La pancarta
El se?or Aznar viene utilizando, sistem¨¢ticamente y de forma despectiva, el t¨¦rmino "pancarta" como algo indeseable, cuando no peligroso. Y me gustar¨ªa decirle que a muchos dem¨®cratas la pancarta nos evoca valores muy positivos, valores de libertad de expresi¨®n, valores reconocidos constitucionalmente (esa Constituci¨®n que algunos acaban de descubrir y pretenden apropiarse como algo exclusivo).
Yo creo que la cuesti¨®n no es pancarta s¨ª-pancarta no, sino d¨®nde situarse respecto a la pancarta. Muchos hemos ido siempre tras ella, acompa?¨¢ndola, cuando no port¨¢ndola, identific¨¢ndonos con su contenido, sinti¨¦ndonos libres. Y algunos siempre se han puesto frente a ella, temerosos, pensando, cuando no hablando, de "libertinajes", de "contubernios", de...
Por tanto, tras 25 a?os de Constituci¨®n, la animadversi¨®n de algunos hacia la pancarta s¨®lo puede servir para delatar esos tics antidemocr¨¢ticos de quienes siguen sinti¨¦ndose inc¨®modos ante algo tan digno y tan libre como la pancarta.
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