M¨¢ximo provecho del Valladolid

Por primera vez en mucho tiempo, el Valencia puede quedarse fuera de los puestos de la Liga de Campeones si gana hoy el Celta. Una vez olvidadas sus opciones de revalizar el t¨ªtulo de la Liga, el equipo de Ben¨ªtez ha comenzado a caer en picado. Sigue siendo un conjunto ultraorganizado que no juega mal, pero es incapaz no ya de conseguir goles, sino, peor a¨²n, de generar ocasiones. Ayer le tocaba un rival angustiado, metido ya de lleno en la zona de descenso y en el que su entrenador, Mor¨¦, comenzaba a estar cuestionado tras cinco jornadas sin ganar y porque la imagen, partido tras partido, era cada vez peor.

La situaci¨®n del Valladolid era tan fea y el rival tan peligroso que Mor¨¦ coloc¨® un muro de cuatro centrales para frenar a Aimar y Mista y luego a Carew y S¨¢nchez. Pero el equipo de Mor¨¦ tuvo la fortuna de que se le cruzase en el camino una ocasi¨®n clara, la ¨²nica, y de que un futbolista que apenas ha tenido minutos, Antonio L¨®pez, la convirtiese en gol. Para colmo de males, el Valencia se encontr¨® con una barrera a?adida: el diluvio que hab¨ªa ca¨ªdo en Valladolid durante las 24 horas previas al choque y que convirti¨® el c¨¦sped en una sucesi¨®n de trampas de agua.

El Valencia hab¨ªa convertido su juego en un ejercicio de extrema prudencia. No quer¨ªa guerra, no la buscaba, y comenzaba a ganar la peque?a batalla que se libraba en el centro del campo por pura superioridad num¨¦rica y a ratos t¨¦cnica, aunque los charcos dejaban esa ventaja en nada. Con todo, necesit¨® muy poco para tener un dominio casi absoluto y de ese dominio fue v¨ªctima el choque porque el Valencia, tan bien armado, tan serio de Albelda hacia atr¨¢s, ayer no fue nada del pivote hacia adelante. S¨®lo, cuando se juntaban Aimar y Mista o Rufete era capaz de generar alg¨²n peligro en el ¨¢rea de Bizarri, y eso s¨®lo ocurr¨ªa en los escasos contragolpes de los que dispuso Mista entre los centrales.

Mor¨¦ rectific¨® su planteamiento en el descanso e introdujo un cambio fundamental con la entrada en el campo de Ciric. Desde ese momento, el Valladolid tuvo lo que le hab¨ªa faltado antes, una referencia en el ataque. El dominio sigui¨® siendo, eso s¨ª, del Valencia, pero si antes hab¨ªa casi no hab¨ªa obtenido frutos ahora era completamente est¨¦ril, porque Mista hab¨ªa gastado todas sus fuerzas en la primera parte y porque el empedrado perjudicaba a Aimar de manera brutal. En ese tiempo s¨®lo fue capaz de generar una ocasi¨®n con un disparo de Rufete y otra vez con el agua como c¨®mplice para frenar un bal¨®n que se iba fuera.

Vista la inoperancia del Valencia, el Valladolid decidi¨® despertar. Con Ciric en el campo, el cuadro de Mor¨¦ gan¨® en presencia en el centro del rect¨¢ngulo y la superioridad de los de Ben¨ªtez en esa franja de terreno ya no era tan obvia. Mor¨¦, adem¨¢s, agreg¨® a Antonio L¨®pez a esa zona en perjuicio de su ¨²nico delantero. La apuesta le sali¨® muy bien porque entre Ciric y Antonio L¨®pez fabricaron el gol que pone algo de tranquilidad a una situaci¨®n que empezaba a ser algo m¨¢s que complicada.

Ciric rob¨® un bal¨®n en la zona ancha, se hizo sitio con el cuerpo y cedi¨® a la izquierda al espacio libre. Ni R¨¦veill¨¨re, que se fue al centro, ni Angulo, tard¨ªo, llegaron a tiempo. Antonio L¨®pez, muy solo, dispar¨® raso y cruzado y el bal¨®n se col¨® por debajo de Ca?izares. Una de una. En s¨®lo un acercamiento al ¨¢rea valencianista, en s¨®lo un disparo entre los tres palos, el Valladolid encarrilaba un partido que nunca pens¨® en ganar.

S¨®lo tres minutos antes del gol, Ben¨ªtez hab¨ªa decidido ir a por el partido con la entrada en el campo de Carew, el ¨²nico futbolista que hab¨ªa reservado para el partido de la Copa de Europa, el martes, ante el Inter. Y de su presencia lleg¨® la ¨²nica reacci¨®n al gol. Sin embargo, el Valladolid hizo de su necesidad de puntuar su mejor arma y se encerr¨® en su defensa con cuatro centrales para defender tres puntos que le dejan m¨¢s cerca de la salvaci¨®n y que complican al Valencia su clasificaci¨®n para la Liga de Campeones del pr¨®ximo a?o.