Persecuci¨®n policial

El vienes 4 de abril ocurri¨® lo que paso a relatar: ten¨ªa que entrar a trabajar a las ocho de la tarde y ya eran casi menos cuarto, pero no pod¨ªa dejar de enviar un sobre urgente a Burgos, as¨ª que llegu¨¦ a la oficina de Correos de la calle ?ngel Casero, dejando el coche en doble fila. Apenas hab¨ªa gente y no tard¨¦ m¨¢s de cuatro minutos en hacer la gesti¨®n. Cuando llegu¨¦ al coche ya ten¨ªa la correspondiente multa en el limpiaparabrisas. Disparan r¨¢pido los municipales, pero reconozco que hacen su trabajo.

Hasta aqu¨ª, todo correcto; no tanto lo que viene a continuaci¨®n. Enrabietado, arranco el coche y un poco m¨¢s all¨¢ encuentro a los municipales que contin¨²an su labor de poner recetas a diestro y siniestro. Me detengo a su altura, bajo la ventana y, desatando mi rabia, les lanzo la multa arrugada al coche y sigo mi camino por la calle Alcal¨¢ hacia Ventas. All¨ª, giro a la derecha para incorporarme a la M-30, cuando observo que el coche de municipales, despu¨¦s de hacer una arriesgada maniobra en el puente de Ventas, viene a por m¨ª con sus luces azules parpadeando y la sirena sonando. Yo, sin dar cr¨¦dito, contin¨²o mi trayecto hasta la carretera de Barcelona, donde la patrulla me da alcance y me obliga a detenerme.

Uno de los tres agentes me dice que lo que yo he hecho es una falta de respeto y que me denuncia por tirar un papel arrugado a la calle. Despu¨¦s de contener mi risa delante de este agente pagado de mis impuestos, le intento explicar que ha hecho bien su trabajo, pero que su actuaci¨®n es desproporcionada. Le recuerdo el porrazo de un polic¨ªa nacional a una mujer unos d¨ªas antes en una manifestaci¨®n contra la invasi¨®n de Irak.

Le digo que si ha reaccionado as¨ª ante la rabieta acepto el t¨¦rmino de macarrada de un ciudadano que le lanza un multa arrugada como reaccionar¨ªa ante una situaci¨®n l¨ªmite. Concluyo dici¨¦ndole que creo que se ha equivocado en la profesi¨®n que ha elegido, aunque seguramente la profesi¨®n le eligi¨® a ¨¦l. Tambi¨¦n me amenaza con multarme por llevar el permiso de conducir sin firmar y finalmente me entrega la denuncia y es ah¨ª donde por fin nos ponemos de acuerdo en algo. El agente argumenta que la denuncia que me ha puesto es una chorrada. En fin, en qu¨¦ manos estamos.