Kubelik, en el coraz¨®n de Mahler
Varias generaciones de mel¨®manos descubrieron el legado sinf¨®nico de Gustav Mahler a trav¨¦s de las memorables grabaciones del director checo Rafael Kubelik (1914-1996) realizadas en los a?os sesenta por Deutsche Grammophon. L¨²cido traductor del universo mahleriano, apasionado int¨¦rprete de la musica checa y del gran repertorio rom¨¢ntico, Kubelik dej¨® tambi¨¦n significativas muestras de su arte ante los micr¨®fonos de la Radio Baviera. La fuerza comunicativa de sus grabaciones en vivo, rescatadas por el sello alem¨¢n Audite, ha desatado el entusiasmo de la cr¨ªtica especializada en varios pa¨ªses de Europa y Jap¨®n. La edici¨®n, que irrumpe en el mercado espa?ol distribuida por Gaudisc, muestra el arte sereno de Kubelik en sus a?os de mayor esplendor.
En un siglo de directores eg¨®latras y ambiciosos, Kubelik hizo m¨²sica con una integridad y una conciencia art¨ªstica admirable. Hijo del ilustre violinista Jan Kubelik, supo hacer una gran carrera sin renunciar a sus ideales de libertad. Naci¨® en 1914 en Bychory (Praga), con 25 a?os ocup¨® la direcci¨®n de la ?pera de Brno, y fue titular de la Orquesta Filarm¨®nica Checa de 1941 a 1948: ese a?o opt¨® por el exilio -nunca quiso colaborar con los comunistas- y abandon¨® su pa¨ªs, pero nunca dej¨® de divulgar la m¨²sica checa. En 1990, seis a?os antes de su muerte, volvi¨® a Praga invitado por Vaclav Havel: dirigi¨® Mi patria, de Smetana, en loor de multitudes.
Aunque cultiv¨® un amplio repertorio, centrado en el romanticismo y los cl¨¢sicos del siglo XX, su nombre siempre permaneci¨® ligado a los compositores checos y, de forma muy especial, a la m¨²sica de Mahler, del que fue uno de sus ap¨®stoles. Dirigi¨® orquestas de lujo, como titular de la Sinf¨®nica de Chicago (1950-1953), como asiduo colaborador de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, y, desde 1961, como titular en M¨²nich, durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, de la Sinf¨®nica de la Radiodifusi¨®n de Baviera.
Con la espl¨¦ndida formaci¨®n alemana, fue uno de los primeros en llevar al disco la integral de las sinfon¨ªas de Mahler, grabadas entre 1967 y 1971 en la Sala H¨¦rcules de M¨²nich por Deutsche Grammophon y consideradas un cl¨¢sico indiscutible en la hoy abultada discograf¨ªa mahleriana. Pero basta escuchar su conmovedora direcci¨®n del adagio de la Tercera sinfon¨ªa rescatada de los archivos de la Radio de Baviera para reconocer que, gracias a la magia del directo, super¨® en intensidad expresiva sus anteriores versiones realizadas en estudio.
Jasha Horenstein, Bruno Walter, John Barbirolli y Leonard Bernstein son nombres legendarios en la interpretaci¨®n mahleriana al lado del siempre po¨¦tico Kubelik, que dirigi¨® su m¨²sica desde una ¨®ptica abiertamente rom¨¢ntica, intuitiva y c¨¢lida, sin violencias dram¨¢ticas y expresionistas. La aparici¨®n de la integral dirigida por Kubelik, la primera editada en Espa?a, jug¨® un papel decisivo en la divulgaci¨®n del sinfonismo mahleriano a trav¨¦s del disco cuando sus obras apenas se interpretaban en los auditorios.
Por la convicci¨®n, la serenidad y la emoci¨®n contenida, la versi¨®n de la Tercera ha ganado el premio a la mejor grabaci¨®n hist¨®rica en los Cannes Classical Awards de 2002 y el que otorga la Cr¨ªtica Discogr¨¢fica Alemana. Excepcional es tambi¨¦n su lectura de la Quinta sinfon¨ªa -dirige el c¨¦lebre adagietto con un encendido lirismo y una intensidad que hipnotiza al oyente-, situ¨¢ndose entre las mejores de la discograf¨ªa.
Y no parec¨ªa f¨¢cil descubrir nuevos matices, por ejemplo, en una partitura tan grabada como la Quinta: con la reciente versi¨®n dirigida por Simon Rattle al frente de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, existen actualmente nada menos que 135 versiones disponibles, seg¨²n documenta la discograf¨ªa elaborada por Henry-Louis de la Grange (www.gustavmahler.net).
El ciclo mahleriano in¨¦dito dirigido por Kubelik, siempre al frente de la Sinf¨®nica de la Radiodifusi¨®n B¨¢vara, es casi integral: s¨®lo falta la Octava sinfon¨ªa, pero el resto ya ha aparecido en algunos pa¨ªses europeos y se publicar¨¢ en Espa?a en varias entregas a lo largo de este a?o. La colecci¨®n incluye La canci¨®n de la tierra, con Janet Baker y Waldemar Kmentt, fechada en 1970 y, como grabaci¨®n m¨¢s moderna, la Segunda sinfon¨ªa, Resurrecci¨®n, con Edith Mathis y Brigitte Fassbaender como solistas, de 1982. La calidad sonora de los documentos es notable, y en ellas sorprende, trat¨¢ndose de conciertos p¨²blicos, la m¨ªnima presencia de toses, con un silencio acorde a la grandeza de las interpretaciones.
Junto al legado mahleriano, la edici¨®n Kubelik rescata versiones en vivo de cuatro conciertos de Mozart (n¨²meros 21, 23, 24 y 27) y dos de Beethoven (n¨²meros 4 y 5) con el espl¨¦ndido Clifford Curzon como solista. Otro documento de inter¨¦s es el programa Chaikovski que re¨²ne la electrizante Sinfon¨ªa n¨²mero 4 y una deslumbrante versi¨®n del c¨¦lebre Concierto para viol¨ªn con un joven Pinchas Zukerman en su debut europeo (1969).
Kubelik, que en 1967 adquiri¨® la nacionalidad suiza, fue tambi¨¦n compositor. Dej¨® un amplio cat¨¢lago -tres r¨¦quiem, varias ¨®peras y abundantes obras para orquesta, para voz y de c¨¢mara- que apenas se conoce, aunque los archivos de la radio, tanto en Praga como en M¨²nich, pueden deparar alguna sorpresa. Ser¨ªa un buen homenaje y permitir¨ªa conocer mejor la personalidad de un artista infatigable que se mantuvo al pie del ca?¨®n hasta su muerte, en 1996, en Suiza.
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