"Que le detengan"
Ella tiene colgado en la sala de su casa un cuadro de Tarek Aziz, reunido con el papa Juan Pablo II. Pero esta mujer, t¨ªa del ex viceprimer ministro de Irak, tiene el domingo de Pascua pocas palabras amables para su sobrino.
"Dejad que lo detengan", dice despreciativamente Selma Dawood. "?l no es importante para m¨ª. ?Qu¨¦ har¨ªa yo con Tarek Aziz?", se pregunta.
La mujer, viuda y con 75 a?os, habla del hijo de su hermana. ?l, ministro durante a?os del Gobierno de Sadam Husein, era considerado por EE UU como el portavoz del r¨¦gimen iraqu¨ª ante el mundo durante las dos guerras del Golfo.
Aziz, el ayudante corpulento de cabello canoso que vest¨ªa ropa de marca y portaba unas gruesas gafas, fue tambi¨¦n el encargado de soportar las fuertes cr¨ªticas de EE UU durante los dos conflictos. Hoy, tanto ¨¦l como su jefe, Sadam Husein, est¨¢n desaparecidos.
Aziz era tambi¨¦n el cristiano con mayor poder dentro de Consejo Revolucionario Iraqu¨ª. Interrogada sobre la ayuda que su sobrino le ha dado a la comunidad cristiana de su pa¨ªs, Selma contest¨®: "Cero, cero. ?l es un hombre muy, muy malo. ?l fue parte de un r¨¦gimen criminal". "Sadam est¨¢ acabado y nosotros estamos bien. Nosotros estamos felices y se lo agradecemos a Dios y a los norteamericanos, nuestros amigos. Dios bendiga a Am¨¦rica. Dios salve a Am¨¦rica", dice la mujer.
Soldados estadounidenses de las fuerzas de operaciones especiales patrullan el ¨¢rea, pero no dan con el paradero de Aziz.
Selma dice que Aziz era el hijo de un doctor que emigr¨® hacia Turqu¨ªa -aunque algunas biograf¨ªas dicen que su padre ten¨ªa una profesi¨®n m¨¢s humilde- y de su hermana, quien creci¨® en Qaraqosh.
Aziz tuvo dos hijos, Ziad y Sadam, y dos hijas, Zaina y Mayisa. Todos son adultos y viven con sus familas en Bagdad, dice Selma.
S¨®lo al final de la entrevista, Selma tiene palabras amables para con su sobrino: "?l tiene miedo de Sadam", dice. "Fue forzado a hacer muchas cosas".
Pero luego reitera: "Con ¨¦l no tenemos ning¨²n lazo, ni bueno ni malo".
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