Juan Pablo II celebra en un sill¨®n de ruedas la liturgia del Jueves Santo

El Papa lanz¨® una severa admonici¨®n contra los "abusos" que se han cometido "despu¨¦s del Concilio Vaticano II" en la eucarist¨ªa, en una nueva enc¨ªclica dedicada a este sacramento. Ecclesia de Eucharistia, t¨ªtulo del documento doctrinal y teol¨®gico, alerta contra las ilusiones ecum¨¦nicas que pasan por alto el diferente valor que tiene la eucarist¨ªa para cat¨®licos y protestantes, recuerda a los fieles la obligaci¨®n de comulgar "en estado de gracia" y les urge a trabajar por la paz. Juan Pablo II presidi¨® ayer la liturgia del Jueves Santo sin moverse pr¨¢cticamente de un tronom¨®vil, un sill¨®n con ruedas especialmente dise?ado para ¨¦l.

La artrosis est¨¢ reduciendo visiblemente la movilidad de Karol Wojtyla, que el 18 de mayo pr¨®ximo cumplir¨¢ 83 a?os. Ha mejorado de aspecto en los ¨²ltimos meses, su voz es m¨¢s firme y su dicci¨®n m¨¢s clara, pero camina con mucha dificultad y le resulta casi imposible subir escaleras. Nada de esto es un obst¨¢culo insalvable para este eslavo de acero que ha terminado por resignarse a usar en las ceremonias p¨²blicas un sill¨®n con ruedas provisto de un mecanismo extensible para alzarlo o bajarlo seg¨²n las necesidades. Junto al altar mayor de la bas¨ªlica de San Pedro se ha instalado adem¨¢s un miniascensor, usado por el Papa -que se desplaz¨® por el inmenso templo en una peana m¨®vil- para llegar al altar.

Todos estos dispositivos manejados con discreci¨®n permitieron al Pont¨ªfice cumplir ayer con una jornada intensa, que se inici¨® en la bas¨ªlica de San Pedro a las 9.30 de la ma?ana con la misa crismal, dedicada a los sacerdotes, y culmin¨® con la misa vespertina en memoria de la ¨²ltima cena, en la que hace dos mil a?os, Jes¨²s instituy¨® el sacramento de la comuni¨®n. Ecclesia de Eucharistia es la decimocuarta enc¨ªclica de Juan Pablo y ha sido redactada con la intenci¨®n de lanzar "un renovado compromiso eclesi¨¢stico" que d¨¦ a la "eucarist¨ªa toda la relevancia que merece".

En el documento, de 78 p¨¢ginas, de tinte conservador, el Papa reitera la prohibici¨®n de acceder a la comuni¨®n a "todos aquellos que persisten con obstinaci¨®n en un pecado grave y manifiesto", en alusi¨®n a los divorciados que han vuelto a casarse aunque el texto no les menciona expresamente. La enc¨ªclica hace tambi¨¦n una menci¨®n a los problemas que "ensombrecen el horizonte de nuestro tiempo". Pero su contenido es, sobre todo, doctrinal y teol¨®gico.

El texto deplora las "iniciativas ecum¨¦nicas que, aun suscitadas por una intenci¨®n generosa, se dejan llevar a pr¨¢cticas eucar¨ªsticas contrarias a la disciplina en la que la Iglesia expresa su fe". Para los cat¨®licos, "la eucarist¨ªa es un verdadero banquete en el que Cristo se ofrece como alimento", mientras que para los protestantes, este sacramento tiene s¨®lo un valor simb¨®lico. De ah¨ª que el documento reitere que s¨®lo los sacerdotes tienen el derecho de celebrarlo y advierta a los cat¨®licos de que no deben participar en la comuni¨®n celebrada por otras confesiones cristianas. El Papa proh¨ªbe tambi¨¦n a sus sacerdotes "concelebrar la misma liturgia eucar¨ªstica" con los cristianos no cat¨®licos "hasta que no se restablezcan la totalidad de los lazos" con estos ¨²ltimos.