Cachava austral

El debut espa?ol de Gabriel Fern¨¢ndez Capello, alias Vicentico, convoca a nutridas tropas de devotos latinos de Fabulosos Cadillacs, aparte de abundantes seguidores espa?oles. El vocalista de los Cadillacs est¨¢ promocionando su primer disco en solitario, Vicentico (RCA), que desarrolla en directo con inteligencia. Doce canciones nuevas son escaso bagaje para rellenar un show de hora y media; Vicentico alterna ese repertorio con joyas no siempre obvias del cancionero del grupo madre, incluyendo la incendiaria recreaci¨®n de Desaparecidos, de Rub¨¦n Blades.

Es Vicentico una de las voces m¨¢s emotivas que ha dado Argentina, y todo se le disculpa. Cuenta ahora con una rotunda banda de nueve miembros, con frondosa percusi¨®n, un relampagueante guitarrista y, sobre todo, un brillante trompetista, Ricardo Ervin Stutz.

Vicentico oscila entre esos dos polos, ejemplarizados por la explosi¨®n tropical de Culpable y ese seductor bolerazo titulado Algo contigo. Una combinaci¨®n perfecta, que se pone decididamente embriagadora cuando el concierto acomoda el reggae de Chalinet, el rock a lo Beatles de Saco azul y el swing rioplatense de 68. Es decir, cuando Vicentico se acerca al poli¨¦drico mundo sonoro de Cadillacs. La tanda de bises se aproxima a lo sublime, y Vicentico sale triunfante de su recital en Madrid. Que vuelva pronto el hombre de la cachava.