Denunciados 100 vecinos por usar tarjetas falsas de aparcamiento

La Polic¨ªa Municipal ha denunciado en lo que va de a?o a cien vecinos por falsificar tarjetas de estacionamiento para residentes. Hasta el momento las copias detectadas no son de una gran calidad y los agentes creen que las falsifican "ciudadanos que piensan que es como colarse en el metro". La polic¨ªa recuerda que este tipo de hechos puede acarrear penas de entre tres meses a seis a?os de c¨¢rcel al tratarse de un delito de falsificaci¨®n de documento p¨²blico.

Una portavoz de la Polic¨ªa Municipal inform¨® de que cuando una tarjeta levanta las sospechas de alg¨²n agente, se comprueba la matr¨ªcula del veh¨ªculo para saber si tiene la autorizaci¨®n de residente. En caso de que no sea as¨ª, la gr¨²a retira el coche y se lo lleva al dep¨®sito municipal. Cuando el propietario acude a por su veh¨ªculo, se le retira la falsa tarjeta y se tramita la denuncia.

Un portavoz de la polic¨ªa dijo ayer que los agentes detectan la mayor parte de las copias "por el relieve o alg¨²n detalle extra?o", que a primera vista podr¨ªa pasar inadvertido, pero no para alguien acostumbrado a ver estas tarjetas.

Pr¨¢cticamente todos los d¨ªas, la polic¨ªa detecta un permiso falsificado. Ayer mismo, frente a la comisar¨ªa de la calle de Vel¨¢zquez se retir¨® un veh¨ªculo con matr¨ªcula de Valladolid que luc¨ªa detr¨¢s de su parabrisas una copia de tarjeta.

En ocasiones, son hechos como ¨¦ste -la presencia de una tarjeta en un coche matriculado fuera de Madrid- lo que despierta la curiosidad de los agentes y les mueve a comprobar los datos. Algunos permisos de estacionamiento est¨¢n perfectamente imitados, aunque en otras ocasiones se reducen a simples tarjetas fotocopiadas que a duras penas pasan por verdaderas. Esto hace que la polic¨ªa los atribuya a "la picaresca de algunos y no a bandas organizadas".

Desde la Polic¨ªa Municipal se pide a los ciudadanos que no infravaloren las repercusiones penales del delito. Cuando el antiguo sistema de la ORA estaba en vigor (hasta noviembre pasado), las penas por la falsificaci¨®n de tarjetas variaron desde multas de seis euros durante tres meses por un delito de estafa continuado a la petici¨®n de prisi¨®n de 3 a 6 a?os por un delito de falsificaci¨®n de documento p¨²blico. Otras sentencias relacionadas con la falsificaci¨®n de la ORA recogieron penas de seis meses a cuatro a?os de prisi¨®n por estafa superior a los 300 euros.

La nueva tarjeta, de validez anual, cuesta 21,60 euros. Hasta ahora, los tribunales no se han pronunciado sobre ning¨²n caso de estafa con la nueva tarjeta para las zonas de parqu¨ªmetros.

Los parqu¨ªmetros funcionan desde el 2 de noviembre del a?o pasado. Las plazas de estacionamiento est¨¢n pintadas de verde (para los residentes con tarjeta y con l¨ªmite de una hora para los visitantes por 1,20 euros) y de azul (para todos los automovilistas de fuera del per¨ªmetro y cuyo coste es de 1,50 euros por dos horas, que es el tiempo m¨¢ximo permitido). Las plazas para residentes representan el 75% de los aparcamientos, mientras que el 25% restante es para los que est¨¢n de paso. Esta repartici¨®n ha levantado ampollas entre el vecindario, y son muchos los que han alzado la voz para protestar. El

caso m¨¢s singular es tal vez el de los residentes de la calle de la Colegiata (Centro), que mantienen una peculiar lucha con el Ayuntamiento. En esta v¨ªa, todas las plazas de parqu¨ªmetros son azules, esto es, reservadas para los visitantes. Hace varios meses, residentes del barrio pintaron esas plazas azules de verde para convertirlas as¨ª en sitios para los que viven ah¨ª.

El Ayuntamiento volvi¨® a pintar las plazas de azul, pero los vecinos contraatacaron y repintaron de nuevo hace tres semanas los sitios de verde. El color usado por los residentes es exactamente el mismo que el que utiliza el Consistorio. Los vecinos han conseguido que, en muchos casos, los vigilantes hagan la vista gorda.