel central. De ah¨ª que ayer lamentara el "silencio del Gobierno espa?ol" tras el anuncio de que Francia ya no considera urgente la conversi¨®n del tramo entre Perpi?¨¢n y Montpellier a la alta velocidad.

A este asunto se une que las negociaciones entre Fomento, el Gobierno catal¨¢n y los municipios sobre el trazado del AVE en el Baix Llobregat y la conexi¨®n con el aeropuerto de El Prat van, dijo Clos, por un p¨¦simo camino. Tanto, que calific¨® la soluci¨®n que se adivina (una estaci¨®n en el centro de El Prat) como "absurda" y perjudicial para el aeropuerto, para Barcelona y para Catalu?a. Clos reconoci¨® que el Ayuntamiento de El Prat y los alcaldes de la comarca juegan a favor de una opci¨®n que produzca beneficios locales, pero a?adi¨® que no entend¨ªa que en las negociaciones no hubiera nadie defendiendo el aeropuerto ni los intereses generales de Catalu?a.

Lo primero se explica, sugiri¨®, porque para AENA el aeropuerto de Barcelona es subsidiario de Barajas. No tiene inter¨¦s facilitar que capte usuarios en el arco mediterr¨¢neo, como ocurrir¨ªa si la estaci¨®n estuviera en el aeropuerto. El segundo punto (que el Gobierno catal¨¢n no piense en los intereses generales de Catalu?a) es un asunto, dijo Clos, incomprensible.

Barcelona, defendi¨® Clos, ha propuesto siempre una estaci¨®n dentro del aeropuerto o, en su defecto y como mal menor y en aras del consenso, cerca de ¨¦l. Una estaci¨®n con tres requisitos: estar situada en la v¨ªa principal, muy cerca de las terminales y ser intermodal. Las dos terminales est¨¢n conectadas con un people moover que puede prolongarse hasta la estaci¨®n. Esto no tiene nada que ver con lo que propone el Gobierno catal¨¢n: una estaci¨®n alejada del aeropuerto y conectada con ¨¦l a trav¨¦s de un tren y del metro. "Una barbaridad", sentenci¨® Clos, que se pregunt¨® si un tren de Cercan¨ªas es el mejor sistema para ir de una terminal a otra, respondiendo ¨¦l mismo que no.

"Si el 24 de abril se pacta esta soluci¨®n, no pondremos obst¨¢culos. No tenemos competencias para intervenir y no queremos retrasar m¨¢s las obras, pero quiero dejar claro que esa propuesta no es la de Barcelona", dijo. "Eso s¨ª", a?adi¨®, "que no venga el ministro diciendo que los retrasos se deben a los municipios. Hablamos de una l¨ªnea con falta de estabilidad, con un subsuelo problem¨¢tico, con una catenaria que se rompe, electrificaci¨®n defectuosa, y encima el ministerio pretende excusar sus retrasos atribuyendo la culpa a los municipios. Pues no".

El problema ferroviario de Barcelona no acaba en la l¨ªnea de alta velocidad. Ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n los de la l¨ªnea Vic-Puigcerd¨¤. "Hemos asistido a meses de acusaciones mutuas entre Renfe y la Generalitat sin que nadie hiciera nada, y al final se han producido descarrilamientos y otros problemas". La soluci¨®n de la l¨ªnea pasa, sostuvo, por hacerla nueva y dotarla de capacidad para los trenes de Cercan¨ªas y los de mercanc¨ªas, dos servicios que, dijo, "no est¨¢n bien servidos".

El ¨²ltimo punto del cuaderno de quejas de Joan Clos hizo referencia a la Carta Municipal. "En Madrid no se avanza", asegur¨®. "Hay discrepancias pol¨ªticas de fondo en tres de los cuatro puntos de la carta". El acuerdo se produce en el reconocimiento del derecho municipal de dotarse de una organizaci¨®n propia. El desacuerdo afecta a la justicia local, al refuerzo de la autoridad municipal y a los cambios en el modelo de financiaci¨®n. Tampoco van las cosas mejor en Barcelona. La negociaci¨®n con el Gobierno catal¨¢n est¨¢ parada en los servicios sociales. "Si el Gobierno catal¨¢n destinara a servicios sociales en Barcelona la misma cantidad media que al conjunto de Catalu?a, la ciudad recibir¨ªa 90 millones de euros", dijo.