Listas bajo sospecha
Concluido anteayer el plazo de presentaci¨®n de las candidaturas para los comicios municipales en toda Espa?a, los parlamentos de trece comunidades aut¨®nomas (Navarra entre otras) y las Juntas Forales de las tres provincias del Pa¨ªs Vasco, la publicaci¨®n de las listas abre hoy un vertiginoso periodo de cinco d¨ªas dedicado al subsanamiento de sus eventuales irregularidades. La proclamaci¨®n oficial el 28 de abril de las candidaturas depuradas no pondr¨¢ fin, sin embargo, a esa fase preparatoria del proceso electoral en el Pa¨ªs Vasco y Navarra: la ilegalizaci¨®n de Batasuna dictada por la Sala Especial del Supremo el 27 de marzo pasado no s¨®lo prohibe concurrir a las urnas con esa denominaci¨®n al partido disuelto (o bajo las segundas marcas de Herri Batasuna y de Euskal Herritarrok) sino que tambi¨¦n impide presentarse a los comicios a formaciones, coaliciones y asociaciones de electores creadas en fraude de ley con el objetivo de servirle de pantalla o de disfraz.
No se trata de una posibilidad abstracta. Los promotores de AuB (las siglas en euskera de Plataforma por la Autodeterminaci¨®n) afirman haber conseguido las firmas necesarias (bastaban 32.000, pero han superado las 80.000) para presentar candidaturas propias al Parlamento navarro y a las Juntas Forales vascas; otras asociaciones de electores impulsadas de forma abierta o disimulada por antiguos dirigentes de Batasuna concurrir¨¢n igualmente a las urnas en diversos ayuntamientos vascos y navarros. Ante el riesgo de que la urgencia de los recursos electorales pudiera favorecer las confusiones procesales buscadas intencionadamente por los promotores de las listas enga?osas, la Ley Org¨¢nica de Partidos Pol¨ªticos (LOPP) atribuy¨® a la Sala Especial del Supremo la competencia para resolver en ¨²ltima instancia las impugnaciones de la abogac¨ªa del Estado o del ministerio fiscal contra las candidaturas fraudulentas destinadas a enmascarar a un partido ilegalizado.
Abstracci¨®n hecha de las trabas sufridas por algunos partidos de la izquierda radical o con denominaci¨®n republicana en las elecciones de junio de 1977, la sentencia del Supremo que impide a Batasuna presentarse a los comicios bajo cualquier cobertura plantea una situaci¨®n legal, constitucional y pol¨ªtica in¨¦dita. Por lo pronto, la defensa letrada de las listas impugnadas utilizar¨¢ probablemente el tr¨¢mite de la prueba sobre las presuntas relaciones de homolog¨ªa entre esas candidaturas y Batasuna como v¨ªa de acceso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Esa interdicci¨®n judicial de alcance extensivo -prolongada indefinidamente en el tiempo- de las listas emparentadas con el partido disuelto podr¨ªa ser interpretada como una conculcaci¨®n del derecho constitucional de los ciudadanos a participar en los asuntos p¨²blicos directamente o por medio de representantes; seg¨²n ese argumento dial¨¦ctico, una aplicaci¨®n demasiado rigurosa de la LOPP por la Sala Especial del Supremo privar¨ªa de voz a los segmentos de poblaci¨®n que se identifican con la ideolog¨ªa del nacionalismo radical sin justificar la violencia terrorista.
Las principales consecuencias de la anulaci¨®n por el Supremo de las candidaturas de AuB y de otras agrupaciones de electores en el Pa¨ªs Vasco y Navarra recaer¨ªan sobre el mundo nacionalista. En las elecciones municipales de 1999, Batasuna logr¨® -al rebufo de la tregua de ETA y del Pacto de Lizarra- 228.000 votos, 679 concejales y 44 alcaldes en el Pa¨ªs Vasco, as¨ª como 44.000 votos, 211 concejales y 19 alcaldes en Navarra. Sin infravalorar el peso del legado de Sabino Arana compartido en mayor o menor medida por todos los nacionalistas (el manifiesto del PNV para el Aberri Eguna defini¨® al pueblo vasco como "¨²nico monumento vivo del neol¨ªtico" y trabuc¨® una cita b¨ªblica para justificar la lucha armada), otro motivo de la peligrosa deriva hacia el soberanismo independista de las formaciones que respaldan al Gobierno de Vitoria es su prop¨®sito de captar los votos de Batasuna dejados en orfandad electoral. Pero los dirigentes del nacionalismo radical ya han acusado agresivamente al PNV de comportarse como un ave de rapi?a y preparan como soluci¨®n alternativa -si el Supremo impidiese la concurrencia a las urnas de AuB y de las agrupaciones de electores- la consigna del voto nulo.
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